03 | Tubbo

820 65 26
                                    







。゚・ ☆ ° 。

Quackity había estado encerrado en la habitación desde que llegaron.

El lugar en el que se encontraban era raro.

Era una especie de hotel gigante, pero estaba completamente vacío. No había nadie en la recepción, cocina o demás habitaciones.

Ellos podían hacer cualquier cosa que querían ahí sin que nadie les diga nada; el único contacto humano que habían tenido eran las personas que entraban para llevarles la comida, pero estos ni siquiera los miraban.

Habían intentado ver lo que había afuera del hotel, pero solo se encontraron con árboles por todos lados, árboles gigantes. Desde el techo pudieron notar que más allá de los árboles había agua, así que sí, estaban en medio de una isla sin nada de civilización cerca.

No llegaban a entender dónde veían las presentaciones, pues solo los hacían aparecer ahí.






Llevaban días sin ver a la niña esa. Desde lo que pasó con Quackity, decidieron darles un descanso de tanta información. Y a pesar de que lo entendían, estaban molestos.

Entendían que esto podía afectarle a Quackity, pero por él estaban retrasando más saber de su propio pasado.

--Quackis... ¿Cómo estás?-- Rubius y Staxx habían ido a ver cómo se encontraba después de días sin verlo.

--No quiero hablar.

--No puedes cerrarte para siempre. Vamos, dinos qué pasa -- Staxx se había sentado junto al menor, él cual miraba hacia un punto fijo de la habitación.

Estos días en los que Quackity no quiso ver a nadie, la única persona que lo acompañó fue Staxx.

Este no le hacía preguntas, ni lo forzaba a qué le contara que había pasado, claro que siempre le dejaba en claro que en cuanto él quisiera hablar estaría ahí para escucharlo.

Se pasó días enteros yendo a llevarle la comida que les traían, también a llevarle comida que ellos mismos hacían por aburrimiento; le contaba las cosas que estaban haciendo, como que recorriendo el hotel descubrieron que había una piscina, que podían subirse al techo, que desde ahí lograron ver qué estaban en una isla; también le contó todas las teorías raras que se inventaron de porqué los dioses estaban haciendo ésto.

O simplemente le hacía compañía a Quackity, dejándolo llorar en su hombro, acariciándole el cabello mientras le repetía que todo estaría bien, sin saber lo mucho que lograba calmar a el pelinegro con esas palabras.

--Creo que tengo un hijo-- soltó de la nada sentándose en la cama para mirarlos mejor. Desde lejos se notaba que había estado llorando, tenía los ojos hinchados al igual que los labios, estaban rojos igual que su nariz, y tenía las pestañas mojadas.

Rubius y Staxx se sorprendieron ante eso, lo último que esperaban era que Quackity sintiera eso.

Al ver que ambos habían quedado lo suficiente en shock como para no responder, Quackity siguió.

--Cuando ví esa última imágen sentí una sensación horrible. Empecé a tener miedo, escuchaba gritos, cosas rompiéndose, y un bebé, escuché a un bebé llorar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

reaccionan a C!Quackity | karmaland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora