𝓘𝓰𝓾𝓻𝓸 𝓞𝓫𝓪𝓷𝓪𝓲

447 10 0
                                    


Sexo sin protección.

Datos: Lo mejor sería usar protección, así evitamos el embarazo no deseado y evitamos posibles enfermedades riesgosas.

Información; Era antigua/taisho.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Formar una familia en medio de una guerra.

Una jóven de belleza encantadora que se encontraba por un bosque tratando de escapar, ¿por qué tratando de escapar? su familia había sido asesinada por un demonio y ella tenía que huir de ese lugar.

Tan sola en una oscura y fría noche, con su vestido blanco, lleno de suciedad, no sabía a donde ir, ella solo conocía su pueblo y con el paso del tiempo que ella estaba recorriendo, no lograba salir de aquel lugar, parecía estar dando vueltas. Estaba cansada, cansada de estar escapando y no saber a donde ir, su frágil cuerpo no podía soportarlo más, no había comido ni bebido nada en todo el día.

Sentía hambre y mucha sed, deseaba con todas sus fuerzas encontrar a alguien de milagro. Casi llegando a un río, su cuerpo parecía no responder más y terminó desplomandose a tan solo centímetros de llegar a su salvación, su salvación que por lo menos sería beber un poco de agua.

Apenas salía su aliento de lucha, sus ojos parecían apagarse lentamente. No podía más.

- Por.. favor, que... algui-en me a-ayude..

A duras penas tu voz salió, el sueño te estaba ganando y tu ya no tenías fuerzas para nada, solo te dejaste llevar por el profundo sueño.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Era de día, probablemente las 5 de la mañana, aún no despertabas, parecías estar muerta. Tu piel pálida y tus labios resecos.

Y como si fuera de milagro, unas personas llegaron a tal lugar, hacían ruido y hablaban de cosas.

Por tal ruido, te estabas levantando lentamente, pero tus ojos no querían despegarse y tu cuerpo no reaccionaba.

- ¡Señor Iguro, aquí hay una chica! -uno de ellos habló.

- Ya voy.

- ¡Aún respira! pero parece que está inconsciente.

- Está bien, déjala ahí. Ustedes sigan en su trabajo.

- ¡De acuerdo! -sentías que se alejaba.

No me dejes aquí...

Con los ojos entrecerrados visualizaste el cielo, tu vista solo se posó en ahí y una lágrima salió de tus ojos, se podía escuchar a alguien acercándose.

Lograste ver a un azabache de cabello corto, vendas cubriendo su boca y una serpiente consigo.

¿Quién eres?

- ¿Puedes hablar?

Querías decir algo, pero por más que podías tu voz no salía.

- Pásame agua, se ve que está deshidratada.

- ¡Si señor!, tome.

El azabache se agachó a tu altura y te levanto con cuidado para que puedas hidratarte.

Bebías el agua con poca desesperación, tanto así que a gotas caían por tu barbilla.

One Shots +18 // Kimetsu No Yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora