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                                    Una ayuda
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-Un sonido sonó por toda la sala, si es que se podría llamar así. Para algunos significaba el comienzo de un nuevo día o a otros, el comienzo de su "sufrimiento"  (yo :D)-

-Satetsu... Por otro lado, estaba sofá, dormido de una forma muy peculiar, pues, al parecer el sofá no fue suficiente como para su cuerpo, pues sus extremidades estaban colgando de este mismo. Pero al escuchar su alarma, hizo que despertara de su sueño embellecedor, sus ojos picaban y su cuerpo le pedía que se quedará en ese lugar, aunque no fuera lo mejor, lo era más que una silla de avión-

-En contra de sus deseos, abrió sus ojos, tratando de acomodarse a la luz del exterior, que entraba por el vitral de la casa, el chico soltó un gran gruñido y maldijo en su mente. Inmediatamente cerró los ojos y se los tayo-

(...)

-Un Satetsu se encontraba ya en la cocina de su nueva casa, revisando que podría desayunar, se acercó a las alacenas y no encontró nada y allí se dio cuenta, en esa casa no había ni un poquito de comida. Hizo una gran nuca y murmuro para si mismo-

Maldita sea... No hay nada -rasco su sien y fue en busca de su cartera y su maleta para poder tomar una muda de ropa más cómoda, viendo estos, unos simples pantalones beige y una playera negra pegada a su trozo junto con un par de botas negras-

-Salio y busco por la zona una tienda de conveniencia, hasta que la encontró, sonrió levemente victorioso, entro y se escuchó el característico sonido de las puertas habiéndose junto a la campanada avisando que alguien nuevo había entrado. En la caja registradora se encontraba un rubio teñido, fumando y leyendo un periódico, que rápidamente dijo un simple "bienvenido", el solo hizo una pequeña reverencia, agradeciendo la bienvenida, y entro tomando una canasta tomando todo lo necesario para unas semanas-

-Una vez hecho, se acercó a la caja registradora, llamando la atención del rubio, dejando el periódico a un lado y  a la vez alzando la mirada, dónde se encontraría al castaño-

-Sus ojos se abrieron de manera de sorpresa, mientras abría su boca sin creerlo deja caer el cigarro de sus labios, que al caer en su pierna reacciona, este inmediatamente se levanta como una reacción y deja que el cigarro caiga al nivel de sus pies-

¡DIOS! señor se encuentra bien!? -menciona el castaño, que todo esté momento se quedó del otro lado de la caja registradora-

Si... Si estoy bien- Menciono el teñido una vez, que apagó el cigarro con su pie- Tu!...

Yo? -contesto de regreso-

Si, Tú! -El rubio suspiro y paso su mirada de arriba a abajo- Eres Satetsu. No es así?

𝑀𝑖𝑠 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒ñ𝑜𝑠 𝐶ℎ𝑖𝑙𝑑𝑟𝑒𝑛𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora