Mis ojos sobre los de él.
Los suyos sobre los míos.
Cole Walter no podía apartar la mirada de mis ojos y aunque yo pudiera hacerlo, tampoco lo haría.
Durante toda mi vida me había preguntado cómo sería poder ver los colores, como se sentiría poder hacerlo. Y ahora que por fin podía hacerlo, no sabía que si lo que en realidad me parecía hermoso, era poder saber el color de sus ojos, o el simplemente hecho de poder verlo a él.
Sentía como si hubiese pasado vidas enteras viendo sus ojos, hasta que oír la voz de Will me hizo caer en la realidad.
— ¿No van a presentarse? — le preguntó con molestia a sus hermanos, pero creo que se dirigía más a Cole que al resto.
— ¿No debería hacerlo ella primero? — preguntó Cole, subiendo las cejas mientras me miraba.
Y en ese momento comprendí que todo en Cole Walter era hermosamente maravilloso, desde sus ojos hasta su voz, dudaba mucho que él tuviera algún defecto. Pero aún así,algo dentro de mí me decía que anduviera con cuidado.
Al fin y al cabo, las cosas más maravillosas, terminan siendo las más letales. Y tal vez es por esa razón que lo miré con desafío mientras cruzaba los brazos, con una sonrisa que goteaba un poco de diversión.
— ¿Desde cuando los anfitriones tratan así a sus invitadas? — pregunté con una sonrisa divertida, aunque en el fondo sabía que él se había tomado aquello de la forma en la que yo quería. Como un reto, como un juego.
— ¿Y desde cuando las invitadas son descorteses con sus anfitriones? — preguntó con tono retador y con una sonrisa arrogante, y el enojo empezó a recorrerme por un segundo.
— ¡Alto ahí! — intervino Will antes de que yo pudiera decir algo más — Cole, ella es Lyra Bennet, viene de California y se quedará con nosotros un tiempo — en todo momento su mirada me mantuvo en su hermano menor — Jackie, Lya, él es Cole — presentó cortamente.
Después de eso, no sé cómo, pero Jackie y yo terminamos empapadas por culpa de un perro. Aunque mi nueva amiga se molestó, yo me reí.
Por un segundo aquel momento me recordó a las tarde en California, cuando mis amigas y yo íbamos a la playa a broncearnos, pero Mathias llegaba con una de sus pistolas y agua y nos mojaba. Y tan rápido como mi sonrisa llegó, desapareció.
Porqué momento así nunca jamás volverían a existir, porque yo ya no estaba en California, y Mathias jamás volvería a estar junto a mí para mojarme con sus pistolas de agua.
Cuando estaba a punto de entrar a la casa, me volteé para ver a Cole una última vez, y noté que estaba mirándome con una sonrisa egocéntrica, burlándose de que me había mojado. Y en ese momento comprendí cuál era el problema si te enamorabas de alguien a primera vista.
Porque cuando vi a Cole a los ojos por primera vez y descubrí que era mi alma gemela, nada más me importó, solo quería estar junto a él aunque me rompiera el corazón mil veces, con la esperanza de que si yo podía romperle el auto al menos una de todas esas veces, significa que él me amaba tanto como yo a él.
Pero ahora que lo conocía desde hace cinco minutos había dudado de cada uno de mis antiguos pensamientos. Solo que había uno que si se mantenía, su estúpida sonrisa era la más bonita que había visto en mi vida.
Así que le sonreí como hacía tiempo que no lo hacía, mientras le sacaba el dedo del medio, y luego me volteaba y me adentraba en la casa.
Pude oír su risa explotar detrás de mí, la risa más linda.
Y por un momento pude comprender que lo que Cole y yo estábamos haciendo, lo que íbamos a hacer, era jugar un juego. Uno que ni siquiera sabía que existía, uno cuyas reglas no existían, un juego que podía acabar conmigo, quitarme lo único que me quedaba.
Pero aún así estaba dispuesta a jugar, aún así estaba aceptando aquel trato con el que creía que era el diablo. Yo estaba apostando todo, y ni siquiera sabía cuál era el premio. Y en el fondo de mi corazón, deseaba que Cole estuviera haciéndolo mismo, porque sabía lo que pasaría si él ganaba, yo podría hacerlo feliz, tan feliz que nadie notaría ni un gramo de tristeza en sus ojos azules.
Pero aún así, había una duda que no salía de mi cabeza, una que empezaría a carcomer me ¿Qué pasaría si yo perdía? Y tenía miedo de la respuesta
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Este cap es un poco corto, lo siento por tener tiempo sin actualizar :(
Voy a intentar publicar un cap más largo en estos días, pero no prometo nada
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Maroon- Cole Walter
FanfictionLyra Bennet había perdido el control. Y todo el mundo lo sabía. Sus amigos. Sus padres. Y aunque lo negara, ella misma. Estaba en un hoyo, y de alguna manera, solo conseguía seguir cayendo. No había salida. Ni forma de huir. Ni forma de mejorar. Y e...