Capitulo 2 🎨

66 5 2
                                    

Actualmente:

Con 18 años, Geiju Tsuka experimentaba los desafíos de la miopía, lo que lo llevó a adoptar un par de anteojos azules que se convirtieron en su sello distintivo. Mientras lidiaba con esta nueva faceta de su vida, también se sumergía en el mundo del arte, perfeccionando su habilidad con cada pincelada.

En la bulliciosa escuela, Geiju encontró refugio en el club de arte, donde su talento no pasó desapercibido. Pronto, se vio honrado con el rol de líder del club, una oportunidad que lo emocionaba y atemorizaba a partes iguales. La timidez que lo caracterizaba se convertía en un obstáculo a superar en su nuevo rol, pero estaba decidido a dar lo mejor de sí mismo.

Mientras tanto, Kaga descubría su pasión por la ciencia y la tecnología. Aunque el club de ciencias de la escuela no cumplía con sus expectativas, no dudó en transformarlo por completo. Las antiguas mesas con químicos dieron paso a un laboratorio futurista adornado con pantallas de hologramas, fruto del arduo trabajo de Kaga y sus compañeros.

Entre almuerzos compartidos en la animada cafetería escolar, Geiju y Kaga compartían sus avances. Mientras Geiju relataba sus logros artísticos y los desafíos como líder del club, Kaga entusiasmaba a su amigo con sus avances científicos. En medio de estas charlas, Kaga no podía evitar mencionar su sueño de formar parte de la Saikou Corp, el poderoso imperio empresarial liderado por la influyente familia Saikou y fundado por el hombre al que Kaga admiraba profundamente, Saisho Saikou.

La tranquila atmósfera del club de ciencias se vio sacudida por un inesperado giro de los acontecimientos. La incansable búsqueda de Kaga por una medicina prodigiosa capaz de aliviar cualquier dolencia condujo a un experimento que desencadenó una transformación impactante. Tras probar la misteriosa sustancia en sí mismo y en sus compañeros, sus cabellos adquirieron un blanco resplandeciente, sumiéndolos en la sorpresa y la consternación.

A pesar de los esfuerzos de Kaga por revertir el efecto, solo logró restaurar gradualmente los tonos naturales del cabello de sus compañeros, dejando su propia cabellera inmutable en su blancura. Mientras Kaga se esforzaba por adaptarse a su nueva apariencia, Geiju lidiaba con la nostalgia de ver desvanecerse el distintivo cabello azul de su amigo.

En medio de esta transformación, Kaga intentaba aliviar la preocupación de Geiju con bromas sobre su nuevo aspecto, insinuando con humor las similitudes entre su cabello blanco y el característico tono platinado de la influyente familia Saikou. Sin embargo, tras sus palabras jocosas se cernía la incertidumbre sobre cómo esta metamorfosis afectaría sus aspiraciones futuras, en especial su deseo de ingresar a la Saikou Corp.

Un lunes, mientras Geiju se encontraba inmerso en la creación de una obra maestra en su club de artes, el bullicio de estudiantes descendiendo las escaleras del segundo piso hacia la entrada principal captó su atención. Al asomarse para investigar, fue sorprendido por un agitado Kaga, quien lo tomó del hombro con entusiasmo.

"¡Geijuuu! ¡Megami Saikou está aquí!" -exclamó Kaga, con los ojos brillantes de emoción.

"¿En serio?" - respondió Geiju con calma, aunque una chispa de intriga se reflejaba en su mirada.

"¡Sí! ¡Vamos, quiero verla en persona!" - instó Kaga, tomando la mano de Geiju mientras descendían apresuradamente hacia el primer piso.

La mayoría de los estudiantes se habían congregado en la entrada, observando con expectación. Un helicóptero marcado con el distintivo "Saikou" descendía majestuosamente hacia la escuela. El viento agitaba los cabellos de los presentes mientras el aparato aterrizaba con gracia. Dos hombres de impecable porte y lentes oscuros emergieron primero, extendiendo sus manos al interior del helicóptero para ayudar a descender a una figura femenina. De entre las manos masculinas surgió Megami Saikou, una de las herederas designadas de la Saikou Corp.

La mirada de Kaga irradiaba admiración mientras observaba a Megami. Por su parte, Geiju no pudo evitar experimentar un atisbo de celos ante la atención que Kaga dedicaba a la distinguida visitante.

Los estudiantes que se encontraban apiñados en el vestíbulo se apartaron ligeramente para dar paso a las chicas del consejo estudiantil: Kuroko Kamenaga, Akane Toriyasu, Shiromi Torayoshi y Aoi Ryugoku.

"Extendemos una cálida bienvenida, Megami Saikou", - expresó con tono enérgico pero respetuoso la líder del consejo estudiantil, Kuroko Kamenaga.- "Permítanos acompañarla en su transición a nuestra institución educativa y facilitarle un recorrido que le permita adaptarse con comodidad."

Megami se encaminó hacia Kuroko con los brazos pegados a su cuerpo. Una leve sonrisa asomó en su rostro al llegar frente a las cuatro chicas.

"Le agradezco. ¿Es usted Kuroko Kamenaga, verdad?" - inquirió con serenidad.

"Ciertamente, señorita Megami. Permítame presentarle a Akane Toriyasu, Shiromi Torayoshi y Aoi Ryugoku. Las cuatro nos sentimos profundamente agradecidas por su presencia en nuestra institución educativa."

Todos observaban la escena con admiración. Después de un rato, las chicas del consejo junto a Megami ingresaron en la escuela y se alejaron. Kaga no podía dejar de sonreír. Ansiaba seguirlas, pero sabía que no podía. Por su parte, Geiju experimentó una leve tristeza al percatarse de que Kaga ahora estaba más concentrado en Megami que en él.

"¿Viste eso?" - preguntó Kaga con alegría a Geiju. "Es increíble el comportamiento de Megami, no puedo creer que esté en nuestra escuela."

"Sí, lo noté", - respondió Geiju mientras desviaba la mirada.- "Bueno, debo irme. Nos vemos en el almuerzo", -se despidió Geiju de Kaga antes de marcharse.

Mientras Kaga permanecía absorto en la presencia de Megami, ajeno al sentir de Geiju, este último regresó al club de artes y se plantó frente a su cuadro con determinación. El impulso de plasmar una nueva imagen lo embargó, así que retiró el bastidor actual y lo apartó con cuidado antes de colocar otro lienzo en el atril. Con lápiz en mano, dejó fluir su creatividad sin restricciones, dando forma a un semblante que le resultaba familiar: el rostro de Kaga. Geiju observó con ternura el retrato que estaba tomando vida bajo sus hábiles trazos.

Después de detallar la figura con esmero, optó por pintarla con delicadeza, cada pincelada revelaba su anhelo por capturar la esencia de aquel a quien admiraba en secreto. Una vez finalizado, permaneció inmóvil frente a su creación hasta que el sonido estridente de la campana interrumpió su ensimismamiento, recordándole sus obligaciones académicas. Con gesto ausente, se encaminó hacia el salón de clases, mientras el cuadro recién terminado resonaba en su mente.

Al llegar al salón, se acomodó en su asiento habitual. Pronto Kaga se le unió con una sonrisa cómplice. La profesora inició la lección, pero para Geiju resultaba difícil concentrarse; su mente volvía una y otra vez al cuadro que había dejado atrás en el club de artes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Si enamoras a un pintor, vivirás en su arte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora