A Paper se le ocurre hacer un especial para San Valentín, pero sus compañeros del Tottenham también quieren opinar al respecto de la pareja más famosa del club.
Este es mi primer Au con imágenes, quería hacer algo distinto 😂 hay que ver si salió...
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(Este es el link de mi Twitter donde lo subí https://x.com/Ivonn717/status/1762185719391424595?s=20 )
Precisamente esa noche parecía que el universo entero se había aliado para regalarle un mágico momento lleno de luz e intimidad.
Miles de estrellas titiritaban en el firmamento formando constelaciones y dibujos que solo ellos podían interpretar. La luna brillante y redonda iluminaba tímidamente a los enamorados fugitivos que yacían acostados en la azotea, escapando del bullicio de la gente y de sus impertinentes comentarios.
Simplemente era ellos dos disfrutando de la compañía mutua, eran ellos dos finalmente solos.
Quizás Cristian estaba exagerando o sencillamente era un hombre enamorado. Lo cierto era que, aunque delante de sus ojos el paisaje que se desarrollaba era digno de admirar y fotografiar, el no podía apartar su mirada de Heung-Min.
Cuando le decían que lo miraba como si fuera la primera vez, no mentían del todo. Cada día que pasaba siempre encontraba algo nuevo de que enamorarse perdidamente.
Se sentía afortunado de tenerlo a su lado, de poder abrazarlo, besarlo y amarlo de todas las maneras posibles.
Son heung-Min lo hacia sentir vivo, se sentía completo, se sentía amado.
Quien hubiera previsto que terminarían escondidos en una azotea de Seúl improvisando una romántica velada con una manta, almohadones y unas copas de agua debido que al día siguiente tenían partido.
Probablemente si la diferencia horaria entre Seúl y Londres fuera de mas de doce horas, Cuti hubiese podido convencer a Sonny de tomar algo más fuerte.
Pero así es el amor impredecible y sorprendente.
-¿Te acordas la primera vez que nos vimos?- pregunto Cristian, acariciando el cabello del coreano mientras controlaba el impulso de tirárselo para no perder las costumbres-.
-Jamás lo olvidó – sonrió al simple recuerdo- alguien con esa cara de tímido... fui completamente engañado.
-No te hagas...-bromeó abrazándolo más fuerte – que tampoco te quedaste atrás, ponías esa carita de pibe lindo y yo te quería comer.
-¿Y ahora no?
- Desde el segundo que probe tus labios, dije de acá soy y acá me voy a quedar.
Ambos rieron en complicidad ya que esas habían sido las mismas palabras que el argentino confeso el día en que se besaron por primera vez.
-Después de ganarle al United estábamos demasiados eufóricos.
- En realidad yo no lo estaba
-¿Qué?- Heung-min se deshizo del abrazo un tanto ofendido-.
-No te enojes gordo, ¡veni! – beso su mejilla para tranquilizarlo – en realidad no quería irme a las eliminatorias sin que supieras lo que sentía por vos. Pero el que vos me hayas besado primero fue como ¡uf! Me robaste el alma.
-¡Tonto! Si le decís a los chicos que yo lo hice primero me voy a enojar – murmuro avergonzado-.
- No me gustaría perder la imagen de ganador frente a esos pendejos – respondió acariciando su espalda-.
-Entonces ayúdame a olvidar el asunto- suplicó Heung-Min, bajando la voz a un tono suave y cálido-.
Cristian llevó su mano al primer botón de la camisa blanca del coreano y lentamente lo fue desprendiendo sin perderse la oportunidad de acariciar la piel desnuda con sus dedos.
Se besaron con suavidad, saboreando cada sensación, cada emoción que muchas veces no sabían como expresarla con palabras.
—Te amo —confesó Cristian, mirándolo con intensidad.
—Te amo —repitió Heung-Min, sonriéndole con dulzura.
Se besaron de nuevo, con más pasión, con más entrega, con más deseo. Se quitaron la ropa, con cuidado, con respeto, con admiración.
Esa noche hicieron el amor con calma, amándose mutuamente sin dejar ningún rincón del cuerpo del otro sin acariciar.
