Cachapas

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Febrero, 2024, un día muy concurrido, Rodyberto López, estaba más torpe de lo normal, se la pasaba viendo el teléfono en vez de atender a los clientes; afortunadamente Vicente no se dió cuenta de su estupidez, pues ya eran 4 clientes los que se habían ido por su tardanza.

—¡RODYBERTO LÓPEZ MARTELLI! ¡Vienes a mi oficina pero ya mismo!— O si...

Rodyberto tiró inmediatamente la basura que estaba recogiendo y abrió rápidamente la puerta de la oficina de Vicente Castillo, su jefe, para entrar—¿Si, jefaso?— Preguntó nerviosamente, mientras sudaba como pobre hombre en caldero de caníbales.

—Mira ve, siéntate— Respondió Vicente fríamente mientras apuntaba la silla enfrente de su escritorio.

Se notaba como Rodyberto aguantaba las ganas de llorar, gritar, y pegarle un coñazo a su jefe; pero obviamente no podía hacer nada más que rogar por piedad—¡Disculpa jefe! No me despida por favor, le prometo que la próxima no voy a andar viendo tanto el teléfono-—

—Sientate.— Interrumpió Vicente.

Rodyberto, temiendo aún más por su vida se sentó de manera temblorosa en la silla, juntando las manos a modo de un disimulado rezo.

—Mira, yo ya se el peo que tú me andas causando y me estás haciendo perder mucha plata, te juro que te iba a despedir hoy, pero, Pedrito Fuentes tuvo una quemadura en la cara de tercer grado, qui que por poner su cara en la estufa; así que tú vas a hacer las cachapas hoy. Si lo haces bien lo puedo re considerar— Dijo Vicente.

—¿Y por qué no los haces tú? Sabes que yo soy malísimo cocinando—

—Es que yo reprobé cachapa 4 en la uni, entonces lo vas a hacer tú.—

—No tiene sentido-—.

—Escuchame Rodyberto López, o me haces esas cachapas o te me vas—

—¿Y quién va ser de mesero?—

—De eso no te preocupas tú, ve a hacer esas malditas cachapas —

Rodyberto se había molestado por lo antipático que es Vicente, reprimió sus labios en acto de no querer partirle la cara a un supuesto chef, que todos sabemos que el solo tomó un curso de el papá de Adrián Velásquez en 3er año, e igualmente Vicente Castillo tenga las agallas de fundar un restaurante sin saber hacer cachapas.

—Escuchame maridito, en el puto contrato dice que yo soy mesero y ya, nada de ningún cachapero ni nada; no es mi culpa que tengas el pito corto y te de miedo hacer unas cachapas, porque no le prestaste atención al papá de Adrián Velásquez ya que andás pensando pura paja—

Vicente abrió los ojos como platos y se levantó de su silla para luego darle un golpe a la mesa con ambas manos— Tu y yo sabemos que no la tengo corta López, además, la tengo más larga que tú—

—¿Ah sí? Pues no parece—

—¿Quieres que te lo demuestre acaso?—

—Nah mano, no se puede, necesitarías una regla de profe de matemática, por qué con la de 30cm no me alcanza—

—Tranquilo que la regla que tengo si tiene milímetros— Vicente sacó una regla que tenía en un vaso con lapiceros y se fué hacia al lado de Rodyberto, el cual seguía sentado. —Dale pue, párate—

Rodyberto López y Vicente Castillo empezaron a hacer la prueba, a lo que inesperadamente entró Juan Carlos, uno de los cocineros, colocó la cara de susto más traumante que cualquier ser humano pudo haber visto — Mire jefe nos falta platani- ¡Ersia Rody! ¡Tienes una tercera pierna parece!— Dijo horrorizado—¿♪Como te pusiste esos jeanes♪?— Luego Juan Carlos volvió a recordar lo que acababa de ver y cerró la puerta mientras cerraba los ojos con horror.

—♪Hace que mi mente maquine♪ Jajaja— Respondió Rodyberto en broma— ¿Viste? La tienes chiquita—

—Son solo unos pocos centímetros de diferencia Dios.— Dijo fastidiado rodando los ojos mientras subía el ziper—

—¡Hubieras visto tu cara!—

—Yo no hice ninguna cara. Será de horror lo que e'—

—En fin — Dijo Vicente— Ve a trabajar coño.

—¿Por que insistes tanto en que lo haga YO?— Preguntó Rodyberto

—Porque estás más cerca de la oficina—

—¿Y por qué me quieres cerca de tu oficina?—

—...— Vicente quedó en silencio por unos segundos — Por que tú no haces un culo. Y mejor haces algo esta vez o si no te juro que te arranco la oreja.

Hasta ahí terminó la conversación, Rodyberto hizo las cachapas por el resto de el turno, podía oler los cigarros de Vicente provenientes de su oficina, lo que lo fastidiaba. Pocas cachapas le salían bien, la mayoría salían o muy crudas, o muy quemadas, pero como tenía el ojo de Vicente en su hombro a cada rato se esforzó más en parecer que está siendo muy útil.

El turno al fin terminó, Rodyberto, como todos los días esperaba su pago, a lo que obviamente Vicente no le dió nada; pero se veía más tranquilo, no sabemos si es por fumar tanto o por andar viéndole el culo a Rodyberto todo el día. A diferencia de los demás, Juan Carlos estaba muy traumado, Rody escuchó como el le decía a los demás compañeros lo que vivió mientras hacía las cachapas.

Bueno mis bupis, espero les haya gustado está estupidez 🥰, es muy corto, lo sé pero bueno en fin, espero que tenga más ideas en un futuro, byeeeeeeee



Plato muerto (Dead plate venezolano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora