Los sentimientos son una cosa que no podemos evitar. Por muy mal que te sientas, no puedes eliminar todos esos sentimientos negativos.
Si estás feliz, tienes buena energía, ganas de hacer muchas cosas y te sientes bien tanto física como mentalmente, la sensación que tienes es maravillosa. Por otro lado, si estás triste, no tienes ganas de hacer nada y siempre estás sobre pensando todo lo que te pasa, ahí todo cambia, pues, pasas de tener esa sensación maravillosa, a desear que las personas tuviésemos un botón de on y off para que dejes de sentirte mal mentalmente y cuando empieces a sentir esas emociones negativas darle al boton de off y dejar de sentir.
Y es muy triste que la mayoría de personas se sientan mal, se sientan cansadas, superadas, simplemente están ahí viviendo, felices en público pero llorando en privado. Porque así es la sociedad, no puedes mostrar sentimientos negativos porque a la mínima te están diciendo que sólo quieres llamar la atención porque parecen que esas personas no sienten nunca nada. Simplemente tenemos que ser robots que no sienten, ni expresan nada, simplemente están ahí, haciendo el trabajo que tienen que hacer, como se supone que debemos ser para la sociedad.
Al fin y al cabo, todos esos sentimientos son necesarios, tanto si te sientes bien, como si te sientes mal. Lamentablemente, no puede venir la felicidad sin antes cuestionarte por qué te pasan todas esas cosas que hacen que tu estabilidad emocional se desmorone o por qué el mundo es así de cruel. No puede haber calma sin antes tormentas, porque todo lo malo empuja lo bueno. Como dice el dicho, si por la mañana hay niebla, por la tarde se sale a pasear. Hay que recordar que después del invierno, viene la primavera, y luego, el verano, después de la noche viene el día, todo es un ciclo sin fin que se repite una y otra vez.
Por muy angustiado que te sientas, y por mucho que tengas ese sentimiento de que estás pensando mucho, no hay por qué verlo como algo negativo, pues todos esos pensamientos te van a llevar a sacar conclusiones y a ver la salida en un pasillo largo oscuro.
Los sentimientos, al fin y al cabo, son algo abstracto, y aunque no queramos, es inevitable que no los tengamos. En realidad, los sentimientos no se pueden ver ni tocar, no son un objeto, están espiritualmente con todos nosotros todo el día, todos los días, de todos los años, aunque no queramos. ¿Alguien sabe describir con palabras exactas qué es un sentimiento o una emoción? Si no lo buscamos en el diccionario, lo más probable es que no sepamos su descripción.
De hecho, son tan abstractos, que hay personas que parece que son incapaces de sentir absolutamente nada, por esa razón hacen daño a otras personas y actúan constantemente como si no les importara nada, no tienen ningún tipo de empatía hacia la gente que les rodea. Pero esas personas son las que más sienten, son las que al llegar a casa se ponen a sobre pensar todo y a cuestionarse por qué su vida no tiene nada de sentido.
En resumen, los sentimientos, sean buenos o malos, son esenciales en nuestro día a día, porque, aunque no te guste sentirte mal, pronto verás la luz y entenderás que todo este tiempo han estado ahí porque los has necesitado para hacerte más fuerte, y no, no por llorar eres débil, eso debes tenerlo en mente para siempre, y nunca debes olvidar que después de la oscuidad siempre hay luz.
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Pensamientos profundos
Teen FictionCuando te sientas mal, puedes leer esto. Son pensamientos que escribo para expresar lo que siento, para desahogarme y para que cuando no sepa qué decir sobre mis sentimientos o no tenga la suficiente valentía para hacerlo, expresarlo de este modo...