Los personajes no me pertenecen son propiedad de la gran Rumiko Takahashi.
Esta historia es sin fines de lucro, es un oneshot creado para pagar una deuda que tengo con cierta personita, perdí una apuesta que ya ni me acuerdo de que se trataba, solo recuerdo que si perdía tenía que hacer un LEMON BIEN SUCIO, así que como las deudas son de honor, aquí está mi pago, nada puntual, porque creo que perdí hace como dos años, pero es que ya saben cómo soy, y como este año prometí salir de todas mis deudas en los fics decidí salir de esta primero, jejejejej.
Así que Benani, espero esta oneshot sea de tu agrado.
Agradezco infinitamente con el alma a mi bella beta ziari27 por siempre estar al pie del cañón con mis locuras, por aceptar mis relatos a altas horas de la noche, solo puedo decir que sin ella esto no sería posible, soy un desastre llena de locuras y Ziari me ubica en el mundo, de verdad gracias.
Ya no les quiero quitar más su tiempo, les advierto de mi mala ortografía y mis malas divagaciones, sobre aviso no hay engaño, sin más preámbulo les dejo leer.
Advertencia si no gustas de lecturas subidas de tono aléjate, este fic no es para ti.
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Solo una simple disculpa
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En las afueras de una linda casa tradicional se podía observar como un varón de cabellos oscuros caminaba de un lugar a otro visiblemente ofuscado, la vena en la sien parecía querer explotar a la más mínima provocación, las zancadas del hombre eran largas y fuertes, intentaba desaparecer la tierra en la cual los masculinos pies tocaban, bufaba de manera sonora al mismo tiempo que apretaba los puños al punto de casi hacer sangrar la piel.
- ¿Como fuiste capaz? -mencionaba con la quijada trabada, por Dios sí que estaba molesto -Akane ¿por qué hiciste eso?... maldita sea -articulaba al punto de casi colapsar a causa del enojo.
El varón de ojos azules gruñía por momentos, intercalando inteligibles monosílabos entre maldiciones y palabras sin sentido, conjugando frases encolerizadas.
El azabache escuchó la puerta de entrada abrirse, el característico rechinido de las bisagras fue el estímulo que su inconsciente necesitaba para poder poner su mente en acción, en esta ocasión su esposa se había equivocado, ella había actuado mal, por lo tanto, él se encargaría de hacerla pedir perdón, porque Ranma Saotome la haría suplicar "claro que si" sonrió con malicia saboreando el momento.
- ¡Ya llegué! -el femenino grito sonó tan inocente, no conociendo lo que el varón le tenía preparado -¡¿Ranma estas en casa?! te traje algo de comer -una vez más esperó por respuesta en tanto dejaba las bolsas que cargaba sobre la mesa del comedor, entró despacio a la cocina buscando algo de beber, al mismo tiempo que con la vista buscaba a su marido, sirvió y bebió de la fresca agua y se dispuso a salir de la cocina, esperando tener una respuesta.
-Vaya la señora Saotome se dignó a llegar a su hogar -articuló con sarcasmo esperando de inmediato un ataque verbal por parte de la mujer - ¿la señora no tiene nada que decir? -mencionó tratando de aparentar calma, dibujando una falsa sonrisa en el varonil rostro, recargó el cuerpo en una de las paredes cercanas donde podía observar los movimientos y reacciones de su mujer.
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Solo una simple disculpa
Romanceel matrimonio Saotome sufre un ligero problemita, el cual puede ser solucionado con una simple disculpa, el problema verdadero radicara en, ¿quien se disculpara primero? esta historia es para mi amiga Benani, pagando una apuesta