UNA SEMANA EN CALIFORNIA

Cap 1

Otro día más sufriendo en el trabajo.

Si, hoy iba mi jefe como todos los días a ver si hacíamos bien nuestro trabajo, y especialmente todo el tiempo me miraba a mi.

Esto ya es acoso, me enteré que me trae ganas pero bueno, es lindo y millonario puede que me escape un rato a su oficina.

-Señorita Collins ¿Sigue aquí?-Hablo mi sub jefa sacándome de mi transe.

-Si si, perdón.-Hable media sacada de onda.

-Espero y no se vuelva a repetir. - Y solo eso dijo para desaparecer de mi vista.

Que acaba de pasar ¿Estaba pensando en mi jefe?

-Amigaaa!!-Grito Sabrina sacando de mis pensamientos. -El jefecito te necesita en su oficina, y justo a la hora del desayuno, que suertuda.

-Espera, espera dices que el me quiere en su oficina ¿No?.-Pregunte dudosa.

-Ajá-Hizo un sonido raro con su boca.- Pero bueno, yo no te quito más tu tiempo te necesitan, nos vemos.

Y así sin más se fue dejándome allí con la duda ¿El jefe me quiere en su oficina justo cuando nadie esta en la empresa.?

Uuuuyyy ahora si, se va a poner bien cachondo solo cuando me vea, capaz que hasta me da un aumento.

Hay le voy jefe.

Recorrí los largos pasillos hasta llegar a su oficina, toque la puerta y antes que dijera adelante, me subí la falda y solte algunos botones de mi blusa.

-Adelante- Dijo con esa voz ronca que tanto me gusta.

-Buenos días- Dije penosa-¿Me necesitaba.?- Pregunte.

-Correcto, siéntese por favor.

-Gracias.

-Mire...-Bajo la mirada hasta mis pechos pero rápido la subió hasta mis ojos-Quiero ser franco.-.Dijo en un tono tan frío que me dio miedo.

-Okay, dígame- hable con toda confianza.

-Esta despedida.- Y así sin más me dejo boca abierta pero no de la forma que yo quería.

-Disculpe??!!-Hable furiosa.

- Si señorita esta despedida.

-Pero...¿Por que?-Hable con la voz quebrada.

-Me enteré que a usted no le cae bien la sub jefa.-No mames.

- Tengo mis por que.- Me defendí.

-Okay, te escucho.- Hablo sin más.

-Me trata muy mal, me dice que soy muy distraída y torpe, tiene un muy mal carácter para su edad.

-Quiero que sepa que esta hablando de mi esposa.- Qué?!

No,no,no esto no es posible el.

¡NOOOOOOOO!! EL era para mi.

-Ooh okay, esto no me lo esperaba.-No dije nada más.

-Se puede retirar ¡Aah! Y recoja su lugar antes de irse.-Dijo.

Que perro mal nacido.

- Claro.-Fue lo único que dije.

- Adiós.-hizo una seña con la  mano.

PERRO DEL MAL, ME LAS VA A PAGAR.