XII

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El transtorno de Louis-----------

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El transtorno de Louis
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Sin duda alguna, aquella pequeña aventura en la biblioteca había sido la mejor noche para ambas chicas y, el comienzo de una amistad, ya que en los siguientes días se habían encontrado en la biblioteca por la tarde y la pasaba ahí está el cierre de esta.

A Hermione le había encantado conocer esa versión de Louis, seguía comportándose como una idiota aveces, pero no era tan idiota como antes. En su lugar ahora estaba conociendo a una Louis más divertida y amable, con algunos episodios de egocentrismo, pero Hermione dedujo que era parte de Louis.

Aún así, teniendo la nueva amistad de Louis, habían estos momentos, en los que pasaban juntas, que Hermione se le quedaba viendo y deseaba besarla.

Claro que no era la única, porque a Louis le pasaba exactamente lo mismo. El humor de la joven princesa era por la tarde muy diferente al de la noche, pues las tardes se la pasaba con Hermione, bromeando y charlando. Pero por las noches, el miedo se apoderaba de su cuerpo por lo que sentía con Hermione.

A parte de eso, se sentía una completa idiota por apostar. Hermione no era como las demás chicas, era especial y no se merecía eso.

Hermione no merecía a alguien como ella.

-¿Louis?-llamó Hermione al ver a la chica completamente ida. Ese día, las dos se encontraban en la biblioteca como de costumbre-. Ey, idiota-la castaña chasqueo sus dedos enfrente de Louis.

La rubia parpadeó un par de veces saliendo de su trance.

-¿En qué pensabas?-rio Hermione.

-Nada.. es solo que-louis buscó alguna escusa y miró el libro que según leía-. Sobre el libro, pienso en el libro.

-Siempre te veo leyendo ese libro-comentó Hermione dudosa- ¿Sobre qué es?

-Nada importante.

-¿Y por qué lo lees?

Louis se encogió de hombros.

-Dejame ver-pidió Hermione, dispuesta en coger el libro, pero Louis se lo alejó poniéndolo en alto.

-No-dijo Louis divertida-¿Que me das a cambio?

-Esto-murmuró la castaña antes de soltarle un golpe al estómago de Louis que le sacó el aire a la chica.

-¡Joder!-se quejó la rubia, soltando el libro y abrazándose el estómago.

Sangre sucia y azul real (H. Granger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora