mafia | soojun

2.

el amanecer atravesaba las oscuras cortinas de la habitación, yeonjun se estiró mientras daba vueltas en la cama hasta que las imágenes de la noche anterior volvieron.

¿eso fue real o fue un sueño?

al darse cuenta que la textura de las sábanas no era la misma que la de su cama, abrió los ojos como platos y se sentó de golpe en la cama.

— ¿donde narices estoy? — se preguntó mientras inspeccionaba el lugar con la mirada —

era una habitación bonita y perfecta para el gusto de yeonjun. tenía paredes de color granate oscuro y el suelo cubierto con alfombra negra, la mesita del lado derecho era del mismo color. la cama era de otro color para la sorpresa del chico, tenía unas sábanas azules muy oscuras y almohadas del mismo color aunque alguna que otra era negra. su mirada divagó por el lugar encontrando un armario bastante grande de un tono gris oscuro, al lado de este había una puerta blanca.

mientras inspeccionaba el lugar se preguntaba muchas cosas en su mente, hasta que sus ojos se detuvieron en una caja grande de cartón con una nota encima de ella. sin pensárselo dos veces se levantó de la cama y se dirigió a la sospechosa caja.

tenía miedo, no iba a mentir, pero aun así le causaba curiosidad sobre lo que podía haber dentro. se acercó con pasos lentos, como si en algún momento fuera a explotar. al llegar y ver qué no explotó, soltó todo el aire que tenía acumulado en los pulmones.

— tu ropa quedó hecha una mierda y como no tenías aquí decidí salir a comprar un par de pantalones y camisas, sé que son tu estilo pero no sé si te gusten los colores. firmado, SB. — leyó en voz baja y se rió por el nombre — ¿quién carajos se llama SB? — siguió riéndose y luego se calló al pensar que le dirían loco por reírse solo —

abrió la caja con cuidado, aún no confiaba del todo en que no iba a explotar. cuando vio las prendas ya pudo respirar más tranquilo sabiendo que no había ninguna bomba dentro de esta.

sacó un par de pantalones y quedó fascinado con la calidad y diseño de estos, eran unos jeans anchos pero al tacto eran suaves, las zonas de las rodillas las tenía rotas ya que estaba de moda llevarlos así. los dejó a un lado y sacó un prenda superior rosa.

al igual que con los pantalones, quedó impresionado con la calidad de la tela. también había una palabra escrita encima de esta. "balenciaga" es lo que logró descifrar luego de estar diez minutos leyendo eso que parecía escrito en el idioma de las cabernas.

— ¿¡balenciaga!? — gritó pensando en lo costoso que le había salido al comprador —

luego de ese descubrimiento se dispuso a probar y combinar toda la ropa de la caja hasta que la vació, logró sacar atuendos muy bonitos. ese sujeto sí que sabía sus gustos y sonrió ante ese pensamiento, nadie nunca se había molestado en darle el tipo de ropa que le gustaba.

agarró un par de boxers limpios que había sacado de la caja y un chándal de Adidas. había visto un baño mientras exploraba la habitación así que se metió ahí. casi se queda sin mandíbula al ver el tamaño de la bañera, eso no era una bañera ¡era un puto jacuzzi! ¿cuánto dinero tenía este señor?

abrió el grifo dejando caer el agua caliente y mientras esperaba a que se llene se quitó la ropa y añadió cosas para el baño que encontró por ahí, luego cayó en cuenta que no era su casa y se sintió mal por gastar aquellas esencias y jabones para el baño.

la habitación se llenó de un olor agradable, para ser exactos frutos rojos. siempre fue su aroma favorito desde pequeño, incluso tenía perfumes con eso. solían burlarse de él ya que según la gente era un aroma para "chicas", a yeonjun le importaba muy poco.

se quitó la camiseta y se miró en el espejo, habían pintado su cabello también, ahora este tenía rosa, azul, amarillo y varios tonos pastel. suspiró cansado de todo y quitó su pantalón junto con sus calzoncillos.

metió un pie dentro de la bañera comprobando que el agua estaba bien, luego metió su cuerpo completo hasta que el agua le llegó a su cuello y se relajó.

necesitaba ese baño.

llevaba meses sintiéndose tenso sin saber la razón, eso lo agotaba tanto física como mentalmente. desde que soobin desapareció sin dejar rastro su vida se había vuelto un infierno tanto en el colegio como en casa. los constantes insultos de parte de su madre y hermano se habían vuelto una rutina.

incluso intentó suicidarse, sin embargo, a nadie le importó.

odiaba a su madre, odiaba a su hermano, odiaba que soobin hubiera desaparecido sin dejar rastro, odiaba que nadie quisiera ser su amigo, odiaba el constante odio hacia su físico, odiaba que viejos sin trabajo y pedófilos le hubieran tocado sin permiso, odiaba no tener a nadie a su lado, odiaba no tener con quien desahogarse, odiaba todo de su miserable vida.

notó como comenzaba a faltar el aire en sus pulmones por lo que rápidamente se sentó limpiando toda el agua que caía desde su cabello con la respiración irregular. miró asustado a su alrededor sin entender cómo había llegado debajo del agua.

por otra parte, un chico de metro ochenta y cinco había entrado a su habitación para dejar la bandeja con el desayuno en la mesita de noche al lado de la cama. al escuchar el agua chocando contra el suelo del baño se alteró.

fue con cuidado de no hacer ruido y asustar a la persona que había dentro, pero al llegar se quedó frente a la puerta pensando en si abrir o no. de pronto, el otro chico abrió la puerta con una toalla en sus caderas.

este se asustó y lo único que pudo hacer fue darle una bofetada al contrario.

— ¡auch! ¡eso dolió, idiota! — dijo el más alto sobando la mejilla herida —

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HOLAAAAA KAKSKSKS

ya sé q no m extrañaron, pero aquí vengo con nuevo cap a las 11:39 pm 😙

encima mañana tengo clase, mátenme