dos

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Puen suspiró, sacándose los zapatos. Se paso una mano por el pelo, colgando su abrigo en una percha. Su cita había salido horrible.

Había entrado en el restaurant donde Up había programado su cita a ciegas y se había sentado. 

Para empezar, el chico llego 40 minutos mas tarde, llegando a las 8:43 cuando la hora establecida había sido a las 8. En segundo lugar, el chico, tenía de nombre Lawan y Puen quería irse cuando se dio cuenta que el -ella era transexual. En tercer lugar, la conversación era tan torpe que mantuvo a Puen con una sonrisa incomoda toda la noche y donde también tuvo que contener una mueca cuando Lawan eligió la comida y ni siquiera vistió la coca cola en un vaso, sino que, como peor, tenía que beber de la misma botella que ella cuando le preguntaba si tenía sed. Por ultimo, llegó el horrible beso. Ella había saltado prácticamente sobre Puen.

Lección aprendida: nunca dejar que Up organice sus citas.

Limpiándose su boca una vez mas, Puen subió las escaleras y abrió el cuarto de baño, para cepillarse los dientes. Se dio cuenta de que había dos suéteres en la mesa y sonrío cuando se dió cuenta que Talay tenía uno exactamente igual al de él. Hablando de eso, Puen se preguntó donde estaban Talay y Jigsaw, por lo que rápidamente se echó agua en la cara, agarró el suéter de Talay antes de ir en busca aquel adorable chico de la cafetería  y a su lindo bebé.

Fue hacia la cocina, con el ceño fruncido cuando encontró los armarios abiertos pero ninguno de los dos estaba ahí. Luego, busco en la sala, donde se encontró con galletas de chocolate y varias botellas de leche esparcidas en el piso. Puen suspiró, sacudiendo la cabeza, sonriendo al darse cuanta que Talay tuvo que cuidar a un hiperactivo Jigsaw y no él.

Subió las escaleras, haciendo su camino por el pasillo hasta que llego a la habitación de Niall y empujó la puerta lo que mostró la escena más linda que nunca había visto.

El hombre de pelo negro está envuelto en una manta pequeña, que solo cubría su estomago y sus rodillas. Jigsaw se acurrucó a su lado, sobre el estómago del mayor, su pulgar en su boca mientras dormía. Talay había acariciado el pelo de Jigsaw, antes de quedarse dormido.

Puen sabia que tenía que despertar a Talay y enviarlo a su casa ya que eran las doce y se estaba poniendo muy oscuro, así que dio unos pasos rápidos hasta llegar al lado de la cama y empezó a sacudir el hombro de Talay suavemente.

"Hey Talay" Puen susurro, asegurándose de no despertar a Jigsaw. "Oye amigo despierta, se esta haciendo tarde". Todo lo que escucho fue un gruñido.

"Vete mamá, estoy cansado" Talay lo golpeo y gimió antes de abrir los ojos ligeramente. Sus ojos miraron a todas partes, sin embargo, se encontró cara a cara con Puen sonriendo.

"¡Mierda!" Talay maldijo, antes de darse cuenta que tenía a Jigsaw encima "quiero decir, lo siento yo no sabia" admitió tímidamente un poco más bajo.

"No te preocupes Talay" Puen sonrió entregándole su suéter a Talay mientras levantaba a Jigsaw de su estómago "Muchas gracias por cuidar de este pequeño ángel, te debo una".

Talay asistió y trago saliva, centrándose en el tono de voz de Puen y no en lo que le decía. "Si, si esta bien". asintió distraídamente, poniendo su suéter encima del hombro, poniéndose de pie y agarrando sus zapatos.

Puen lo acompaño hasta la puerta, con Jigsaw todavía en brazos.

"Lo siento por golpearte" Talay se disculpó de nuevo. 

"No te preocupes por eso, bonito, ya te dije que estaba bien" Puen aseguró con una magnífica sonrisa. Se quedaron de pie un momento luego Talay le dijo adiós a Puen, abriendo la puerta listo para salir e ir con su madre. 

Internamente, Talay quería quedarse con Puen y Jigsaw, para hacer cosas adorables y lindas juntos. Pero luego recordó que Puen nunca, nunca, ni en un millón de años, iba a ver a Talay como el lo veía. 

Era muy triste, sin embargo, sabiendo que estaba enamorado de él desde que tenía dieciocho y Puen diecinueve. 

Se había graduado y había intentado superar su enamoramiento tonto por un año, pero en realidad, no había sucedido. Y cuando encontró a Puen en la  cafetería, estaba feliz de verlo por ahí. Aunque su felicidad duró muy poco cuando vio al hombre cargar a un pequeño niño por primera vez, confirmando que había formado su familia.

Dejando de lado esos pensamientos y volviendo a la actualidad, 

Talay no esperaba que Puen besara su mejilla en despedida.


Sweater swap. [JimmySea Adapt.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora