3. La Casa Verde

1 0 0
                                    

_Esa es la casa -dijo Toto, de repente.

Yo estaba distraído, tratando de adivinar dónde desembocaría la calle por la que íbamos y no me di cuenta de qué me hablaba. Toto estacionó la camioneta y señaló la vereda de enfrente.

_ ¿Te gusta?-me preguntó.

La casa estaba en una esquina. Era toda verde. Digamos que eso fue lo que creí, apenas la vi. Después me di cuenta de que no era tan así. Lo que pasaba es que estaba cubierta casi por completo de enredaderas. Era una casa de dos pisos, con un jardín alrededor y un cerco de plantas que se asomaban por encima de una pared de piedras. La puerta del jardín era de madera y estaba pintada de verde. Había árboles en la vereda y en el jardín.

_ ¿A esa casa vamos? - pregunté.

-Sí. Tengo que colocar los armarios de la cocina. Ayudame a bajarlos.

Yo bajé los cajones, que eran más livianos. Toto bajó todo lo demás. Una señora que parecía enojada abrió la puerta del jardín y nos hizo pasar.

_ ¡Qué tal, cómo le va! ¿Se trajo un ayudante? -le dijo a Toto. A mí, ni me miró.

Toto acomodó todo en la cocina y empezó a trabajar. La mujer le dijo que iba a estar en el lavadero y que cualquier cosa que necesitara, la llanmara. Salió y nos dejó solos. Yo tenía hambre. Menos mal que había llevado la mochila con las provisiones. Saqué el paquete de galletitas de chocolate y me puse a mirar por la ventana.

_Qué linda casa dije-. Me gustaría recorrerla. ¿Se podrá?

_No. Acordate de lo que te dije. No estás ni en tu casa ni en la mía. Acá no se puede andar de un lado para el otro. Si querés, andá al jardín. Más que eso, no.

_ ¡Y si quiero ir al baño!

_Le pedís permisoa la señora.

_ ¿Necesitás que te ayude en algo?

_Por ahora no, quedate tranquilo.

Toto siguió martillando y yo me fui al jardín a comer las galletitas. Lindo el jardín. Me puse a recorrerlo y vi que daba vuelta alrededor de toda la casa. Estaba Ileno de plantas con flores y tenía el pasto bastante alto. En casa, el encargado de cortar el pasto es mi papá y seguro que si veía ese iba a decir que necesitaba una podada. De repente, algo me llamó la atención: debajo de un limonero había una pelota. ¿De quién sería? Toto no me dijo que hubiera chicos en la casa. Él conocía a la mujer antipática, nada más. Y bueno, pensé, yo la agarro y pateo un rato; si aparece el dueño le digo que juegue conmigo y listo.

Era una pelota nueva, parecía casi sin usar. Me puse a hacer jueguito; no quería patear muy alto, por las dudas, a ver si rompía un vidrio y Toto tenía que pagarlo. Estuve un rato así, hasta que empecé a sentir algo raro. Me parecía que alguien me estaba mirando. Qué sé yo. Fue una sensación extraña. Me sentía observado, pero no sabía por quién. Miré para un lado y para otro, pero no vi a nadie. Seguí pateando. Al rato, volví a sentir una mirada, pero ahora era diferente: sabía quién me estaba mirando.

_Por favor, dejá esa pelota -dijo la señora antipática- Dámela que la voy a guardar.

Se la tuve que dar. No me iba a poner a discutir. Después de todo, ella estaba en su casa y yo no. Volví a la cocina y ayudé un poco con los armarios. Comí lo que me quedaba en la mochila, le saqué una foto a Toto trabajando y pedí permiso para ir al baño.

_No tardes que ya nos vamos -dijo Toto y se quedó charlando de los armarios con la señora.

El baño estaba al lado del lavadero y también tenía una puerta que daba al jardín. Era un baño chiquito, y junto con el lavadero y la cocina, parecían separados del resto de la casa. Cuando salí, algo cayó a mis pies. Miré para arriba y vi una ventana abierta en el primer piso. Levanté una piedra que tenía un papel sujeto con una gomita. ¿Quién la habría tirado? Saqué el papel, me guardé la gomita en el bolsillo y dejé la piedra en el suelo. El papel era una hoja rayada de cuaderno. Tenía algo escrito:

"Hola, Maradona. Escondé el papel y no digas nada. Que no lo vea la bruja. Escribime a: Minotauro(@ yumail.com.ar"

El Misterio De La Casa Verde (Libro 2/ Transcribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora