! 🏷️ : soft, fútbol, omegaverse
Julián y Kevin han sido amigos durante un par de años, se conocieron en la preparatoria cuando el argentino tenía poco de haberse mudado y Kevin no dudó en acercarse a él con intenciones de hacerse su amigo.
Tiempo después, cuando ingresaron a la universidad decidieron comenzar a vivir juntos, dividir los gastos de los empleos que habían podido conseguir y así hacer más llevadera su vida universitaria.
Al igual que se dividían los gastos, se dividían las tareas de la casa: Julián cocinaba, Kevin compraba la despensa, Julián doblaba la ropa y Kevin la lavaba. Fue por eso que para el cordobés resultó cada vez más extraño el hecho de estar perdiendo ropa.
Primero fueron algunas camisetas, después uno que otro suéter o sudadera, hasta que la falta de ropa comenzó a ser tan notoria que tuvo que comenzar a comprar nueva.
Le preguntó a Kevin en varias ocasiones si sabía algo de su ropa desaparecida, después de todo era él quien se encargaba de lavarla siempre, pero el mexicano simplemente negó saber de qué hablaba y le dijo que separara algo de dinero para comenzar a comprar más.
Julián, aún con sospechas y algo triste porque los jerseys que usaba para jugar fútbol también habían desaparecido, aceptó la oferta.
Sin embargo, fue solo cuestión de tiempo para que comenzará a sospechar que Kevin tenía algo que ver con la pérdida de su ropa, tenía la teoría de que la estaba vendiendo en una paca o algo similar.
Grande fue su sorpresa al entrar un día al cuarto de Kevin cuando este no estaba en casa y efectivamente, logró encontrar toda su ropa pérdida. Pero no en bolsas de plástico o separadas por precios como él esperaba hacerlo, al contrario, la encontró perfectamente acomodada en un sitio muy específico de la habitación.
Toda estaba en el nido de Kevin y si su olfato no lo engañaba, que nunca lo había hecho, los únicos aromas que estaban presentes en la pequeña edificación era el suyo y el del omega.
Sintió su corazón acelerarse ante la sola idea de que Kevin pudiera estar robando su ropa únicamente con la intención de construir su nido, su alfa aullaba de felicidad dentro de su pecho y lo llenaba con una cálida sensación de aceptación. Por un momento se sintió liberado de todas las dudas que tenía sobre si sus sentimientos podrían llegar a ser correspondidos alguna vez.
─¿Julián?─ La voz de Kevin es apenas un susurro en el departamento, se escucha nervioso y hace sentir al argentino culpable por haber entrado en su cuarto sin permiso, por descubrir su secreto.
─Kevin, yo solo estaba buscando mi ropa. No entré al nido, lo juro.─ Levanta las manos y se aleja un poco en señal de rendición, lo último que quiere es que Kevin crea que tuvo la osadía de entrar a un lugar tan importante para él sin su permiso.
─¿Quieres que te la regrese?─ Suena tan triste y desilusionado que rompe el corazón de Julián, sí le gustaría tener sus jerseys de vuelta, pero si tenerlas va a hacer llorar al omega más hermoso del mundo, entonces va a obsequiarselas todas.
─No, no. Está bien, puedes quedartelas, conservarlas en tu nido todo el tiempo que quieras.─ Sus palabras parecen relajar al mexicano, quien le muestra una pequeña sonrisa antes de asentir con la cabeza.
─Dejé la despensa en la cocina.─ No dice más, pasa a un lado de Julián para meterse en su cuarto y alejarse de la situación tan incómoda.
No hablan más sobre el tema. Kevin se pone demasiado nervioso y Julián no quiere incomodar, pero sí quiere saber si la razón por la que Kevin tiene prácticamente todo su guardarropa escondido en su nido es porque corresponde a sus sentimientos.
Una tarde durante las vacaciones ambos se sientan a mirar el final de la serie que comenzaron juntos y que se tardaron más de un mes en terminar, obligando al otro a ver los capítulos que faltaban cuando alguno de ellos se adelantaba.
─Juli.─ Comienza el mexicano con la mirada baja una vez que el capítulo que miraban concluye.
─Decime.
Hay un corto silencio, Kevin incluso puede escuchar su corazón latiendo acelerado y Julián nota su nerviosismo cuando el aroma de frutos rojos ácidos llega a su nariz.
─Es que, la ropa que tomé prestada de tu closet está perdiendo el aroma…─ Carraspeó nervioso, nunca pensó que en algún momento de su vida estaría pidiendo algo así a su roomie, era mucho más vergonzoso por el hecho de que él de verdad estaba enamorado del alfa cordobés. ─Mi celo está cerca y me preguntaba, me preguntaba si podía pedirte ropa que ya hayas usado para ponerla en mi nido durante ese tiempo.
El discurso concluye con el omega mirando directo al piso como si fuera la cosa más interesante del mundo mientras espera una respuesta.
La mente del argentino se desconecta por un momento, pensando en sí realmente escuchó bien, pero cuando observa el rostro todo sonrojado de Kevin mientras espera por su respuesta se da cuenta de que no está alucinando ni mucho menos.
De solo pensar en todas las cosas que Kevin hará con su ropa durante su celo siente que se le sube la temperatura.
─¿Por qué tiene que ser mí ropa?─ Piensa que sonó un poco brusco cuando el aroma a arrepentimiento que sale del omega llega a sus nariz inundando sus fosas nasales. ─No es que me moleste, vos podés tomar lo que querás. Pero yo quiero saber por qué exactamente mi ropa.
La mente de Kevin comienza a trabajar lo más rápido que puede, pensando una excusa creíble para su petición, pero no puede encontrar ninguna por más que se esfuerza.
─Me gustaría pasar mi celo con algo que me recuerde al alfa que amo.─ Le cuesta todo su valor poder decir esa frase y le cuesta aún más levantar la vista, tiene el rostro todo sonrojado, exactamente igual que el argentino frente a él.
Se miran durante largos segundos, pensando exactamente qué responder en esa situación, hasta que el argentino logra salir de su impacto. Se acerca un poco más al omega antes de tomarlo del cuello con cuidado y acercar sus bocas.
─Y si tanto amas a ese alfa, ¿porqué mejor no lo pasás con él?─ Mira los labios de Kevin antes de reclamarlos en un beso.
Vierte todo el deseo acumulado en el beso que comparten, sostiene con una mano el cuello de Kevin y con la otra su cintura en un agarre sólido pero a la vez suave y cariñoso que hace al mexicano fantasear con la forma en que podría manipular su cuerpo durante el celo.
No están seguros que pasará después, pero ambos saben que Kevin no pasará su celo solo en su nido, ni tampoco serán las prendas de Julián lo único que tenga para complacerse.
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‿‿⠀⠀ ׁ⠀⠀๑⠀nido secreto ; julivin !!
FanfictionJulián y Kevin son compañeros de departamento, se llevan bien y se consideran buenos amigos. Hasta que la repentina desaparición de la ropa de Julián los lleva a ser algo más.