La vida de Charles Leclerc, el importante abogado Leclerc, es relativamente fácil. Lleva a su hijo, Theo, a la guardería donde su mejor amigo trabaja, pasa el día en su despacho atendiendo caso tras caso tan rápido como pueda, visita la cafetería de Yuki, va a casa con su retoño y es feliz. ¿La madre de su hijo? no importa ¿Donde esta? ni idea ¿La quiso? muchísimo sí, pero son detalles que Charles prefiere guardarse para él y para los que saben la historia.
-¡Charlie! -Yuki lo saluda muy alegremente.
-Yuki. -su voz sale en un suspiro de cansancio.
Se conocen desde la universidad por esa loca fiesta donde los dos junto con Max terminaron perdidos en otra ciudad.
-Día difícil.
-Ni que lo digas, otro divorcio difícil.
No tiene ni idea de lo que conlleva un caso, pero siempre escuchará a su amigo- ¿Quieres algo de comer?
-Debo ir a la oficina todavía y después por Theo, esta con Max, pero volveremos para cenar algo.
Se levanta del asiento que había tomado y cuando esta apuntó de salir la puerta es empujada bruscamente, solo ve a un joven correr apresuradamente y decir repetidas veces "lo siento".
Debe regresar a su oficina por cambios pequeños de último momento en un caso, cosa que le costó tres horas, lo bueno es que eran mínimos. Pero tiene la ventaja de vivir cerca unos de otros así que no le toma mucho tiempo llegar al departamento de su mejor amigo.
No escucha mucho ruido cuando llega la puerta, no ve a nadie en el recibidor cuando la abre así que no queda otra opción que gritar.
-¡Max!
-¡Cocina!
Cuando llega al orígen del ruido puede ver a su hijo y Max con mandiles de cocina, manchas de harina en las manos y un desastre divertidísimo de limpiar.
-Hola ustedes dos.
-Papá, estamos haciendo un pastel -los ojos de su niño brillan de esa particular forma que le encanta a él.
-¿Festejamos algo?
-Hay un nuevo vecino y solo quiero darle la bienvenida. -Max levanta los hombros como restándole importancia.
Charles tapa los oídos de su hijo antes de hablar.
-¿Quieres meterte en su cama?-¡¿Por dios, podría no pensar con lo de abajo por un segundo?!-el rubio deja un mano en su pecho como si estuviera ofendido- ¡Solo intento ser buen vecino!
-A veces olvido que eres como un hada que regala amor a todo el mundo.
Cuando su hijo mueve la cabeza en forma de queja retira sus manos.
-¿Comieron?
-Nuggets en forma de dinosaurio -responde Theo con una sonrisa.
-Bien, es hora de irnos.
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Besos y cafe
FanfictionCarlos es el chico del café y Charles es un abogado que dejó de creer en el amor.