Como fue acordado, los representantes de Neolaria llegarían un día antes para acomodarde en el palacio. En las grandes puertas del imperio la delegación neolariana llegaba, todo se giraban a verlos, de primera fila el comandante de la guardia personal del Duque, junto con los cabelloros, y detrás de ellos el carruaje, que iba rodeado de los soldados neolarianos, cuidando que nadie se acercara, era como un desfile, todos se abrían su paso para que ellos avanzaran, algo majestuoso de ver, pues las armaduras eran simplemente muy diferentes y especialmente, haciendo ver a los soldados de Arbezela bastante simples a comparación.Dentro del carruaje iban la familia Starling y el principe, todos parecían bastante disgustados de haber salído de su reino para venir al imperio.
Angelique suspiro molesta, mientras agitaba su abanico con suavidad.
— Con que este es el "Grandioso imperio de Arbezela" — digo en un tono irónico, mientras observaba las calles, todas eran de colores sucios y grises, había basura en las calles y la gente vestía de forma descolorida, algo que contrastaba bastante con los plebeyos de su reino. — Dios, ni siquiera son capaces de dar buenos sueldos a sus ciudadanos, solo mírenlos, son miserables — dijo con cierto asco, en Neolaria por más humilde que fuera una persona todos vestian de forma elegante y colorida, Neolaria tenía una gran económica, además de que estaba bien administrada, por lo que los sueldos eran buenos y les permitia a lo plebeyos vivir cómodamente.
— No le puedes pedir demasiado a este lugar, querida — dijo Leonard tranquilamente mientras leía un libro — este lugar no es nuestro reino, no podemos tener grandes expectativas
— Tu padre tiene razón, Angélique, de todas maneras no estaremos por estos lugares — dijo Alexander, con una expresión neutra, Ophelia era la única que sonreía cálidamente.
— Ojalá pueda venir por aquí, sería tan divertido recorrer las calles
— Bajo ninguna circunstancia, Ophelia — dijo Angélique a su hermana menor — Eres la Santa del templo de los inmortales, no una simple plebeya, esas calles están sucias, no quiero ni imaginarme la infecciónes que tendrá el suelo
Ophelia río, su hermana, tan protectora como siempre, pronto el palacio imperial se veía a la distancia, llegaron a las puertas que de inmediato fueron abiertas, entrando en ellas, en la gran entrada se encontraba los príncipes esperandolos.
— Ponte el velo, Ophelia — ordenó Leonard con una voz fría, la joven lo hizo, eran las reglas, nadie podía ver el rostro de la santa sin su permiso, o más bien con el permiso de su posesiva familia.
El carruaje se detuvo en la entrada del palacio, los príncipes estaban atentos, los guardias Neolarianos abrieron la puerta del carruaje, el primero que bajo fue el principe Alexander, cuando Ariana lo vio evitar mirarlo de arriba a abajo con incredulidad, era demasiado guapo. Luego bajo el Duque Leonard, Ariana también lo miro con un poco de emoción contenida, ambos hombres eran realmente guapos. Luego bajo Angelique, Kamal, Haveron y Bavilo no pudieron evitar quedandose mirandola, era una belleza, y finalmente Ophelia, que iba vestída con un vestido blaco con ornamentos rojos, y un largo velo que cubría su rostro, llamando la atención de Kamal.
— Bienvenidos, nobles y honorables representantes de Neolaria, soy Ariana de Secramise, primera princesa de Arbezela — dijo con una gran sonrisa
— Es un gusto tenerlos aquí — dijo Bavilo de forma educada
— Espero que su estancia aquí les sea de lo más cómoda — agrego Heveron, Kamal solo observó fijamente a la menor, con algo de curiosidad.
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LA CAÍDA DEL IMPERIO / Las Joyas De La Princesa/
Hayran Kurgu𝄞𝆶𝄋 Escondido entre montañas y barreras mágicas, el misterioso Reino de Neolaria nunca habría sus puertas a nadie, pero cuando el emperador invita al reino a participar en la ceremonia de la luz en el imperio de Arbezela, increíblemente el rey ac...