ℰ𝓈𝓉𝓇ℯ𝓁𝓁𝒶𝓈 ℰ𝓃 ℰ𝓁 ℰ𝓈𝓉ℴ𝓂𝒶𝓰ℴ [ˢʰⁱⁿᵐᵒᵒⁿ ˣ ᵈᵃʳᵏ ᶜᵃᶜᵃᵒ]

✰

{No perteneces aquí... Pero te esperaré todo el tiempo que sea necesario.}

U

n pequeño copo de nieve callo del cielo nublado, los lobos aullaban por la llegada de una pequeña nevada en el reino y varios de los habitantes salieron a mirar el fenómeno, que aunque no fuera raro en ese sitio, era divertido jugar mientras sucedía.

Entre todos los habitantes, se encontraba un peliazul que estaba en lo que era el campo de entrenamiento del castillo. Algunos reinos tenían jardines, zonas de descanso o un solo un observatorio, pero el reino de Dark Cacao tenía aquel gran lugar para preparar a sus Guardianes para cualquier situación que sucediera.

ShinMoon, solo se encontraba sentado en las escaleras observando a la nada, sus compañeros de batalla no se encontraban por ser una hora de patrullaje, pero Shin tenía una hora libre por el momento. Suspiro de forma cansada al no tener idea que podía hacer por el momento hasta que noto la nieve cae, {tal vez dar un paseo en el campo de entrenamiento lo distraiga me distraiga un poco}, pensó y después de estar un rato, se le levanto y comenzó a caminar alrededor del sitio, admitía que no era un lugar tan agradable para pasear, pero no quería dejar el castillo por si sucedía una emergencia.

Estuvo asi por unos minutos, nisiquiera se dio cuenta que habían pasado diez minutos caminando por el campo por alguna razón, solo podía asegurar que se estaba distrayendo de verdad, eso hasta que sintió una presencia extraña a su lado, un hombre de pien morena, cabello largo y negro que parecía limpiar su cabeza quitando la nieve que tenía encima de el.

—¡Majestad!—Dio un brincó el peliazul en respuesta de la repentina acción del contrario.

—Oh, lo siento ShinMoon, no era mi intención asustarte solo te vi y me pregunté porque estarías aquí...—Dijo el hombre más alto mientras alejaba su mano de la cabeza del peliazul.

—Yo... Solo estaba paseando...

—Paseando... ¿En el campo de batalla?

—Si, no quería dejar el castillo por si algo ocurría, y necesitaba distraerme un poco.

—¿Distraerte un poco? ¿Hay algo que te preocupe?—Por la pregunta del rey, Shin se quedó en silencio un momento, recordó la pesadilla que tuvo esa noche.

—Solo un poco... Tuve una pesadilla extraña... Estaba flotando en el cielo, estaba con las estrellas y... Había una mujer de pelo extraño... Parecía estar llorando y me pedía que volviera con ella—Se abrazo así mismo y se encogió de hombros por el amargado recuerdo, cada que pensaba en eso, sentía una sensación de nostalgia y más al pensar en aquella figura femenina que parecía pedirle que fuera con ella, pero... ¿A dónde?

El rey noto eso, se acerca y puso su mano en el hombre de su contrario.

—¿Quieres que paseé contigo para distraerte?—Pregunto mirándolo a los ojos.

—No quisiera molestarlo, tiene cosas que hacer después de todo.

—No es una molestia... Y mis asuntos los eh terminado hace unos momentos, es por eso que decidí venir aquí y te encontré en esta situación, vamos, aunque sea un rato.

Por unos segundos, Shin se puso en duda si realmente aceptarla oferta, está claro que su majestad lo hace desde su honor, así que no aceptarlo sería como una falta de respeto a el, pero también quería estar a su lado, aunque sea un pequeño rato.

—Esta bien... ¡Vamos!

Con eso dicho, ambos salieron de aquella zona y fueron a un lugar más adecuado para un paseo. Salieron del palacio y buscaron por algunas partes un buen sitio, los habitantes del sitio solían detenerlos para saludar al rey, ya que sería al menos descortés no hacerlo.

Una hora después de estar por todo el lugar, porfin lograron encontrar un pequeño sitio que pareciera ser un mini bosque, donde había árboles, pero no tantos, la nieve ahí estaba a un nivel decente para caminar, así que, ¿porque no pasar por ahí?

Era un lugar que transmitía cierta paz, las aves cantaban y se podía escuchar a la nieve con cada pisada que daban, aquella también todavía hacia cayendo, dejando rastro en los dos hombres.

Shin se encontraba más tranquilo, sus pensamientos se quedaron en blanco y solo podía pensar en aquel mi que compartía con su majestad a lado, por parte del hombre de azabache, estaba más que feliz de ver al híbrido de lobo tranquilo, hasta noto como sus orejas habían decaído un poco por la tranquilidad, eso provocó una sonrisa en el.

Los fríos copos siguieron cayendo encima de ambos amantes, comenzandolos a cubrir como una manta fría y delicada al toque. ShinMoon miro con curiosidad a uno que se destacaba por ser mayormente más grande que los demás, dejando ver la extraña forma que tenían, y justamente, este pequeño objeto callo encima del cabello del ya mencionado, lo que provocó una pequeña sonrisa por su parte.

Dark Cacao al notar eso, no pudo evitar sonrojarse por admirar tan bella sonrisa, incluso sus ojos brillaron al verlo, como si aquello fuera un evento mágico. El copo tiempo después salió del cabello del peliazul por una pequeña brisa, este se perdió entre la nieve que ya estaba en el suelo.

El híbrido volteo a ver a su magestad, al principio tenía una mirada normal, pero después comenzó a reír al notar algo en el rey. Este no entendía bien del porque de las risas, al principio miro a su alrededor pero no noto nada fuera de lo común, Shin al notar su esfuerzo por buscar algo que no están ahí, se acercó lo suficiente a él y sus manos fueron a su cabello, donde le quitó su gran corona, la cual, parecía que tenía pequeño pedazos de hielo en el.

Dark cacao se quedó extrañado por eso, no pesaba que estar tanto tiempo afuera hiciera que eso le pasará a su corona, Shin solo la limpio un poco y la volví a colocar en su cabeza.

De ahí, tomo un pequeño copo, más pequeño que el anterior, lo observó con detalle yo dejo caer.

—Se ve bastante bien hoy majestad...—Admitio un poco apenado por eso.

—Oh... Jeje... G-Gracias, tu también te vez bastante guapo hoy—No se había dado cuenta de lo último que dijo hasta que Shin habría los ojos con sorpresa y su rostro se puso más rojo que antes, eso puso en más vergüenza al rey, quién intentaba cambiar o corregir la frase aunque ya demasiado tarde.

Ese día fue algo mágico para los dos... Un día que recordarán para todas sus vidas, un pequeño paseo que hizo que sus sentimientos fueran más notorios, aunque no tanto, era bastante obvio que ambos llegaron a sentir más que solo pequeño nervios, fue algo como... Estrellas en el estómago...

MEDIO AÑO!