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Era un día normal en los pueblos de tortillaland, la gente metida en sus trabajos, o simplemente jodiendo la vida, pero no hablaremos de ellos por el momento hablaremos de alguien más especial.

Zorman, el científico, un chico un poco tímido pero con un gran conocimiento en la ciencia, siempre llevando su bata blanca con sus gafas científicas. Es una persona muy centrada en sus cosas, le importa de menos traer su cabello desordenado o como se ve en persona.

No le interesaba en nada tener una relación con una persona, solo tuvo una esposa y una hija peor lastimosamente murieron, y no a tenido ninguna interacción romántica con nadie..

¿O tal vez si?

¿Quien diría que todo cambiaría?

Sonaba la campana de la iglesia, otra misa atormentaba la mente del pelinegro, aún así tenía que ir o sino caería en la lava en manos del profeta.

Al llegar noto la presencia de alguien que nunca había conocido, un chico de  cabello marrón oscuro, con unas prendas y un sombrero bastante extraño, no se le veía detalladamente el rostro ya que tenía una especie de tela rodeando de su nariz hasta su  mentón, solo tomo un asiento y esperaba que comenzarán a rezar.

- Joder, que aburrido es esto- pensaba el científico.

Fue interrumpido por el profeta, que al parecer iba a dar un anuncio de esa persona.

-Hijos, les presento mi mano derecha, Drako Amen.-

-¿Drako amen? Que nombre tan extraño.."-

-Hola a todos, esperemos que nos llevemos bien-

decia de lo más tranquilo, con una sonrisa un poco levantada

Drako miraba a todos los que estaban en la iglesia, pero después solo se fijó en el científico, mirándolo de arriba hacia abajo, le pareció extrañamente, atractivo..

-Tu, ¿Cómo te llamas?-

Dijo señalando a zorman

-¿Yo?

Preguntó

Drako ansisto con la cabeza

-Me llamo zormanos, pero me dicen zorman-

-Un gusto, zorman-

Sonríe

-igualmente, drako-

Al terminar la misa, zorman ya se devolvía una vez más para su laboratorio, pero alguien lo detuvo, era drako.

-Oh, drako ¿como estás?-

-Estoy muy bien, gracias-

𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 - 𝒛𝒐𝒓𝒎𝒂𝒌𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora