Sabor Fresa Carre x Spreen

volver a verte

El amar a alguien implica muchas cosas. Sacrificarse, cuidarse, protegerse, poyarse y muchas cosas más pero hay una pequeña cosa en la cual un enamorado no quiere pensar ni mucho menos vivir

El dolor.....

El maldito dolor, esa mierda que te perfora cada uno de tus sentidos, esa cosa que hace que todo se vaya al diablo cuando las cosas parecen ir bien.

Y ese dolor puede durar mucho tiempo.

Iván se encontraba pensando en ese dolor, estaba sentado en una banca del centro comercial, con un café en mano y otro al lado, por sorpresa se había vuelto adicto a esta bebida cuando antes la detestaba, quizás era porque le recordaba a él...

Iván pensaba una y otra vez la última plática que había tenido con Rodrigo, la cual había pasado hace 5 meses, si, 5 meses.

En esos 5 meses Iván había intentado de todo para tan siquiera volver a hablar con Rodrigo, el cual no quería saber nada de Iván o bueno no por ese momento.

Iván había intentado de todo, mensajes, visitas a su casa, interceptar su camino pero internamente sabía que Rodrigo no iba a hablar con él. A veces odiaba lo orgulloso y persistente que podía llegar a ser el castaño.

Estos últimos 2 meses ya no lo había intentado, de hecho ya ni siquiera había visto a Rodrigo, ni siquiera en redes sociales ya que el castaño se había alejado por completo de todo lo que tenía que ver con internet.

Sus seguidores estaban tristes, ya que Rodrigo había anunciado que se tomaría un descanso de internet, nunca dijo cuanto tiempo y eso les preocupaba a todos sus fans.

Había cerrado todas sus cuentas en todos lados, Iván podría jurar que hasta se había cortado el internet. El pelinegro seguía estando activo en sus redes pero ya no tanto como antes, si bien prendía una vez cada semana o cada 15 días.

Su poco interés en hacer streams había generado que todo mundo estuviera hablando de él y de lo cansado que se veía, le valía poco también, sabía que siempre se la pasaban hablando mierda de él y en ese momento era lo que menos le importaba.

Todos aquellos pensamientos lo atacaban día y noche ¿sería momento de soltar a Rodrigo? ¿Debería de seguir luchando por él? ¿Rodrigo aún lo amaba? Todas esas preguntas lo atormentaban y no había manera de que pensara otras cosas.

Estaba a punto de levantarse e irse de nuevo a su departamento, cuando una escena hizo que todos sus músculos se tensaran y se paralizara por completo dejándolo congelado en donde estaba.

Ahí frente a sus ojos, se encontraba su castaño pero el asunto es que no iba solo. Un chico rubio y más alto que él lo tironeaba como un nene pequeño. Rodrigo reía y negaba con la cabeza.

Iván se escondió lo más rápido que pudo, observando desde su escondite, Rodrigo y el otro chico se metieron a una tienda de ropa mientras reían muy fuerte haciendo que todos a su alrededor voltearan a verlos.

Iván sintió su corazón comprimirse al ver a su castaño reír alegremente con alguien más, reír con otro chico que no era Iván.

El pelinegro no podía ni siquiera moverse.

Rodrigo se miraba muy feliz con ese otro chico, demasiado feliz. Iván se puso a pensar si él en algún momento había hecho así de feliz al castaño.

¿Rodrigo siquiera había sido feliz junto a Iván? Esa pregunta comenzó a atacarlo.

Quizás si pero Iván sabía muy bien que le había hecho pasar momentos horribles a Rodrigo pero también pasaron momentos lindos.