Sedúceme #3 ↛elrubius y tú

Capitulo 3

Capitulo 3

- ¡Brindo por Mangel! -dijo Rubén, entre risas. Y levantó la Heineken vacía. - por que es un completo imbécil al que... - lo miró. Las risas se hicieron más grandes. - al que quiero. - varios silbidos se escucharon desde atrás. Tal vez de Samuel o Alex. - sí, jo.der ¿cuál es el problema con eso? Eres un tío de puta madre.

- ¿Te has puesto sentimental? - le preguntó Mangel.

- Hoy cumples veinticuatro, cualquiera se pondría así al ver que ya eres anciano... - Rubén le golpeó el hombro. - y que pronto no podrás fo.llar. - se rio.
Mangel lo miró mal.

- Yo también quiero brindar. - exclamó Guillermo. Levantó su lata llena de Heineken. Samuel, Rubén, Mangel y Alex se voltearon a mirarlo. - bueno, por todo... por lo que dijo Rubén, que no podrás fo.llar... - todos rieron. - por ser... oh jo.der, ya sabes. Eso que dicen... - hizo unas comillas con los dedos. - "por ser tú" y por ser el hijo de pu.ta más increíble del mundo. - y lo abrazó. Mangel le correspondió el abrazo. Y se rieron. Entre los cinco.

Emma abrió de pronto la puerta de la casa de Rubén, entrando a ella. Traía un bonito pastel en sus manos. Lo puso sobre la mesa. Y su piel se erizó poco después al sentir las manos de Mangel abrazarle la cintura. No había nada que le hiciera más feliz que tenerlo a su lado.

- Yo... - empezó Alex. - iba a traerte personalmente a unas buenas amigas, ya sabes... son veinticuatro años y... - Emma le golpeó el hombro. Rubén soltó una risa, al igual que los demás. - pero pensé que a Emma no le gustaría.

- Idiota. - le dijo Emma.

- Que linda.

- Vale, yaya... ¿mi auto tiene combustible? - preguntó Rubén, pues Mangel había sido el último en usarlo.

- Sí. - contestó él. - ¿irás a recoger a...
Mangel le sonrió. Rubén asintió sonriendo también, jugueteó con las llaves de su auto.

- Iré por Kendall y regreso. - les dijo. Los demás se quedaron sorprendidos al observar esa actitud en él, hace mucho...mucho que no actuaba así por una mujer... Emma subió la mirada hacia Mangel. Este no pareció notarlo. Ruben salió de su propia casa, cerrando la puerta.

Y mientras los otros se dedicaron a repartir el pequeño pastel que Emma había traído. Mangel susurró algo en el oído de Emma...

- ¿Ya se lo has dicho? - le preguntó. Emma negó con la cabeza. Y la verdad... no sabría en que momento decírselo. Cómo decírselo. Y sobre todo... de qué forma reaccionaría él.

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Aquí otro capítulo! Perdón por no subir, estoy haciendo todo lo posible para subir, ahorita no tengo computadora, se la tuve que pedir a mi tía para subir capítulos; espero y me comprendan:(