Relatos de Terror LSDLN

El no es mi amigo

Juani estaba demasiado cansado, había ido a ese programa en donde se hizo un directo en Youtube por la mañana y luego tuvo que ir a ese casting, al cual tomo tiempo y de verdad esperaba quedar.

Ya en casa se sacó las zapatillas y se tiró boca abajo de su cama, más tarde vería lo de Pipe, primero necesitaba una buena siesta luego de quedarse hasta altas horas de la madrugada despierto.

Ya estaba a un paso de caer a los brazos de Morfeo cuando de repente su teléfono sonó dando entender que alguien lo llamaba.

—La concha de su madre, ya no dejan dormir.— Se paró enojado y agarró el teléfono contestando sin ver quién era con el fin de que lo dejarán de una vez tranquilo.— ¿Hola?.— Pregunto seriamente.

—¡¿Juani?! ¡¿Juani sos vos?!.— Exclamó una voz asustada por el teléfono

— ¿Pipe? ¿Qué pasó? ¿Creí que voz estabas enoja-

—¡Juani, ayúdame! Esta todo muy oscuro y frío... No veo nada...— Hablo Pipe con una voz temblorosa dejando en claro que sea lo que estaba pasando le estaba haciendo tener mucho miedo.

—¡¿Pipe que pasa?! ¡¿Do-donde estás?!.—Pregunto a gritos con un notable nerviosismo que sentía por lo que dijo su amigo, no quería pensar lo peor.

—¡No lo sé, boludo! Estaba con Fran y fuí al baño por un momento, y entonces... ¡De la nada apenas parpadee aparecí aquí¡

—¡Pipe déjate de joder, no da risa!.— Le reclamo Juani con una mezcla de miedo y enojo, que pasara algo así era algo demasiado loco para ser verdad, a pesar de que había ya vívido una experiencia paranormal lo que contaba Pipe no podía ser, tal vez era una broma como venganza por lo del juego de la mañana.— ¡Lo de la mañana fue un reto que me dieron, no fue en mala onda!

—¡No te estoy jodiendo, pelotudo! ¡Me estoy cagando de miedo, la puta madre! ¡Ayúdame, Juani! ¡Fran no me contesta, me voy a morir!.

— ¡Deja de decir boludeces, Pipe!.—Exclamo Juani más nervioso que antes.

—¡Te juro que no es joda! ¡Llame a la policía y solo oí risas y gritos! — Grito Pipe entre sollozos.— ¡Ayúdame!.

Y de la nada la llamada  con Pipe se cortó y una videollamada de su amigo le llegó y contesto.

En la pantalla se veía a un Pipe aterrado, pálido, sudoroso y con los ojos aguados acompañado de un temblor en todo el cuerpo, con el fondo y alrededores completamente oscuro solo alumbrado por la luz del celular.

—¿Ahora me crees, boludito?...— Dijo con un hilo de voz.

Juani se quedó estático y completamente aterrado, su amigo estaba en grave riesgo, es mucho riesgo. Sus piernas temblaron y las palmas de sus manos empezaron a sudar junto a su frente, sentía que se le iba a ir el aliento.

—¡V-voy a llamar a Fran!

—¡No, no te vayas!... me estoy cagando de miedo aquí, no me quiero quedar solo.

—Te devuelvo la llamada, tra-trata de calmarte...— Colgó y de inmediato busco el contacto de Fran y le marcó, para su sorpresa este contesto en poco tiempo.

— ¿Hola gordis, que pasa?.— Contesto Fran con su habitual tono alegre.

—¡Fran! ¡¿Estas bien?! ¡¿No te ha pasado nada extraño o malo?!.—Pregunto Juani con nervios.

—Emh, no ¿Qué ocurre?.— Cuestionó extrañado.

—¡¿Estas ocupado?!.

Fran notó que evadió su pregunta pero decidió responder la otra.

—Eh si, estoy con Pipe, me está ayudando con algunas cosas ¿Por qué?.

Juani al oír eso su pulso se le aceleró más de lo que ya estaba, el sudor en su rostro aumentó junto a su respiración errática, el terror le carcomía los nervios tan dolorosamente.

—¿C-Cómo que estás con Pipe?.— Tartamudeo con los ojos abiertos a causa de todas las sensaciones de las que derivara el miedo que corrían por su pequeño cuerpo.

—¿Juani, estás bien? ¿Qué pasa con Pipe? ¿Necesitas que vayamos a tu casa y traerte algo?.— Pregunto preocupado.

—Fran... ese no es Pipe.

—...¿Qué? ¿Por qué-

—Fran, salí de ahí..., salí de ahí y venite a mi casa de inmediato, por favor, no pienses y solo ven.

—Emh... Estás en altavoz...

Juani jadeo y ya no supo que más decir, se le hizo un nudo en la garganta mientras oía los latidos de su acelerado corazón retumbar en sus oídos con una fuerza despampanante. Sintió cada segundo de su angustiada respiración sin rastro de paz.

—¿Pipe? ¿Qué estás...— Se oyó un grito ahogado por parte de Fran.— ¿Po-por qué...  comes vidrio...?— Hablo Fran entrecortadamente con un tono asustadizo.

Silencio

—¿Felipe...?

Hubo un pequeño silencio hasta que se oyó los gritos de Fran y el celular caer, se oyeron el crujido de huesos acompañado de una risa de ultratumba que hizo al aterrado de  Juani tirar su teléfono con fuerza  a una de las esquinas de su cuarto.

Los latidos reventando en sus oídos era muy fuerte, hiperventilaba con insistencia tratando de hacer llegar aire a sus pulmones que se olvidaron de respirar por el terror, mientras las lágrimas no paraban de caer de sus ojos. Lágrimas de miedo y de impotencia, su querido Fran había sido asesinado por algo que se hacía pasar por su amigo...

Amigo

¡Pipe!

Fue corriendo hasta donde estaba su teléfono y lo tomó, trato de prenderlo pero no funcionaba, frustrado y por desesperación soltó un grito de rabia y tristeza mientras se derrumbaba en el suelo y lloraba, era un idiota.

Se reprendió a si mismo varias veces hasta que alguien le llamo a su teléfono en modo de videollamada de nuevo... ¡Era Pipe!

Juani contesto de inmediato ya preparándose mentalmente para lo que le tenía que decir a Pipe que pasó con Fran pero que él lo iba a ayudar como sea que fuera posible para que estuviera bien... pero lo que vió casi lo hace vomitar.

Pipe en lugar de que estuvieran sus bellos ojos tenía unos espacios negros con restos de carne y sangre mezclados, junto a un pedazo de cuello arrancado por parece ser algo con una mordida similar a la de un tiburón, Juani se hizo para atrás cayendo sentado en su cama, solo podía oír su respiración y sus latidos, trataba de sentir las sábanas debajo de sus manos para poder evitar las furiosas náuseas que lo matarían.

Quería y necesitaba tiempo para poder asimilar y procesar lo que pasó, estaba traumado y muy aterrado, su hiperventilación no paraba... O al menos no hasta que de nuevo se le cortó el aire y jadeo.

Una mano

Sentía una mano apoyada en su hombro detrás suya que le sobaba el hombro que buscaba consolar.

El vivía solo.