Extra 01

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- ¡Mamá, mi cabello! - una pequeña peliceleste de diez años corría por el pasillo de su hogar con un cepillo de peinar en mano.

JungWon bebía café tranquilamente, antes de que el llamado de su cachorra le hiciera mostrar atención hacia ella. El pelirrojo sonrió ante la imagen, el sedoso cabello de SuYun caía como cascada de su cabeza hasta muy abajo, tenía el cabello largo y le encantaba así.

- Bien, ven aquí - la llamó y ella gustosa aceptó acercarse y voltearse para dejar que el Omega le cepillara.

JungWon comenzó con el trabajo pasando suavemente el cepillo por el cabello celeste, un momento después, miró cómo una pelota rebotaba hacia donde estaban ellos, después simplemente rodó hasta sus pies.

Alzó una ceja escuchando cómo pasos apresurados iban hacia ellos.

- ¡Yo la vi primero! - chilló una voz que venía desde el pasillo.

- ¡Es el primero que la agarre se la queda! - exclamó otra voz, diferente y más femenina que la primera.

- ¡No, yo estaba jugando con la pelota primero! - la última voz era un poco más aguda, y chillona.

JungWon suspiró, dejó el cepillo a un lado y se agachó un poco para tomar la pelota. Los tres pares de pies se detuvieron ante él, los miró serio, y los pequeños sabían que estaban en problemas.

- ¿Qué les tengo dicho? - preguntó poniendo la pelota segura entre sus manos, los pequeños se miraron entre sí, sabiendo que ya no podrían jugar con la pelota ese día.

- Que no juguemos dentro de la casa con la pelota - habló YuJeong, la pequeña de cabellos rojos y ojos plata, haciendo un pequeño puchero, pero JungWon no dejó que su blando corazón cayera ante ello.

- ¿Y qué más? - volvió a preguntar sin cambiar de expresión, su pequeño de cabellos blancos y ojos azules, ShinYu, jugó con sus pies antes de tomar la palabra.

- Que no estuviésemos peleando por los juguetes - no le gustaba mucho regañar a sus retoños, pero sabía que debía enseñarles disciplina, así serían unos pequeños educados.

- ¿Y qué estaban haciendo hasta hace un momento? - preguntó por último, y esta vez fue HanJin, su cachorro más pequeño quien tomaba la palabra, su cabello blanco con mechas rojas y sus ojos plata, que a diferencia de su hermano ShinYu, quien tenía solo el lunar en el lado derecho de su mandíbula al igual que su madre, él tenía en el rostro todos los lunares de su padre.

- Estábamos peleando y jugando con la pelota dentro de la casa, todo lo que mamá dijo que no se podía hacer - SuYun miraba a sus hermanos menores con algo de pena, sabían que no debían hacer enojar a mamá, pero algunas veces lo hacían, no a propósito, aunque sí lo hacían.

- Bien, por eso, no habrá pelota hasta mañana - JungWon miró cómo sus pequeños cachorros hacían caritas tristes, y aunque su corazón doliera por eso, debía seguir adelante con el castigo.

JungWon se levantó de la silla en la que estaba y se llevó la pelota con él, miró cómo los rostros tristes de los pequeños se volteaban en su dirección mientras caminaba.

Por suerte para él, la puerta principal fue abierta, los pequeños sabían quién era y se olvidaron rápidamente de la pelota, salieron corriendo hacia el pasillo.

- ¡Papá llegó! - los escuchó exclamar alegremente mientras se iban.

Sólo sonrió y guardó la pelota, después se fue siguiendo las voces que iban por el pasillo, se encontró con una linda escena, SuNoo tenía a los gemelos mayores colgando de la espalda y a SuYun junto a HanJin cargados en sus brazos.

¿MAMÁ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora