Vida de una sissy

Mi Nuevo Amo

Ya habían pasado un par de meses desde el festival escolar y seguía sin creer que había hecho "eso" en el glory hole. Apenas y recordaba que hece con exactitud pero si recordaba el placer y el deseo que había sentido.

De todos modos. Después de eso recuerdo que cada después de venirme, me comía mi propio semen qué soltaba cuando me venía. Cada noche era eso y cada mañana era sentirme culpable y que luego lo volviera a hacer en la noche. Era adictivo ese sabor salado y viscoso qué siempre se quedaba atrapado en mi boca.

De cualquier modo ya era la graduación. Al fin iba a salir de aquí y a conseguir un hogar gratis solo por lucirme un poco más femenino,aparte no sería en cualquier casa. Lo más probable era que fuera una gran mancion o al menos una propiedad muy bonita.

Esa mañana antes de la graduación, a cada uno de los estudiantes nos dieron la instrucción de lucir lo mejor posible pues sería hoy el día que alguien nos adoptaría.

Yo decido ponerme una falda de color blanco con un moño en la cintura, una blusa de manga larga de color negro y hacerme una colá de caballo con mi pelo. Me vi al espejo y parecía una niña de verdad.

Mi cintura era ancha y mis glúteos junto a mis muslos eran de un buen tamaño, tambien tenía unos pequeños pecho que se de notaban un poco si me ponía de perfil.

"Todas" nos presentamos frente a los directivos que daban un discurso para inspirarnos.

— Y con toda la educación que ustedes recibieron. Se que todas nuestras niñas están listas para servir de manera incondicional a sus nuevos amos.

Después de aquel discurso, "todas" fuimos a un pequeño edificio donde cada una sería escojida por su nuevo amo. Muchas no tardaron en ser elejidas  rápidamente y yo si bien llamaba la atención de uno que otro, no había nadie que me quisiera.

Hasta que el mismo hombre que había visto por primera vez en el festival apareció. El parecía estar algo aburrido y hasta indiferente por la situación pero su rostro cambió cuando me vio.

El dirigió su mirada hacia mi y sonrió. Yo también sonreí muy nervioso y me sonroje. Luego vino enfrentente de mi y dijo con una voz tan seductora.

— Me llevo esta. Es bastante linda.

Después de eso el me tomo de la mano y me llevó a donde se hacía el papeleo para la adopción completa y dejar claro ante la ley que yo le pertenecía.

Después el me subió a su limocina donde nos sentamos uno al lado del otro. No había mucha separación entre nosotros y el hombre tenía su mano sobre mi hombro, haciando una clase de avazo protector y a mitad de camino el empeze a hablar.

— Mi nombre es Sebastián pero me puedes llamar amo si te sientes más cómoda y no te preocupes por tus cosas. Ya no las nececitas.

— Mi nombre es Lalia — hise una pequeña pausa — eso creo.

— Ya lo se, lo vi en los papeles y también decían que venias de una mala familia —me volteo a ver a los ojos y se acerco un poco mas— ¿Eso es cierto?

Yo respondí con un si algo tímido y después Sebastián siguió.

— Ay, pobre de mi niña. De seguro la pasaste tan mal que preferiste estar en una escuela para ser una sissy que pasar otro día más ahí.

Después de eso me abrazo y llevo una de sus manos a mi pecho, el cual acariciaba con bastante delicadeza. No lo detuve en ese momento y creo que por eso el siguió haciendo ese masaje hasta que llegamos a su casa.

La verdad es que era algo modesta. Era muy grande pero no una mancion como esperaba. Bajé de la limocina junto a Sebastián, después la limocina se fue y mi amo saco unas llaves con las que abrió la puerta y revela a mi nuevo hogar.