"Love at first sight?" -Atsuhina (One shot)

Promesa - One Shot

Verlo en aquel torneo de vóleibol fue una bocanada de aire fresco, y no porque fuese alguien viejo, sino que fue como salir del abismo donde estaba perdido.

—Samu —llamó el mayor de los Miya a su gemelo—.

—Si es otra de tus bromas, no estoy dentro—. Respondió cansado ante el repentino llamado de su hermano.

—Nada de eso, quiero saber…¿quién es él?

Osamu dirigió su mirada hacía donde su hermano señalaba, y ahí estaba el famoso “Shoyo Hinata”, la revelación del Karasuno junto con su armador.

Atsumu tenía los ojos brillantes, el menor de los Miya reconocía esa mirada en su gemelo, estaba profundamente interesado y entusiasmado por ese chico de pecas tan naranjas como su cabello.

—Shoyo Hinata, escuché que lo usan como “carnada” en los partidos, ya que llama mucho la atención de los jugadores por los ataques rápidos en conjunto a Tobio, que ya sabes quien es—. Respondió Osamu con normalidad —. ¿Tsumu?

—Interesante, veremos que tal lo hace en el partido y si es digno de tanta atención.

Osamu notó el abrupto cambio, como si su gemelo hubiese visto algo que no le gusto, no le dio importancia pues estaban por empezar el calentamiento de su primer enfrentamiento en las nacionales.

[…]

¿Han escuchado del amor a primera vista?
Atsumu odiaba que dijeran que existía, para él era inútil gustar de alguien sin conocerlo, pero en ese momento se podría decir que se tragó sus palabras.

Shoyo estaba brillando, como fuego enardecido, era llamativo. Dejando boquiabiertos a todos en aquella cancha, su hermosa figura al rematar, su rapidez, agilidad y sobre todo sus ganas de dar más y más. Se había ganado su respeto.

Algo en su pecho quería salir, su ritmo cardíaco ya alterado por la actividad física, parecía detenerse repentinamente al cruzar miradas con aquellos ojos miel llenos de determinación. No estaba distraído, al contrario, quería ser un oponente digno para Shoyo; cosa que jamás había pasado, pues Atsumu consideraba que nadie estaba a su nivel y vaya que era uno muy alto, por eso cuando vio a Kageyama comunicarse con solo miradas a su rematador, sintió envidia.

Deseaba poder estar con Shoyo, del mismo lado de la cancha, darle más, hacer que brille más, porque sí, podía brillar más.

Dejó su alma y cuerpo en aquel partido, lo dio todo junto con su equipo, aún decaído por ello, reunió sus fuerzas y se acercó a la red.

—Shoyo-kun —llamó al joven que iba a reunirse con su equipo—. Algún día…colocaré el balón para ti —. Dijo y se retiró sin dar explicación alguna.

Esperaba poder cumplir su promesa…una lástima que no haya sucedido de esta
forma…

Atsumu se enteró de que Shoyo sufrió una lesión años después en Brasil que lo dejó incapaz de volver a pisar una cancha según medios de comunicación, aunque el blondo no era quien poseía aquella lesión fue un balde de agua fría en sus hombros, después de años él seguía enamorado de Shoyo, nunca se atrevió a acercarse por el que dirán y también porque después de esa lesión él pecoso se había desaparecido completamente del medio.

Aquella noticia fue desconcertante y dolorosa para Miya, una que jamás pudo externar pues nadie sabía de aquel enamoramiento unilateral, aunque Osamu cada que lo veía decaído le demostraba su apoyo, pero era una herida que no cerraba.

Atsumu soñaba con tomar el valor de acercarse a Shoyo cuando él estuviera fichado, casi dispuesto a abandonar todo con tal de sentir aquella emoción que experimentó hace años…Estaba por darse por vencido y tratar de vivir normal y no anhelando un estúpido romance adolescente.