Caminando por los pasillos Keima pudo sentir las miradas de todos los presentes sobre él. Su clase ya había terminado y recordaba que dentro de unos minutos tendría que encontrarse con su 'hermana'.
Mientras caminaba pudo sentir el sonido de pasos apresurados que iban en su dirección.
Recordaba está escena.
Se apresuró a acercarse a una pared para usarla como soporte y se dió la vuelta para recibir el impacto. Estaba consciente de que su físico como gamer era algo problemático.
"¡Cuidado Otamega!"
Se escuchó a alguien gritar.
Una especie de cohete humano chocó contra él haciendo que dejara escapar un gemido ahogado por el dolor.
La figura de una chica de cabello negro corto se reveló entre sus brazos devolviéndole la mirada con su rostro avergonzado mientras sostenía una escoba rota.
"¿Estás bien?"
Preguntó sin darle tiempo a hablar.
La chica estaba un poco sorprendida por la amble actitud que demostró el chico en contraste con la mala actitud que suele tener.
"Uhm, estoy bien. Gracias."
Murmuró mientras el rubor en su rostro aumentaba.
"Es así. Eso es bueno."
Dijo con una sonrisa gentil ayudándola a ponerse de pie.
La chica lo miró con clara vergüenza ya que debido a lo sucedido estaba apenada de realizar su pedido.
Keima notó su reacción y sonrió internamente.
"¿Necesitas algo de mi Takahara-san?"
Preguntó con la misma sonrisa causando que a Ayumi se le acelere el corazón.
"Yo... Yo... Yo q-quería pedirte perdón ya que no p-podré ayudarte en la limpieza de la azotea."
Dijo tartamudeando mientras hacía acopio del poco valor que tenía y le entregaba la escoba.
"¿Es así? Supongo que debes estar muy ocupada con la competencia que se acerca verdad."
Dijo Keima recogiendo la escoba.
"Hm, eso es. Espero que puedas disculparme, otamega, quiero decir Katsuragi -kun."
Keima río levemente al notar como se corrigió a si misma.
"No hay problema Takahara-san. Solo espero que a cambio ganes la carrera. Te estaré apoyando."
Dijo para luego retirarse.
La mirada de Ayumi asi como la de todos los transeúntes que rondaban por el pasillo quedó en la espalda de Keima mientras se alejaba.
"Ciertamente el es apuesto si lo miras de cerca. Además, dijo que me estaba apoyando. ¿Me pregunto que lo habrá hecho cambiar de forma tan repentina?"
Pensó Ayumi.
Sin embargo, al recordar que tenía entrenamiento nuevamente salió corriendo en dirección al campo de entrenamiento.
Keima por su lado caminó en dirección a la azotea pero algo lo detuvo. Un extraño pitido no dejaba de resonar en su cabeza causando que se marease un poco.
"¿Qué sucede?"
De la nada un extraño panel apareció en su mente.
</Se ha detectado al anfitrión./>
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El Nuevo Dios de las Conquistas através del Multiverso Anime.
Hayran KurguReencarné... Si este es ese clásico cliché de la reencarnación o al menos así debería haber sido. Aunque reencarné en un anime se me pide que vaya a otros animes a conquistar chicas. Después de todo ese es el trabajo del Dios de las Conquistas. Así...
