"Lo Que Un Hombre Debería Saber"─𝙇𝙞𝙭𝙗𝙞𝙣

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Changbin

Felix y yo llevábamos un muy hermoso matrimonio de, para entonces, más de dos años consecutivos. Ni un solo rompimiento, peleas escasas y amor infinito.

Él, cantante y compositor, de fama cada vez más creciente.
Yo, su mayor fan y secretario en una empresa bien parecida.

La vida era buena, y más a su lado.
Podíamos permitirnos vivir plenos y juntos gracias al apoyo del otro, ambos poníamos nuestro granito de arena para que nuestros sueños se cumplieran.

Y creí que él era tan feliz y estaba tan satisfecho como yo, hasta ese día.

Quizás era verdad que teníamos menos tiempo para el otro últimamente, y que una que otra vez no había sido el mejor novio que Felix merecía, pero...no creí que algo así pasara.

Un domingo, las ocho y media, llegué a casa y como de costumbre, él estaba en la sala de estar.

—Bienvenido, cariño.—Su sonrisa se ensanchó al verme cruzar la puerta, pero algo en esa hermosa mueca me hacía dudar.
—Hola, corazón. ¿Qué tal tu trabajo hoy?—Pregunté. El chico puso mi abrigo en el perchero y acomodó las mangas de mi camisa hacia atrás.
—Oh, bien, bien. Hablando de eso...¿Qué tal si te sirvo algo mientras te sientas y escuchas lo que hice?
—Suena esplendido, pero ¿no me tocaba cocinar hoy a mí?—Dije mientras me dirigía a la sala de estar. Cenábamos y charlábamos ahí los fines de semana.
—No te preocupes por eso, cielito.—Felix trajo dos platos de spaguetthi con camarones y se sentó frente a mi, no sin antes ponerme audífonos.
—Bien, ahora, tu comienza a agradecer por la comida mientras pongo la canción, ¿bien?

Apenas probé la comida me derretí bajo mi boca, Felix realmente sabía lo que hacía.

De repente, un sonido comenzó a inundar mis oídos suavemente, el sonido de un instrumento de cuerda sonó armónica y audazmente hasta que la hermosa voz de Felix llenó mis sentidos.

Y me habría dejado llevar por su angelical sonido, de no ser porque, por alguna razón, mi cerebro decidió comenzar a prestar atención a la letra. Ese era mi trabajo como su fan número uno al final del día, ¿no?

"Deberías saber, que cuando me ves raro y me preguntas qué me pasa y te contesto que 'nada', pero obvio, no es 'nada".—Mi mente comienza a trabajar, mientras miro a Felix de vez en cuando a ver si consigo captar alguna señal. Nada. Solo sonríe mientras me mira, expectante. Quizás el también buscaba alguna señal de mí.

"Deberías saber, que cuando peleamos y nos enojamos, cuando lloro y te pido que te vayas, pobre de ti que te vayas. (Mhm)"—La voz de Felix tarareando de fondo en la canción me habría echo temblar en cualquier otra ocasión, pero algo realmente me decía que debía seguir alerta con todo esto.

"Si no te queda claro, o no entiendes las pistas, no es tan complicado, te hago una lista de...¡Las cosas que un hombre debería saber!

¡Mándame un mensaje de los buenos días, haz como si no sabías si te cuento algo por tercera vez!
¡Aunque yo no te lo pida, dime que me veo bonito, aunque la camisa no me cierre bien!
¡No minimices todo lo que siento! ¡No lo sabes todo bájale de ego!
Y si te lo resumo esto es...lo que un hombre debería saber."