¿N e r d? [editado]

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Del amor y el "no" odio

El amor es algo fácil, el odio es algo fácil, pero tú eliges. Dices: «Sólo voy a amar, no voy a odiar». Así todo se vuelve difícil.

CAPÍTULO 1
-Sr. Olsen-llamó la asistente del director, una mujer pequeña y menuda a la cual el paso de los años empezaba a hacerle frente, sus cabellos castaños ya atacados por hebras blancas humo, estaban sujetos en un moño, Julieth , era pues como la nana de los alumnos, siempre consentidora y defendiéndolos cuando cometían alguna "imprudencia" como solía llamarlas el director, alegando a que, pues, eran adolescentes y era común y normal que lo hicieran; así pues, era la más querida de la secundaria
El aludido se levantó lentamente, no estaba asustado, a pesar de ser la primera vez que se metía en problemas "Ella lo vale"-pensó. Vestido con unos jeans desgastados, zapatillas DC verdes oliva y una camiseta negra, pues no estaba muy presentable que se dijera...al menos no a los ojos del director, aunque probaría su suerte con el sub-director primero; miró a la asustada chica, y le dolió dejarla ahí, sobre todo sabiendo que el "idiota" saldría-Sr. Olsen; lo espera el subdirector- urgió Julieth; el chico se obligó a alejarse de ella por unos minutos y se dirigió a la oficina, al pasar al lado del "idiota" no pudo evitar lanzarle una mirada de odio
-Peyton–alcanzó a oír antes de que la puerta se cerrase detrás de él.

La muchacha se sorprendió, puesto que, si bien había sido una buena amiga de Nick, él dedicó los últimos años de su vida enteramente a arruinar la suya, trató de controlar su reacción pero una mirada llena de resentimiento se escapó por entre sus párpados

-Vaya, estamos molestos hoy- rió roncamente-relájate Peyton no estoy en plan cabrón ahora, ¿qué tal?

La muchacha de ojos esmeralda le inquirió con la mirada, esto empezaba a ser el día más extraño en todo lo que iba del año-Disculpa ¿qué?-le interrogó con un tono aún más sorprendido del que a ella le hubiese gustado

-No sé—se encogió de hombros y se estiró en la silla en la que se había acomodado, podía sentir el nerviosismo de la chica a su lado, y sin duda, la sensación que le generaba el saber que la razón era él mismo, le agradaba—háblame de algo; no creo que no te haya pasado nada interesante

Peyton le regaló una mirada llena de desconfianza y miedo; al tiempo que su cuerpo instintivamente se alejaba de él, quien se limitó a sonreír de lado y menear levemente la cabeza
-Sé que no he sido especialmente amable contigo, pero no creo estar tan feo como para que me mires así

Peyton tuvo que reprimir una sonrisa, no planeaba perder la batalla con Nick y mucho menos por falta de seriedad-Pues, para mí si lo eres—el chico ensanchó la sonrisa y ella se sonrojó ligeramente, las cosas sin duda se estaban tornando aún más raras– quiero decir yo no digo nada ni te doy razones para que te metas conmigo, pero tú...- el tono de su voz se fue haciendo más débil a lo largo de la frase tanto que al final no fue más que un susurro apenas audible
-Pues no es que me lo pongas muy fácil, tus manías llegan a ser realmente insoportables–la muchacha le miró ofendida y roja de cólera, ¿cómo podía ser tan imbécil y cretino?–pero yo de verdad lo siento–agregó en tono despreocupado
-¿Lo sientes? -le ironizó la muchacha, le hervía la sangre, definitivamente ese no era el Nick de antes, el que ella había conocido y con quién había compartido parte de su infancia, o quizá sí, y eso no hacía más que enfurecerla más– ahora se supone que debería creerte, ¿cierto?
-Sí– se detuvo a mirarla un momento y aunque a ojos de cualquier otra persona el semblante de la muchacha no fuera precisamente amable, a él le hizo sonreír aún más–te estoy pidiendo disculpas por algo ¿no?–masculló como única contestación, como si eso tuviera que justificar los años de constantes burlas, peleas, humillaciones y demás.
-lo sientes...¡LO SIENTES!–se levantó forzando una enorme sonrisa, se acercó a Julieth, tan "emocionada" a contarle la feliz noticia–¿le has oído? Dice que lo siente, ay Julieth, ¿puedes creerlo?– la mujer no tardó en detectar el verdadero estado de ánimo de la muchacha y no supo bien qué responder, pero no hizo falta puesto que ella misma se apresuró a contestarse– claro que no, no le crees, así como yo tampoco.
Nick levantó una ceja, suspicaz y torció la sonrisa en un gesto burlón–no le creo ni una sola palabra- se volvió hacia el chico con sus ojos esmeralda nublados por el enojo y algo, aunque no quisiera admitirlo, de dolor–ni una sola–las miradas se enfrentaron por unos instantes, ambas orgullosas, ambas retándose entre sí, Peyton se había acercado tanto al castaño que solo haría falta un pequeño movimiento para que sus narices se tocaran–puedes meterte tus disculpas donde mejor te quepan Nicholas.
-Julieth haz que pase la Srta. Schnei...–el subdirector no podía creer lo que la muchacha estaba haciendo, frunció el ceño mientras miraba a una pálida Julieth observando la escena–Peyton-dijo con voz grave-adelante
-Sí–solo después de dedicarle una última agria mirada al muchacho que tenía en frente se volvió y con toda la dignidad que logró reunir y la barbilla levantada caminó hacia la oficina, quería largarse, en cualquier momento las lágrimas que escocían sus ojos se derramarían y por supuesto que ella no aceptaría que sea en la escuela, no consentía el verse o sentirse débil, no teniendo en cuenta su pasado. Se volvería loca, ¿fue demasiado dura y exagerada? Claro que no, qué se creyó, que porque le dijera que lo sentía ella iba a olvidar toda la mierda que le hizo pasar e iría corriendo a sus brazos
-Tranquila, estará bien–le animó el muchacho que recién salía de ser interrogado, ella le sonrió levemente y siguió su camino.
-Srta. Schneider...-llamó nuevamente el subdirector.
Entró a la oficina, nunca había estado ahí, ya que normalmente nadie se percata de su presencia, sólo cuando querían burlarse de alguien y cuando de salvar las calificaciones se trataba. Había un gran escritorio de caoba al fondo de la sala, un librero lleno de libros, carpetas, fólderes unos cuantos estantes en la pared en los cuales descansaban un grupo de trofeos por debate, matemáticas, oratoria, básquetbol, deletreo, en fin; ahora que lo pensaba bien, la muchacha nunca se había percatado que la escuela tuviera tantos y lo más importante sobre el escritorio había un pequeño letrerito que decía Lic. Wiese

Nerd De Medio Tiempo [reeditando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora