En La Fogata

La Bestia

Ya pasaron dos horas desde que nos adentramos en el bosque con la cámara.
Mi hermano, como siempre, se quejaba de el hacho de que lo haya arrastrado conmigo.
Que en vez de estar buscando a una criatura debería estar en casa, en la computadora, resolviendo las deudas financieras que nos dejo nuestro padre luego de fallecer.
Lo que él no entiende es que creo haber encontrado la causa de la muerte de papá, pues no murió de forma natural, no.
Él primero desapareció y luego fue encontrado muerto, con su torso abierto y con parte de su cabeza a unos metros del cuerpo.
Los oficiales dijeron que podría haber sido un oso pero yo creo que hubo algo que es aún más peligroso.
Y yo voy a matarlo.
Y para eso salí con una escopeta y traje a mi hermano en caso de que necesite ayuda.
Las quejas de mi hermano seguían y seguían y.....
¿¿Para??
Volteé y no estaba.
Ya me estaba asustando hasta que repentinamente me habla a mi lado.
Se había caído.
Al continuar nuestro viaje empieza a decir que la verdad está muy relajado y que la caminata se le hace linda.
Raro, se supone que estamos buscando una Criatura Humanoide.
En eso empieza a contar cosas que convierten la situación en una caminata llena de recuerdos y risas.
Quizás demasiada risa...
Al darme cuenta le regaño, se supone que estamos buscando una criatura.
Si nos seguimos distrayendo, jamás la encontraremos.
El solo ríe.
Cada vez más fuerte.
Esto se vuelve tétrico.
¿¿Qué te pasa hermanito??
¿¿Qué es gracioso??
¿¡¿¡Estás levitando!?!?
¡SE ESTÁ CONTORSIONANDO!
¿¡¿¡CON QUIÉN ESTUVE HABLANDO!?!?
...
...
...
...
...
Hola.
Gusto en conocerte.

Fin