División de control de energía negativa del inframundo.
En una habitación cuya oscuridad queda opacada por el brillo de las pantallas de los tantos ordenadores resuenan el sonido de botones siendo presionados y los pasos de seres de apariencias compuestas que se desplazan en distintas direcciones intentando cumplir con sus labores.
"La vida y la muerte de los malos..."
"¿¡El porcentaje de captura sigue al 3%!?"
"¿Cómo van las cosas por Europa?..."
"Patea el trasero de esos malvados..."
Voces quejumbrosas y amargadas hacen eco dando a demostrar su descontento e insatisfacción con algún caso que tenían entre manos.
Entre todas esas protestas una voz diferente pero con un tono igual de tenso hace eco.
"¡¡Lo siento, llegué tarde...!!"
Esas palabras escaparon del rostro cansado y tenso de lo que parecía ser una chica de unos 16 o 17 años la cual acababa de entrar vistiendo un vestido morado adornado con una túnica de un tono rosado semitransparente y sujetaba una escoba entre sus manos.
Una pequeña figura que vestía un manto oscuro que cubría todo su cuerpo a excepción de su rostro el cual parecía una calavera detuvo su trabajo para volverse hacia la chica.
"¡¿Qué pasa con eso, Erushi?! ¿Para qué es esa escoba? ¿Acaso piensas seguir siendo el demonio de la limpieza...?"
Preguntó con una voz algo chillona.
"¡Lo siento! Es solo que me ayuda a calmarme..."
Respondió la chica nerviosa mientras se inclinaba.
"Dioses, es el fin del infierno si tenemos que encargar una misión de este grado al demonio de la limpieza a encargarse de los malos."
Dijo mientras una gota de sudor frío bajaba por su rostro.
Su identidad era nada más y nada menos que la del Encargado del Departamento de Contramedidas del Infierno así como el superior de todos los demonios presentes. Conocido por todos como el jefe Dokuro.
"M-me esforzaré..."
Respondió la chica reuniendo valor y determinación.
El jefe solo asintió mientras se volvía hacia el ordenador en un intento de disminuir el trabajo que tenía acumulado.
Elsie volvió a levantarse mientras miraba a su jefe con algo de inseguridad.
Esto fue notado por él quien sin dejar de teclear en el ordenador le habló.
"¿Sucede algo?"
La chica se mostró algo inquieta pero reunió el coraje para preguntar lo que la molestaba.
"Verá. Es sobre mi compañero..."
El jefe Dokuro detuvo lo que hacía dándole a demostrar que tenía toda su atención.
"¿En serio existe un humano capaz de enamorar a cualquier chica...?"
Esta era una duda que la carcomía.
¿Cómo es posible que existiese un humano de tal calibre? Y si es así, ¿No quería decir eso que tendría que tener cuidado de él?
Elsie salió de su ensimismamiento mientras notaba que las cuencas vacías donde deberían estar los ojos de su jefe la miraban haciéndola sentir incomoda nuevamente.
El jefe sonrió ante la pregunta de la chica. Podía entender su preocupación.
"Así es mi querida Elsie... Un humano como él realmente existe... Y su nombre es..."
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El Nuevo Dios de las Conquistas através del Multiverso Anime.
FanfictionReencarné... Si este es ese clásico cliché de la reencarnación o al menos así debería haber sido. Aunque reencarné en un anime se me pide que vaya a otros animes a conquistar chicas. Después de todo ese es el trabajo del Dios de las Conquistas. Así...
