Presente
Jadeando por el esfuerzo, abre las piernas, afirma sus manos sobre la cama y levanta sus caderas para que la cabeza de Jungkook se deslice fuera de su estómago.
No puede creer que en serio haya permitido esto. No puede creer que hayan dormido juntos, otra vez, por más que Taehyung trató de evitarlo—claro, como si realmente lo hubieras hecho.
No hay una gran historia detrás. Se quedaron hasta tarde jugando en el portátil de Taehyung, el sueño arrivó, Jungkook tuvo pereza de caminar los cinco pasos que separan sus habitaciones, Taehyung lo mandó al carajo al momento en que se echó a dormir, sin esperar—ajá, mentiroso— que Jungkook se tumbara encima de él al segundo siguiente y se quedara dormido en menos de un segundo.
Es una idea mala, terrible, dejar que Jungkook enrede sus brazos alrededor de su cintura y use su abdomen como almohada. La excusa del problema en los pulmones dejará de ser creíble en algún momento y Jungkook sabrá que la ferocidad con la que su corazón late cada vez que se acerca es porque está enamorado de él, y eso lo arruinará por completo.
A Taehyung no le falta valentía para admitir sus sentimientos, la confianza es una característica muy presente en su naturaleza alfa, pero esto es... completamente diferente.
Un alfa no verá halagador que otro alfa guste de él. Lo verá repugnante, aterrador, ofensivo, en el mejor de los casos.
Ni siquiera sabe cómo se desarrollaron estos sentimientos por su mejor amigo, solo sabe que Jungkook es el único alfa por el que siente esto... El único al que quiere.
Ha tratado de imaginarse a sí mismo decenas de veces con otros alfas, trató de ver el atractivo en otros alfas, trató de enamorarse de otros alfas, pero su lobo enfureció cada una de esas veces, gruñendo y mostrándose en absoluto desacuerdo.
Su fijación antinatural solo funcionó, y funciona, con Jungkook.
Esa es la razón por la que está tratando de ser responsable y empujar fuera de él a su mejor amigo/amor platónico, con el fin de que sus sentimientos románticos no salgan a flote y puede mantenerlos enterrados hasta el día de su muerte.
Pero Jungkook es pesado, realmente pesado, del tipo que le roba la respiración, a pesar de solo tener medio cuerpo encima suyo.
—Ah, Jungkookie... —Vuelve a tratar de empujarlo, pero no importa que tanto consiga mover la cabeza de Jungkook si sus brazos van a seguir aferrándose con fuerza a su cintura. Su piel quema donde sus cuerpos se tocan—. Dios, ya párate... Ya deja de apretarme, Kookie. Duele.
Después de dos minutos retorciéndose y llamando el nombre del otro alfa, sus quejidos parecen funcionar cuando el agarre alrededor de su cuerpo se suaviza. Sin embargo, aún no se rompe.
Ahora despierto, Jungkook vuelve a acomodar la cabeza en el estómago de Taehyung, apoyando su barbilla contra su abdomen para verlo con una sonrisa adormilada.
—Buenos días, hyung... —murmura con la voz ronca por el sueño. A Taehyung no le gusta, él prefiere su voz cálida y suave, principalmente porque esta voz logra que una corriente eléctrica le atraviese la espina dorsal. Uh, cielos—, ¿cómo amaneciste?
—Omitiendo el hecho de que casi muero aplastado por el peso de un elefante, diría que muy bien, gracias.
—Mmm... Estas no son horas del día para empezar a ser tan malo, ¿no crees?
—Qué malo ni que nada... Se supone que debes dormir en tu propia cama, conejito—dice Taehyung, golpeando la frente de Jungkook con un dedo, sin fuerza. Luego hace una mueca de dolor y se frota la espalda, con el fin de que su actuación sea vendida, pero solo Dios sabe lo espectacular que fue amanecer envuelto en el calor de las feromonas de su compañero, envuelto completamente por ellas, oliéndolas con facilidad por lo espesas y frescas que están—. Ahora tengo este dolor de espalda y en... —Mira la hora de soslayo en el reloj de la pared—... en treinta minutos comienza la práctica. Me debes más que un masaje en la espalda.
ESTÁS LEYENDO
Mío
FanfictionTaehyung ha estado enamorado de su mejor amigo desde hace años, pero ser valiente no es suficiente para afrontar sus sentimientos. Jamás le dirá a Jungkook que lo ve con otros ojos. La principal (y única) razón: no tiene chance alguna; ambos son al...