DREAMING

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Allí estaba, acostado en su cama mirando el techo blanquecino de su cuarto, que a decir verdad no lo era del todo, este padecía de alguna que otra mancha debido a la humedad que se plasmaba en él.

Él chico de cabello oscuro yacía pensando allí durante un largo período de tiempo, se podría decir que casi todo el día, ya que en ningún momento se había levantado de su cama y observando por la ventana se veía como el sol se iba escondiendo poco a poco entre montañas.

Wooyoung aún no podía superar la muerte de sus padres. Habían pasado aproximadamente 4 meses de dicho suceso. Quizás era muy temprano para poder superar aquello, ¿no? O más bien, no lo podía superar por la culpa que caía sobre él.

Él era el único hijo de los Jung, así que por cierta parte era el único sucesor al puesto de jefe de la empresa de su padre. Aquella idea le repugnaba, odiaba el lado economista y empresarial. En ningún momento se había preaparado para eso, no sabía ni como pagar los insumos básicos de su hogar como lo son el agua y la luz.

Su padre desde pequeño le había metido la idea de que cuando grande iba a ser un gran empresario. Al pequeño Jung nunca le emocionaba aquello, eran las mismas conversaciones una y otra vez hasta que un día tomo el valor de decirle que no quería asumir esa responsabilidad, que el quería estudiar en la universidad como un chico normal y que anhelaba ser un bailarin profesional de danza contemporánea. Si hubiese sabido que su padre iba a reaccionar de tal forma, hubiese preferido callarse por el resto de su vida.

ㅡ¿Estás loco? ¿Prefieres ser un bailarín en vez de un empresario con ganancias aseguradas por el resto de tu vida? Siempre eres un mal agradecido, Wooyoung. Trabajo día y noche para que cuando asumas tu cargo todo sea mucho más fácil en la empresa. Tienes dinero asegurado, siendo bailarín vas a terminar en la calle siendo un pobre de mierda. Quieras o no, vas a asumir ese cargo, Jung. Tienes mi apellido, así que vas a acatar cada orden y regla que te asigno. ㅡdecía su padre mientras elevaba poco a poco la voz. ㅡ

Puede que ahora mismo no tenga quien le de dichas ordenes y/o reglas, así que muchos pensarían que ahora perfectamente se podía negar a asumir dicha responsabilidad, pero esto no era así.

Tiempo antes de que sus padres fallecieran lo habían llevado presencialmente a la empresa. El estar allí era otro tipo de ambiente, todo era moderno de colores blanco, negro, dorado y gris. Todas las personas vestían muy formal, con trajes, bien peinados y demás. Wooyoung no se podía imaginar en aquel lugar, definitivamente no era su ambiente.

Al estar en la oficina de su padre, lo obligaron a firmar unos papeles en donde aceptaba que cuando tuviera la mayoría de edad asumiría la jefatura de la empresa sin problemas. Wooyoung no quería, quería negarse a ello, pero la presión que ejercía su padre en su nuca lo termino por obligar a firmar los papeles. Estaba completamente perdido.

Si bien, a pesar de encontrarse solo actualmente en su hogar, el hermano de su padre lo ayudaba a pagar los insumos de esta, sin embargo, no entendía muy bien el porque de eso. Siempre lo habían odiado, tanto los familiares de su padre como los de su madre. Y podría decir que hasta sus propios padres lo odiaban, ¿la razón? Ni él lo sabía.

Desde pequeño era rechazado por ellos, en ninguna de sus etapas de crecimiento fue querido como el tanto anhelaba. Nunca había recibido un misero abrazo ni tampoco sabía lo que era sentir que alguien te dijera "te amo" o aunque sea un "te quiero". Para Wooyoung, el amor no existía ni mucho menos las personas buenas en aquel mundo donde vivía.

Para aquel chico hundido en depresión, todos los seres vivientes eran crueles. Nunca había entendido la razón de que lo odiaran, desde que tenía memoria se preguntaba que tenía su cuerpo, su cara, su personalidad.