Sombras del Corazón (boy's love) | PAUSADO

Cap 10: Pinturas

Llegando del viaje, Alexander se encerró en su habitación al momento de llegar a su casa, estuvo pensativo todo el viaje y se desquitó aplastando una especie de peluche que tenía en mano... bueno, de por sí era medio raro desde la secundaria entonces no hay mucho que se pueda hacer al respecto. Gabriel se bajó del coche y fue a saludar a su hermano pequeño con una sonrisa en la labios, aún se sentía culpable por el hecho de que ya no vivieran en la casa donde se criaron además que esa casa fue la que sus padres compraron con mucho esfuerzo.

2001/07/21

La mujer de larga cabellera rubia arrullaba a un niño envuelto en una sábana algo repercutida mientras le cantaba una canción de cuna, en lo que la mujer cantaba y ponía a dormir a su bebé de 7 meses un pequeño Gabriel de alrededor de unos 5 años se asomaba con timidez y lágrimas en los ojos en busca de su madre "— Mamma, tengo miedo" decía el menor mientras jalaba a su madre del vestido para que lo cargara, la joven mujer con mucho gusto cargó a su hijo mientras dejaba la habitación del bebé apagando la pequeña lámpara que tenía en un buró, cerrando la puerta detrás de ella, Gabriel se escondía en el cabello de su mamá mientras esta le acariciaba la espalda para calmar su llanto, ya sabía qué hacer cuando su niño se ponía así

"— ¿Hay monstruos debajo de tu cama?" Preguntó la mujer dejando sentado a Gabriel en su cama y se asomó debajo de esta "— Yo no veo nada acá" decía la rubia, escuchó que alguien tocaba la puerta así que nuevamente recogió a Gabriel en brazos, si lo dejaba solo sabía Dios que podía hacer, atendió la puerta y era El rey con su hijo mayor en brazos, Alexander, su esposa estaba en el auto apunto de dar a luz. La mamá de Gabriel al ser muy íntima con la familia real le encargaron a Alexander mientras la reina tenía a la pequeña princesa, sin mucho revuelo tomó al niño en brazos y se metió a la casa, genial ahora tenía dos niños llorando en sus brazos "— ¡Quiero a mi mamá!" Lloraba el pequeño Alexander "— Ya, ya... mejor vamos a dormir"

Nuevamente se dirigió a la habitación del pequeño, recostando a ambos niños en la cama de Gabriel mientras intentaba consolarlos, lo único que quería hacer era dormir o algo pero tener tantos niños que cuidar y su marido dormido sin ayudarle, de todas formas sacó un libro de la una pequeña estantería que estaba a lado de la cama de Gabriel "— Mire, que les parece el cuento de la bella y la bestia?" Preguntó mostrándoles el libro con una sonrisa "— ¡Si!" Los niños se sincronizaron para responder entonces la mujer se acercó a los pies de la cama sentándose ahí y con su típica voz suave comenzó a leer "— Había una vez una dulce señorita llamada bella..." a la mitad de la lectura los niños quedaron dormidos

La mujer aparto el libro y les dio un beso en la frente a ambos saliendo de la habitación, de paso fue a rectificar a su hijo menor, entró a la habitación y vio a su esposo intentando dormir a su hijo menor, esto le causó mucha gracia y ternura al mismo tiempo, le dio un beso a su mejilla a su esposo llevándoselo a la habitación para ya poder dormir de una vez, vio el reloj que había en la pared y eran las 3:40 de la mañana, Dios. Al día siguiente los dos niños estaban recostados boca abajo viendo la televisión antigua que tenían mientras comían cereal en el piso, la madre de Gabriel los vio con extrañeza pero se le ocurrió una idea para que estos no estuvieran en el piso "— Niños, vengan" dijo la madre

Ambos niños con curiosidad fueron siguiendo a la mujer hasta llegar a una habitación, esta estaba repleta de pinturas y pintura en el suelo o más bien en todos lados había pintura tirada, a los niños les entregó dos pinceles y dos lienzos para que pintara además que podría aprovechar para ella terminar su pintura de flores moradas. Pasaron 2 horas, el cometido de la mujer funcionó ya que los niños se entretuvieron, tan rápido se fue el tiempo que los padres de Alex ya habían venido, la mujer entregó al niño que llevaba su pintura en manos, la verdad no era algo muy impresionante total que era un dibujo de un niño de 6 años pero estaba bonito como dibujo a toda su familia "— ¡Adiós señora, adiós Gabo!" Se despidió y fue corriendo con su papá con una sonrisa