꒰Capítulo 05꒱

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Cinco meses.

Eran las diez y media de la mañana, alfa y omega iban caminando por las calles con una sonrisa en sus rostros.

— Hee, tengo hambre - Jaeyun estaba caminando con una mano en su abultada pancita mientras que con la otra trataba de cubrir un poco sus ojos de los leves rayos del escaso sol. Heeseung, iba a su lado rodeándolo con su brazo gruñendo a cualquier persona que mire más de un segundo a su omega.

Acababan de salir del doctor y Heeseung pidió el día libre en su trabajo para que el ojiazul no vaya solo. El omega hace una semana había cumplido los cinco meses de embarazo, por lo cual, ya podían saber el sexo del cachorro.

Era un niño.

Ambos estaban demasiados contentos por la noticia.

Ahora, estaban yendo hacia el estacionamiento donde estaba su auto.

— ¿Qué quieres comer, Yun? - preguntó el alfa apartando la vista del frente para girar un poco su cabeza y ver a su omega.

Jaeyun copió la acción de su alfa.

El omega dudó - No lo sé.

— ¿Te parece si hago fideos con salsa? - preguntó

Al omega se le iluminaron los ojos — Me parece bien - respondió para luego mostrarle una de sus hermosas sonrisas.

— Bien - contestó para luego inclinarse y depositar un suave beso en los labios de su omega.

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Una vez que Heeseung estacionó el auto afuera de la casa, se desabrochó rápidamente el cinturón para luego bajar y rodear el vehículo para llegar hasta Jaeyun y abrirle la puerta.

El rizado abrió la puerta del auto para luego extender su mano para ayudar a Jaeyun a bajar.

- Tranquilo, Hee, puedo salir del auto por mi cuenta — dijo seguido de una risita.

— No Jaeyun, mira, si te resbalas y caes, o no sé.

El castaño soltó una suave carcajada. Su alfa era demasiado tierno.

- Hee, tranquilo, no me va a pasar nada
— seguido de eso puso una mano en el hombro de Heeseung tranquilizándolo.

Heeseung le mostró una sonrisa dubitativa.

— Bueno, pero de todas maneras voy a estar cerca de ti por cualquier cosa. No te vas a deshacer de mi tan fácil - contraatacó el alfa hacia el omega alzando una ceja.

Jaeyun rodó los ojos, divertido.

— Está bien alfa, lo que tú digas.

Cuando terminaron de comer, Heeseung se encargó de lavar los platos mientras que el omega subía a la habitación que compartian para tomar una siesta debido a que estaba un poco cansado.

Una vez que el alfa terminó de lavar y secar los platos se secó las manos con un trapo y se encaminó a su habitación donde se encontraba su amado.

Mientras caminaba por el pasillo que lo llevaba a su habitación pensaba lo feliz que era con su omega y próximamente, su cachorro.

Su cachorro.

Una sonrisa se plantó en su rostro.

Cuando finalmente llegó a la habitación, cruzó el umbral de la puerta, ya que esta estaba abierta. Vio una de las escenas más tiernas.

Su omega estaba acostado en la parte izquierda de la cama con una mano apoyada en su pancita, mientras tenía su boquita abierta y soltaba suaves suspiros.

Heeseung empezó a caminar hasta ahí con pasos silenciosos.

Una vez que estuvo al lado del omega, se agachó para estar a la altura de este y pudo verlo más detalladamente. Sus pestañas acariciaban sus pómulos y su flequillo tapaba un poco sus párpados así que Heeseung lo corrió despacio con su mano hacia un costado. El alfa estaba totalmente enamorado de su precioso omega.

Desvió su vista del rostro del castaño para posarla en su pancita.

Sonrío.

Lentamente, se levantó y rodeó la cama para sentarse en esta, pero al lado de su omega.

Una vez que estuvo a su lado, suavemente sacó la mano del omega que cubría su vientre, una vez que pudo sacarla de allí, con una delicadeza extrema levantó la remera, que por cierto, era del alfa, hasta que quedó al descubierto la pancita del omega.

Despacio, se acostó boca abajo extendiendo sus largas piernas a lo largo de la cama hasta quedar a la altura del vientre del omega.

Cuando su cara estuvo a poco espacio de la pancita del omega, sonrió y levantó su mano y la empezó a acariciar suavemente, siempre siendo cuidado de que el castaño no se despierte.

- Hola cachorro, soy yo, tu papá - habló Heeseung en voz baja, seguido de una sonrisa, mientras seguía acariciando con delicadeza la pancita del omega - No sé si me escuchas, pero... Te quiero mucho,
¿sabes? Tu madre y yo te queremos demasiado y estamos muy felices de que en unos cuantos meses más estarás aquí con nosotros — sonrió y depósito un suave beso allí.

El omega sintió unos suaves toques en su vientre así que lentamente abrió un poco
sus ojos.

Se sentía morir de ternura.

Su alfa estaba acariciando su vientre mientras murmuraba cosas que no llegaba a escuchar. Sonrió ante esa escena.

Inconscientemente, sus ojos empezaron a picar un poco a causa de algunas lágrimas que se acumularon en sus bellos ojos, así que levantó su mano y empezó a restregarse sus ojitos.

El alfa rápidamente volteó su cabeza hacia su omega cuando lo vio moverse.

El omega apartó las manos de sus ojitos y miró hacia abajo, donde ahora el alfa se encontraba mirándolo con una sonrisa.

— ¿Qué pasa, Yun? -— dijo para luego apartarse de la pancita de su omega, no sin antes dejar un suave beso en esta, para después gatear hasta estar cara a cara con Jaeyun.

— Nada - negó el castaño - Simplemente... Estoy feliz - dijo seguido de una sonrisa.

El alfa copió la acción de su omega para luego inclinarse y darle un suave beso en los labios de este.

Una vez que se separaron sus miradas se encontraron.

— Te amo mucho, Hee — dijo el omega mientras que con su mano acariciaba la cara del rizado y este se inclinara inconscientemente hacia la caricia que su pareja le proporcionaba.

— Yo también, Yun - respondió.
Estuvieron segundos solamente mirándose con amor.

- Hee... - rompió el silencio Jaeyun.

—¿Sí?

— Quiero comer medias lunas.

El alfa simplemente rio.

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