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Capítulo 12.

El alfa frotó sus manos contra la tela del pantalón, observando el reloj que decoraba en la sala de espera mientras se mantenía atento a cualquier enfermero o médico que saliera por las puertas que conectaban al pasillo donde el omega se encontraba. 

Desde que habían llegado al hospital, las enfermeras le notificaban que Taehyung aún seguía bajo revisión y que en cualquier momento un médico iría a informarle sobre su condición. Pero las horas transcurrían, y tanto Jungkook como su lobo ya se sentía demasiado impacientes al no saber nada desde que lo dejó ir. 

Su cuerpo se tensó al ver a un médico salir por el pasillo, buscando con la mirada por toda la sala de recepción. La mirada del hombre mostraba la evidente preocupación que expresaría a quién fuera que le hablara, y fue en ese momento que Jungkook rezó a todas las deidades posibles de ser él a quien le llamaran, solo podía sentir malas noticias avecinándose. 

—Familiares de Kim Taehyung.—El nombre le hizo desplomar su corazón, levantándose con pesar. 

Alzando la mano, se acercó aún y cuando sus pies se sentían como si cargara plomo sobre ellos, arrastrándose con temor a recibir una noticia mala. El recuerdo vago de pasar por esa situación le hizo eco en la mente, sintiendo como su lobo se retraía y le exigía no seguir caminando, que diera media vuelta y se largara si con ello pudiera posponer lo malo que se avecinaba. ¿Qué era diferente esta vez? SiWoo ya estaba a su lado, tenía a un maravilloso cachorro que dependía de él pero, a pesar de saber aquello, ¿Por qué sentía una opresión peor al día en que perdió a su omega? Con Kyong, aunque había sido dolorosa la noticia, sabía que ahora disponía de su bebé y que debía de abogar por él, ¿Por qué con Taehyung se sentía lo triple de mal? 

—¿Usted es familiar del paciente Kim?—La voz del médico lo sacó de sus pensamientos, haciéndolo detenerse. 

—Soy amigo suyo.—Se limitó a contestar. 

Aunque el hombre no pareció convencido con su respuesta, soltó un suspiro.—¿Puede acompañarme? Creo que la vida de su amigo corre peligro y necesitamos hablar de esto a solas. 

Jungkook lo siguió con gesto consternado, dejando salir por medio de sus feromonas la preocupación que iba creciendo dentro suyo. Trató de controlarse, pero conforme iban caminando por el pasillo, sentía que se le dificultaba respirar, temeroso por lo que escucharía. 

—Adelante, puede tomar asiento.—Acató lo dicho en silencio, entrando en la espaciosa oficina. 

—¿Qué es lo que está mal?—Cuestionó en cuanto el hombre tomó asiento enfrente suyo, dividiéndolos el escritorio. No podía detener por más tiempo aquella pregunta, necesitando saberlo en ese momento o se volvería loco por los nervios. 

—¿Usted conoce cómo funciona la parte de los destinados? O bien, ¿Usted cree en todo ello? Cuando dos personas conectan por medio de su parte humana y animal, aquellos que ya está por escrito su unión.—Con un asentimiento, siguió.—¿Y también conoce las consecuencias de conocer a su destinado, pero que este no corresponda? 

—¿Qué tiene que ver todo ello con Taehyung?—Frunció la frente, confundido. 

—A lo que quiero llegar, es que el paciente Kim presenta todos los síntomas del rechazo por su destinado. No es solo una enfermedad que pueda tratarse con medicamentos, no es algo de lo que pueda estar en nuestras manos porque no controlamos la parte animal, solo él y su destinado puede enmendar el dolor que está sintiendo en estos momentos. Por nuestra parte, no hay mucho que podamos hacer, ni siquiera para disminuir el sufrimiento que siente ni con los mejores expertos en el hospital, tampoco podemos medicarle algo para que el dolor desaparezca o sea controlable, solo podemos tenerlo en observación en espera que la otra parte haga algo. 

—¿Y si no hace algo la otra parte? ¿Q-qué sucede con él?—Titubeando un poco, se mantuvo en la orilla del asiento. 

