Lamentaciones. [BL]

01

CAPITULO 01.

"Incluso después de tu muerte tu presencia vivirá para siempre en mi memoria".

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S.R.W.I

"En una sociedad en la cual desde que naces defines como vivirás. Los fuertes oprimirán a los débiles para que nunca exista la igualdad que en muchos esta el deseo, pero no el poder para hacerlo realidad.

—¡Eres un inútil! —. Grito un hombre. —Como puede ser que no puedas hacer nada bien, eres una porquería —. Insulto.

—Discúlpeme, enserio no fue a propósito —. Suplico el joven arrodillándose.

—¡Mentira! —. Refuto lanzando una copa de vino a su cara.

El horror hicieron que sus gritos sonaran como si estuviera siendo asesinado. Poco después el hombre lo agarro de su cabello arrastrándolo hacia otro lugar.

—¡Un sirviente tenia que ser! —. Exclamo con ironía otro hombre.

Y esta realidad se ve reflejada en una jerarquía que para los que están en la cima nunca conocerán como se siente estar en lo más bajo".

Fruncí el seño ante mi desagrado de la situación, apenas había llegado a la fiesta escolar y presencie esta escena, cerré el poemario con fuerza.

Este lugar enserio esta podrido. Ahora entiendo por que Joaquín nunca viene a las fiestas escolares dan ganas de incendiar este maldito lugar.

Lo peor fue ver como los meseros rejuntaron los vidrios, y limpiaron el piso para que la fiesta siguiera. Me tranquilice y poco después mis ojos posaron en una compañera de clases, quien estaba retirándose con unos profesores a otro lugar.

¿. . .?

Pero, me estaba dando cuenta que no eran los únicos que se estaban yendo a otros lugares, me tomo tiempo darme cuenta de la situación. Por mi madre, es una escuela, el sistema educativo acaso se fue al infierno.

—Esta sociedad enserio esta podrida —. Pronuncie para mi.

Estaba por retirarme cuando alguien me toma por sorpresa, y agarrándome mi mandíbula comienza a observarme la cara. No sabia como reaccionar era el profesor que enseñaba Historia. Entonces lo entendí por completo, esto no es una fiesta, era un maldito burdel de puntos.

—No estas mal —. Comento de manera desagradable.

¿Acaso no se miro en un maldito espejo?

—Sabes si . . . —. No lo deje terminar.

En todas las cosas que más odiaba era que me tocaran sin mi consentimiento.

Agarre su mano para tirarla y lograr tomar su cabello bajándolo a mi estatura. Apenas pudo reaccionar, quería romper su cuello pero no quería escándalos siendo Septiembre así que solo amenace para que nunca me vuelva a molestar.

—¡Escúchame bien hijo de put@! —. Exclamo fríamente. —Te recomiendo que comiences a rezar para que mañana no aparezcas en los periódicos. —Amenace brutalmente. —Muerto.

Lo solté para retirarme, el profesor quiso tomar represalias, pero eso era lo que esperaba. Saque una navaja de mi bolsillo por reacción, y con la mano que intentaba agarrarme atravesé la navaja para después sacarla.

—¡AAAH! —. Grito al ver su mano sangrar.

—Será mejor que te cuides —. Advertí limpiando la navaja con mi pañuelo. —Que no soy una persona que olvida fácilmente —. Agregue.