Batalla de bromas

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POV: Tu y Henry comenzaron una guerra de bromas, ahora es tu turno de hacerle una broma...

***Este capítulo es Apto para todo público***
***Hay menciones de sangre falsa***

Diálogos Henry: "Henry"
Diálogos T/n: "T/n"

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Era el momento perfecto, Henry se había ido de compras y estabas sola en casa. Era el momento justo para planear tu próxima broma.
Llevaban cuenta de quién iba ganando, y Henry tenía la racha ganadora, debías remontar asi le podías ganar en esta batalla de bromas.

"Creo que está bien así"

Para esta broma decidiste esconder las pertenencias de Henry del cuarto de juegos y preparar todo para que pareciera un robo. Tenías bastante tiempo, ya que Henry se fue a una tienda que se encontraba a una hora de casa, es decir, tenias al menos dos horas para terminar con todo.

Una vez terminaste de desordenar la casa y esconder las cosas de Henry, tomaste un sobre de ketchup y te ensuciaste con él, para que pareciera "sangre", obviamente era falso. Decidiste tirarte en el suelo, justo al lado de la puerta corrediza que lleva hacia el jardín. Tenías tu teléfono en tu bolsillo trasero del pantalón y justo en el momento perfecto cuando ya habías terminado, recibiste un mensaje.

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Henry POV

"Voy en camino amor, en media hora llegaré a casa"

Durante el camino a casa no recibí ninguna respuesta de T/n, lo cuál es raro, ya que ella siempre responde a mis mensajes. Así que decidí llamarla. En la pantalla de mi Tesla marqué para llamarle pero al hacerlo me salió que su teléfono estaba apagado.

"No puede ser, si siempre tiene batería en su móvil"

Ella es una persona que siempre debe estar comunicada con los demás, en muy pocas ocasiones se ha quedado sin batería o ha apagado el teléfono. Y más que nada es porque su familia y amigos se encuentran en la otra parte del mundo, sólo vino a vivir a Londres por mí y quiere asegurarse de siempre poder tener contacto con ellos bajo cualquier circunstancia.

Una vez llegué a casa, estacioné en el garaje, bajé las bolsas del supermercado y entré a casa.

"Amor ya llegué" No obtuve ninguna respuesta de su parte. Pero la casa es grande, puede que no me haya escuchado. Al dirigirme a la cocina noté que algunas cosas estaban fuera de lugar, había libros tirados en el piso, las alacenas de la cocina estaban abiertas y había un desorden impresionante.

"T/n ¿Dónde estás? ¿Qué pasó aquí? Ya me estoy empezando a preocupar"

Otra vez no obvtuve respuesta, dejé las bolsas sobre la isla en la cocina y fui en busca de ella. Esto no era normal, al principio pensé que podía ser que estuviera re organizando las cosas, pero se tornó en preocupación y desesperación por pensar en que algo malo podría haberle pasado.
Una vez llegué al living, también era todo un desorden, almohadones tirados, mantas fuera de lugar, libros otra vez en el piso y papeles por doquier.
Me quedé parado en el lugar observando a mi alrededor, noté que detrás del sofá se asomaba un mechón de pelo y ahi reaccioné, corrí solo para ver a mi chica tirada en el suelo con una mancha color rojo en su blusa.

"T/n!! Amor!! ¡¿Qué es lo que pasó?!"

Al parecer estaba inconsciente, me arrodillé a su lado, tomé su rostro en mis manos y le di palmaditas suaves para que reaccionara.
No voy a mentir, al principio caí en su trampa, hasta que me di cuenta que el rojo en su remera era muy brillante como para ser sangre y muy raramente se sentía olor a ketchup.
Esta vez no me va a ganar en esta pelea, la vez anterior había ganado ella con sus bromas inalcanzables, pero esta vez las cartas sobre la mano las tenía yo y sabiendo que ella quería cambiar el rumbo del juego, debí pensar y planear mis próximas bromas para que sea invencible.

"Oh no! T/n! No me dejes!" Dije en tono sarcástico. Claramente se dio cuenta que no caí totalmente en su broma y abrió sus ojos, tenía una mirada fulminante

"Ay vamos! Esta vez estaba segura que te tenía a mis pies" Me respondió soltando un pequeño puchero. Rodó sus ojos y se sentó en el suelo cruzando sus piernas, a lo que yo respondí haciendo lo mismo

"Casi caigo. Lo tengo que admitir, los primeros minutos me lo creí. Hiciste casi todo bien, pequeña"

"¿Me delató el ketchup?"

"Así es jajaja"

"Eso me pasa por adelantarme. No tenían sangre falsa en la tienda, debí haber esperado pero la ansiedad me ganó" Comentó agarrando su rostro con sus manos.

"En fin, debo ordenar todo ahora"

"Yo te ayudo. ¿Por qué no ponemos música asi es más divertido?"

Mientras ella se fue a cambiar de ropa puse música de una playlist en el televisor y empezamos a ordenar. A decir verdad no estaba molesto ni nada por el estilo. Me encanta verla disfrutar de sus canciones favoritas.

"Ay esta es mi canción favorita!!!" Soltó un gritito de alegría, agarró el control de la TV y lo usó como micrófono, se puso a cantar con su hermosa voz y ambos nos pusimos a bailar.

La tomé por la cintura y la pegué a mi cuerpo, se ve tan pequeña a mi lado. Ella tiró el control sobre el sofá y enredó sus brazos en mi cuello. Se puso de puntitas para besarme, pero soy más grande que ella, por lo tanto no llega si yo no me inclino un poco. La cargué en mis brazos y me dio un beso tan tierno, nada desesperado, nada obsceno, sólo me besó delicadamente, sus labios sabían a fresa gracias al brillo labial que llevaba puesto.
Al abrir mis ojos pude ver su expresión de amor y una sonrisa tan bella. El sol del atardecer iluminaba su rostro de una manera angelical.

"Creo que debemos hacer esto más seguido" Soltó una risita y no pude evitar sonerir.

"Tienes razón, hay que hacerlo más seguido"

"Pero no sin antes decirte..."

Bajó de mis brazos, se alejó un poco de mí y con confusión la miré mientras en su rostro se dibujaba una media sonrisa y una mirada macabra, alzó una ceja y terminó su oración.

"... que comiencen los juegos" Hizo una pequeña reverencia y se fue del living.

Creo que ahora es cuando en serio comienza la batalla de bromas y debo estar preparado para cualquier cosa. Ya no podía esperar a realizar mi próximo movimiento. Ella no estaba al tanto, pero fui a comprar lo necesario para hacer la broma del siglo....

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ONE SHOTS | Henry CavillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora