"Bien acierta quien sospecha que siempre yerra."
Francisco de Quevedo-

• • • • • • • • • • • • • • •
🐾  🐾 🐾 🐾 🐾 🐾 🐾
• • • • • • • • • • • • • • •

Yuuri se sintió algo aliviado, se seguía sintiendo triste pero estaba aliviado de haberle confesado al mayor. Sabía que era su culpa, el también asistía al psicólogo por recomendación médica, sabía que muy probablemente aún estaba enfermo, por lo mismo siendo madre a temprana edad todavía seguía en ese proceso de "madurar" y era verdad, nadie está preparado para ser padre o madre, mucho menos si estamos hablando de alguien que fue criado con tanto recato y recelo del mundo exterior.

Yuuri prácticamente no había tenido adolescencia, no sabía lo que era asistir a un colegio y convivir con gente de su edad, no había experimentado un romance o enamoramiento como en los cuentos de hadas, su mundo se limitaba a su familia y principalmente ahora a su cachorro.

Seguían existiendo cosas que no entendía o simplemente ignoraba, hubo una época incluso después de que Vladimir cumpliera el año que sentía tanto asco y suciedad consigo mismo que odiaba recordar que era un Omega pero ahí estaba la prueba viviente de que lo era y fue gracias al bebé que logro recobrar esa aceptación hacia si mismo, aún así siempre tomaba supresores para suprimir su celo, evitaba tocarse o verse desnudo, no le gustaba. Tampoco le gustaba el contacto físico en exceso, por eso ocupaba Yukatas largos que cubrían sus extremidades encima de ropa normal, es decir, una camiseta y pantalones debajo. Al único que le permitía verle o tocarle todo lo que quisiera era a su hijo que lo acariciaba con tanto amor ya sea en su forma humana o animal.

Victor por otro lado, había decidido salir un momento a caminar y aclarar su mente, sus últimos años los había dedicado a estudiar y aprovechar cada oportunidad que se le presentaba para crecer y convertirse según el "en alguien digno y suficiente para Yuuri" pero la verdad que nunca es suficiente.

El ser humano es tan ambicioso y egoísta, tan narcisista que la pregunta era... ¿Realmente estaba esforzándose tanto para ser alguien para Yuuri o para sentir su propia satisfacción y decir "Siendo como soy y lo que he logrado no hay manera en que sea rechazado"? ... Irónico ¿Cierto? Cómo el mundo gira entorno al dinero, este no compra la felicidad, la verdadera felicidad, esos momentos, las memorias junto a tus seres queridos.

Los primeros en errar fueron los padres de ambos chicos, criandolos a manera que pasaran desapercibidos de sus naturalezas y según ellos protegiéndolos del peligro, pero eso no evito que los secuestraran, pasado el incidente siguieron siendo egoístas ya que ellos tomaron la decisión de alejar a los jóvenes sin siquiera haberlo hablado entre ellos y ahora que las cosas cayeron en las espaldas de los verdaderos interesados les era extraño.

El viento frio ayudaba al alfa a relajarse, y sin muchas más opciones luego de un rato regresó al onsen, ya todos estaban dormidos o bueno eso creía pues a través de uno de los pasillos se podía ver una luz en la intercepción hacia la izquierda, sabía de quién se trataba así que quiso probar suerte.

En efecto, el Omega se encontraba en el mismo lugar que temprano pero está vez, estaba despierto y tenía una laptop sobre una mesita, tecleaba con bastante agilidad, tenía la nariz algo roja y el semblante arrugado. El alfa quiso seguir observándolo a cierta distancia pero inevitablemente se vio descubierto por el otro quien miro a su dirección y le hizo seña que se acercara.

🩵🐾UNA MIRADA DE AMOR🐾🤎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora