𝜗𝜚 𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀𝐒 𝜗𝜚 El siguiente escenario ha sido escrito con el ánimo de entretener. Todo lo escrito a continuación es pura ficción.
No apruebo, promuevo o practico todo lo escrito en este escenario.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
sexo público. exhibicionismo. consumo de drogas. sexo duro. lenguaje vulgar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Enzo y tú eran una pareja desde hace ya cuatro años, tenían una relación bastante sana y divertida, todo el tiempo salían a pasear, veían películas y hasta tenían picnics, aunque claro, también estaba la parte perversa de la relación, Enzo en la cama no era nada malo; dándote los mejores orgasmos que habías podido experimentar. Aunque, todo eso poco a poco había ido disminuyendo debido a su trabajo en su película nueva "La sociedad de la Nieve." No dudabas de su buen trabajo como actor, siempre lo apoyabas y estabas para él, aunque, te dolía un poco el hecho de que ya no estuviese tan pendiente de ti.
Ya se había estrenado la película y habían pasado las alfombras rojas, Enzo había sido parte de muchas revistas, entrevistas y propuestas de trabajo así como la demás parte del cast. Digamos que, con el cast, no te llevabas para nada mal y eso es quedarnos cortos. Mientras Enzo grababa las fuertes escenas que se tenían que incluir en la película, tú te divertías con todos los demás actores que estaban libres, ahora tus mejores amigos eran Juani y Fran. Ellos siempre te habían brindado su apoyo, estaban para ti en los momentos más difíciles y siempre apoyaban tu relación con Enzo e incluso te daban consejos cuando tenías algún problema con él.
Ahora mismo te encontrabas con Enzo en el departamento que compartían juntos, preparándose para una cena que tenían entre los miembros más amigos del cast. Te estabas poniendo los aretes ya que ya habías terminado tu maquillaje, tu cabello y tu atuendo. Estabas mirándote al espejo cuando de repente, Enzo llegó por detrás de ti tomándote la cintura y acercó su boca a tu oído suavemente.
—¿Qué hacés hermosa? ¿Ya estás lista?— Dijo Enzo con su profunda y linda voz, esa voz que tanto te gustaba y era tan suave y dulce pero que a la vez siempre solía decirte las palabras más sucias que jamás te hubieras imaginado escuchar. —Enzo, hasta que te veo amor, ya me estoy terminando de alistar, me falta poco.— Respondiste con una risita mientras sentías su agarre apretarse más con tu cintura. —Mirá que el vestido que tenés me está volviendo loco, no sé si voy a aguantar tanto al verte en la cena. Me vas a tener duro como bate, pendeja hermosa.— Reíste ante su comentario, decidiendo ignorarlo ya que si le hacías caso, sabias que no iban a ir a la cena y se iban a terminar quedando en la cama como animales en celo.
