Sheol

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Una vez leí:
A veces la persona no te ama realmente, pero odiaría verte amando y dedicándote a otra persona como lo haces con ella. Y por eso te mantiene en su vida.

Félix, era el hombre más dulce que podía conocer, inteligente, detallista, atento, caballeroso, encantador, carismático y un gran alagador...

Nuestra relación fue envidiada por todos mis amigos, y me sentía plena con cada día que pasaba a su lado, cada poco me daba regalos y detalles, si tenía algún problema el y yo encontrábamos la manera de solucionarlos.

Él era mi sueño de la infancia, mi príncipe azul, el hombre que yo quería en mi vida.

Pero...cometí un error, todo fue mi culpa.

Después de algunos meses de conocernos, él me invitó a vivir juntos, yo estaba realmente feliz, realmente emocionada, viviría con la persona que amo, el que me conoce como la palma de su mano y me hace sentir la mujer más afortunada del mundo ¿Quien no querría estar cerca de esa persona?

El primer día, el me dejó encargarme de la cena, yo... no sabía cocinar en ese momento, subsistia principalmente de sopas o comidas rápidas.

Cuando entre a la cocina intente hacer algo muy simple, las entomatadas que tanto le gustan.

Raye el queso, las tortillas las dejé en el comal y heche el tomate a la licuadora.

Cuando quise prender la estufa con el encendedor, me quemé

La licuadora no estaba bien cerrada, todo salió volando.

La cocina era un desastre.

Empecé a reír, había causado un gran incidente, pensé que el se reiría conmigo como siempre, cuando yo demostraba ser algo torpe, se reía un poco y me consolaba, el me enseñaba y poco a poco iba aprendiendo.

Pero ese día en específico no fue así.

Se enojó.

Se enojó mucho y estaba realmente asustada, sus ojos inyectados en sangre, su mandíbula apretada, su piel tornandose cada vez más roja. Estaba realmente enfurecido.

"¿¡Cómo puedes ser tan estúpida?!, ¿¡No sabes cocinar ni siquiera eso?! ¡Eres una inútil!"

Nunca me había gritado, está fue la primera vez, estaba temblando levemente, lo mire estupefacta.

Tenía miedo.

Esta clase de suceso fue el primero de muchos errores, y se convirtió en el primer golpe.

Mi mejilla hormigueaba, y mis lágrimas salían sin control, cuando vi su mano acercarse nuevamente, corrí lo más rápido que pude al baño y cerré la puerta. Escuché como retumbaba "boom, boom, boom" no sé si era mi corazón, mis oídos, o la puerta, pero esos 10 minutos fueron eternos.

Los días siguientes fueron el infierno y el cielo al mismo tiempo, después de cada golpe ese hombre volvia, el hombre dulce y encantador que conocí al inicio, me traía flores, me escribía canciones y me rogaba que lo perdonará.

Siempre acepte cada disculpa, recibía un abrazo y dábamos por terminadas esas riñas.

Aún así me culpaba cada vez más y mi miedo crecía como si fuera una cascada.

Cada día me veía consumida, cansada, agotada, me odiaba a mi misma, crecía un miedo extraño, algo en mi interior me decía que esto no era lo que merecía, una contradicción en mi mente y corazón, mi alma creía en la mentira de cambiar a ese hombre susurrandome amablemente "se quedará conmigo, el me ama" , mi príncipe azul o la bestia que me atormentaba hacían que las noches fueran un infierno en vida.

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