—Como en la mayoría de los casos, me temo que él morirá por el dolor, agonizará hasta el punto en que su lobo deje de insistir, y una vez que la parte animal fallezca, será cuestión de minutos, o inclusive horas, para que él también lo haga. Pero, independientemente del lapso en que quede respirando aún con la ausencia de su parte animal, para él será estar en blanco, no reaccionará, no habrá nada que pueda hacerlo razonar hasta que deje de respirar. 

El alfa se aferró a los reposabrazos, apretando la madera debajo de su palma mientras trataba de respirar. Por un momento dejó de escuchar las palabras del médico, sintiendo un zumbido en sus oídos mientras procesaba todo lo que acabas de escuchar. ¿Morir era su destino? ¿De esa manera tenía que acabar con todo? 

Cuando conoció a Kyong, mientras que su omega ya había conocido a su destinado, sin embargo por medio de su rechazo decidió olvidarlo y fue cuando conoció al alfa, solo de esa manera no había sucumbido al dolor que le provocaba tal suceso. Pero Jungkook no conoció a su destinado, se aferró a la idea de poder hacer el resto de su vida a lado de Kyong sin importar que no fueran destinados, ¿Por qué seguir buscando a una persona que no estaba seguro de conocer? También había historias donde personas jamás se encontraban con sus destinados, muriendo solos por haber esperado toda su vida por ellos. ¿Y si tenía a un maravilloso omega su lado, por qué esperar a conocer por su destinado? Él se había aferrado a la idea que no era necesario, puesto que ya lo tenía todo a su lado y no pensaba cambiarlo por nada. 

Todos creían que estar enlazado con alguien era maravilloso, la idea de encontrar a la persona que estaba destinada a pasar el resto de sus vidas juntos sonaba demasiado bien, pero ¿Y si no lograban conocerlo? Aquella ilusión desaparecía, desperdiciando toda una vida en esperar de su llegada cuando no sucedería de esa manera. Jungkook estuvo en contra de ello por un tiempo, además ¿Y si no era una buena persona? Temía que su destinado fuera una persona que se dedicara a una vida mala, que no fuera la persona con la cual adoró conocer por tanto tiempo hasta que llegó Kyong de una manera inexplicable. 

No se arrepentía de cómo vivió su vida a lado de su omega, solo si pudiera cambiar el hecho que sus destinos no estaban escritos a pasar el resto de sus días juntos, serían lo único que cambiaría. Y ahora, donde sentía a su lobo llorar y ordenarle que saliera de esa oficina porque estaba entrando en un sentimiento profundo de desesperación, volvía a creer que, lo que sea que la Diosa luna hubiera planificado para cada uno de ellos, era injusto si terminaba en el rechazo y en el deceso de alguno de ellos. 

Sin saber qué decir a todo lo que el hombre le mencionó, bajó la mirada.—¿Puedo verlo? 

—Claro, solo creía que necesitaba saber lo que podría sucederle a su amigo. En estos momentos, lo mejor es que pase tanto tiempo pueda a su lado, eso podrá animarlo un poco y hacer de este proceso menos doloroso. 

En lugar de hacerlo sentir mejor por ser de mínima ayuda a Taehyung, solo lo hizo sentir peor. ¿Simplemente tenía que estar a su lado y resignarse a verlo tan mal hasta que dejara de vivir? Eso no sonaba para nada agradable, deseaba hacer algo más que ello. Pero contrario a lo que pensaba, simplemente siguió al hombre fuera de la oficina de regreso al pasillo, encaminándose a un par de puertas hasta que lo sintió en ese momento. 

Antes de que siquiera el médico pudiera decirle que en esa habitación se encontraba el omega, abrió la puerta y dirigió su mirada a la cama, dejándose caer de rodillas al tiempo que todo parecía cobrar sentido en su interior. Conforme la figura de Taehyung sobre la cama lo invadía por completo, su lobo aulló en agonía por ver al omega en mal estado, deseando poder ayudarlo. 

Y cuando tres particulares aromas llegaron a su nariz, aquellos aromas con un amargo desprender que le hacían encogerse en su propio lugar, fue cuando las señales que su lobo le había dado todo ese tiempo que compartió con Taehyung que pudo comprender la situación. 

Solo sabía dos cosas, y una de ellas se trataba de que solo en él caía la responsabilidad de hacer mejorar al omega, su vida estaba entre sus manos. 

Y no estaba seguro si sentirse un tanto aliviado o temeroso por esa información.