DC: ¡NO DIGAS UNA PALABRA !

Capitulo 30

[David Lance punto de vista]

Por orden de mi terapeuta, estaba de baja forzosa. Lo que significaba que no habría ningún trabajo de héroe por el momento.

Por lo tanto, mis días ahora consistían principalmente en ir a la escuela y entrenar por las tardes con Oliver y Dinah. Personalmente, me gusta pensar que las cosas estaban mejorando cada día.

Estaba tomando las cosas paso a paso. Hacer cosas que me gustaban, como tomar clases de arte o pasar horas en la biblioteca local, simplemente leer por leer.

Mis conversaciones semanales con Diana y J'onn realmente sentí que me estaban ayudando.

Me sentí mejor. No completamente. Pero mejor en general.

Tuve alguna pesadilla ocasional, claro. Pero en general, poco a poco estaba saliendo de mis propios problemas.

También ayudó que tuviera cosas que me mantuvieran ocupada, como lidiar con mi nuevo poder y las posibilidades que traía. Como hablar sin mis manos.

J'onn J'onzz me estaba enseñando cómo controlar este nuevo poder mío entre sesiones, a menudo durante las noches cuando no tenía nada que hacer, y según él, estábamos progresando apresuradamente.

Basado en lo que me había dicho, era seguro asumir que mis poderes psíquicos nunca se desarrollarían fuera de su directriz principal. Lo cual en su mayor parte protegía mi mente contra todos los ataques.

Yo estaba de acuerdo con eso.

Quiero decir, estaba obteniendo un escudo psíquico casi indestructible y una forma de telepatía limitada como combinación, que con toda honestidad era más de lo que podría haber pedido.

Entrenamiento exterior y terapia.

La escuela también iba bien.

De hecho, estaba considerando graduarme anticipadamente, para evitar perder más tiempo allí de lo necesario. No estaba aprendiendo nada que no supiera ya.

Sea como fuere, había decidido esperar por el momento. Para evitar preocupar a mi hermana más que cualquier otra cosa.

Más allá de eso, la vida en su mayor parte siguió igual.

Hubo algunos cambios aquí y allá, como si Dick me hiciera un fantasma.

No tenía idea de por qué me estaba ignorando de repente, pero no necesitaba ser Batman para saber que tenía algo que ver con lo que había sucedido.

Pero a cada uno lo suyo.

Él tenía que lidiar con sus demonios como yo tenía que lidiar con los míos.

Le daría una cantidad de tiempo adecuada antes de confrontarlo.

Hasta entonces, respetaría su elección.

Aparte de eso, supongo que las cosas seguían igual.

"¿Vas a ir a la biblioteca hoy?" Preguntó Dinah, abriendo la puerta de mi habitación hasta la mitad, a lo que asentí. Un libro al día mantenía alejados los malos recuerdos de mi cabeza. "¿Necesitas que te lleven?"

Ante esto, me detuve por un segundo. Debatiendo interiormente si quería tomar el autobús o no, antes de asentir de nuevo. Usaría el dinero del autobús para bocadillos.

"Bueno, me voy en unos minutos. Así que, si quieres que te lleve, prepárate", asintió Dinah, cerrando la puerta mientras se iba.

Sonreí, caminando hacia mi armario, tomando un conjunto de ropa limpia antes de entrar al baño para tomar una ducha rápida. Todavía apestaba al entrenamiento de ayer.

Ayer no había tenido tiempo de ducharme.

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Después de que Dinah me dejó, bajé a la biblioteca y compré chicle en el camino. Dentro de la biblioteca, saludé al bibliotecario que probablemente ya estaba acostumbrado a verme casi a diario.

Hecho esto, me dirigí a mi lugar de lectura habitual, ubicado entre la sección de historia y la de economía, porque en su mayor parte siempre estaba vacío, lo que me permitía leer en paz, sin interrupciones.

Sin embargo, al llegar a mi lugar, en lugar de encontrar nada más que libros que nadie había prestado en años junto al polvo, encontré a una chica sentada en mi lugar leyendo, vestida con una capa oscura envuelta alrededor de ella.

Sinceramente no tenía idea de qué hacer ahora. Nunca antes me había encontrado con alguien en mi lugar, así que no estaba seguro de cómo reaccionar ante este acontecimiento inesperado.

"Lo siento, ¿este lugar fue tomado?" Preguntó la chica, en un tono suave.

Negué con la cabeza. Las reglas de la biblioteca eran como las reglas de la jungla: el primero en llegar es el primero en servir. Ella había ganado la carrera hoy.

"Puedo irme, realmente no hay problema", dijo la niña, con sus ojos azul violeta de constelación mirando a los míos. Sus ojos eran probablemente los más hermosos que jamás había visto, el color por sí solo

era impresionante.

Negué de nuevo con la cabeza, sacando mi libreta para escribir. "Está bien, normalmente leo aquí... Pero siempre puedo cambiar el escenario".

La chica no dijo nada, sus ojos sobre mí como si me escudriñaran hasta el alma.

"No puedo hablar... estoy mudo", agregué en otra nota. En caso de que estuviera confundida sobre por qué estaba usando notas para comunicarme con ella, quiero decir, no todas las personas asumieron inmediatamente que estaba mudo basándose en las notas, algunos simplemente pensaron que era raro al principio.

~Sé el lenguaje de señas~, la chica hizo señas, perfectamente podría agregar, asintiendo brevemente.

Sonreí y guardé mi libreta. ~Bueno, en cualquier caso. Siéntete libre de usar el lugar, realmente no me importa.~

Después de todo, tenía un lugar de respaldo, escondido en la sección de documentales en DVD de la biblioteca.

~Me sentiría mejor dejándote este lugar,~ respondió la chica.

Suspiré, ~ ¿Entonces podemos compartir el lugar? Vengo aquí por el silencio que ofrece este pequeño lugar, y si tú viniste aquí por lo mismo, bueno, no hay nada más silencioso que yo.~

La chica asintió, aceptando mi oferta, ~Eso sería aceptable.~

~Muy bien entonces, es un placer compartir este lugar apartado contigo....~ Dije arrastrando las palabras, tratando de entender su nombre. Aunque estaría totalmente de acuerdo con llamarla chica misteriosa.

~Raquel Roth.~

Sonreí y me senté a unos metros de ella, ~David Lance.~