—Regresa usuratonkachi -pidió bajito el último Uchiha con vida.
Después de esa desastrosa guerra, oficialmente era el último de su clan en quedar con vida.
—¡Ja! ¿Regresar a Konoha? ¡Y para que! ¡Todos piden mi cabeza, como siempre! -espetó observando a su antiguo compañero de equipo.
Ambos se encontraban en el Valle del Fin, el blondo estaba partiendo de la zona de guerra sin un destino en particular, simplemente quería vagar y vivir su vida.
Al final recapacitó, ayudó al bando "bueno" y con ello se estaba llevando a las bestias con cola, a sus ahora amigos y los dejaría libres en algún lugar. Incluso Gyūki se unió a él, dejando lo mínimo en su Jinchūriki para que no muera.
Iba tranquilo, pensando en toda su vida, en como sería conocer a sus padres, si el podría formar una familia, tan concentrado iba qué no se percató en que su compañero de equipo lo jalo del brazo; ambos se encontraban en la cabeza del primer Hokage, Hashirama Senju.
—Te prometo que estarás bien, estaré para ti, todos te extrañan dobe -hablo calmado, intentando convencer a su amigo.
—Claro ttebayo, tanto me extrañan que me buscaron, tanto me extrañan que intentaron defenderme, tanto me extrañan que me mintieron toda la vida, ¡Tanto me extrañan, que estoy en el libro bingo sin haber cometido ningún delito dattebayo! -se soltó bruscamente empujando al azabache, quien apenas y retrocedió.
Debido al sellado de los otros 8 Bijū, estaba exhausto, adolorido, era un milagro que siguiera en pie.
—Dobe... -se volvió acercar al ojiazul, siendo recibido por una cortada en su mejilla.
—No te acerques, maldito Uchiha -siseó con sorna, estaba harto, cansado.
Si bien los dos eran huérfanos, había demasiadas diferencias en sus vidas y eso lo enojaba, demasiado.
Primero, el Uchiha conoció a su familia, tuvo un fantástico hermano que dio su vida por el, fue entrenado por el Sannin de los sapos, el cual a él lo único bueno que pudo conseguir fue su invocación y la técnica de su padre; Rasengan.
Sin bastar con eso, la estúpida Hokage, quien dijo confiar en él, quererlo, no dudo en reemplazarlo con la inútil y fanática de su compañera; Sakura Haruno. Y no tardó mucho en convertirse en la protectora del Uchiha.
¿El qué tuvo? ¿Qué le quedo? Lo poco que consiguió con esfuerzo, se le fue arrebatado por el Uchiha delante suyo, el no tuvo nada, a nadie. No conoció a sus padres, desde niño vivió el desprecio y maltrato del mundo, vivió en pobreza y necesidad y cuando al fin pensó que tenía a quien llamar familia... Fue un completo ingenuo.
El maldito pervertido apenas y le presto atención, lo dejo por tres años en ese maldito infierno; la vieja borracha al poco tiempo lo olvidó, no había nada para el de su parte.
Su punto de quiebre fue cuando los aldeanos y shinobis, con sus 14 años recién cumplidos le tendieron una trampa, dejándolo a disposición de las golpizas y abuso sexual por parte de algunos shinobis.
Después de ese día pasaron semanas, nadie se preocupo por el o se acerco, todos sus "amigos" estaban haciendo su vida, solo que el no existía para nadie.
El Uchiha, en su viaje, el Nara en sus asuntos, eran los únicos que el consideraba incluso familia, y ninguno fue ni siquiera a saludarlo. Al poco tiempo de aceptar su realidad, planeo su fuga y se fue con Orochimaru, a pedir entrenamiento a cambio de lo que sea.
El Sannin de las serpientes aceptó sin pedir nada a cambio, se le hizo extraño pero nunca indagó, obtuvo el contrato de las serpientes y con ello dejo de usar la invocación de los sapos, entrenó duro y consiguió su venganza con todo aldeano y shinobi que lo hirió, aunque solo fue con los que más daño le hicieron; no podía matar a todos los civiles sin levantar sospechas.