Olivia Marie Anderson, una chica, que pensaba que su vida ya no podría empeorar más. Con tan solo 18 años, ya había descubierto lo bestial y jodida que puede ser la vida.
Desde pequeña fue tratada de una muy mala manera por sus padres, ella claramente se sentía horrible, y la pobre se culpaba a sí misma cuando eran sus padres que se desquitaban con ella; no era su culpa que sus padres tuviesen tantos problemas y tampoco era su culpa no ser la hija perfecta para ellos.
...
-Oli, en serio estás bien?
-Sí, estoy bien, solo necesito algo de tiempo, después de todo, no es como si le hubiese tenido cariño, además, se lo merecía.
-Es verdad, pero...
-Pero nada Grace, no te preocupes por mí, yo estaré bien, tú ya tienes muchas preocupaciones, no quiero ser una carga...
-¿Cuántas veces te lo tengo que decir? -dijo con un tono desesperado- NO ERES UNA CARGA!, en cambio, eres la única persona que me hace reír, y la única que hace que logre olvidarme, aunque sea un poco, de mis preocupaciones.
-Gracias... De verdad Grace, muchas gracias, no sé qué haría sin ti -le dije dándole un abrazo-
Después de eso, el día continuo como siempre, chicos en los pasillos jugando como si se les olvidara que van a la universidad, chicas que les aclaman sus tontos juegos y un par de dolores de cabeza.
Al terminar, me despedí de Grace y, tome rumbo hacia mi casa, en la cual me estaría esperando mi nuevo roommate, porque lamentablemente no podía pagar mi casa yo sola, por lo que decidí compartir casa con alguien para que esa persona pague la mitad y yo la otra y así reducir gastos.
Estuve hablando con el ayer y dijo que vendría hoy a dejar sus cosas, me había dicho que su nombre era Leo, que tenía 19 y que según él era una persona tranquila, que no me molestaría y que trataría de que apenas yo sienta su presencia, lo que me pareció genial, y esperaba que así fuera. En fin, la cuestión es que hoy lo iba a conocer y por alguna razón está nerviosa por eso.
Primer capítuloooooo
¡Si ves algún error ortográfico no dudes en decírmelo!
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He's my hope
RandomElla había sufrido tanto, que ya no tenía ni una pizca de esperanza de que su vida pudiera mejorar... pero, esa esperanza que había perdido, él se la devolvería...