Muriendo por tu atención.

2.6K 71 86
                                    

N está paseando por el bunker. Hoy tenía día libre así que podría leer un libro o ver alguna película. Por el camino llevaba una amplia sonrisa de oreja a oreja, algo típico en él, pero esto solo molestaba al resto. Para todos ver una sonrisa tan pura e inocente es llanamente una burla para ellos. ¿Cómo una maldita máquina de matar puede ser tan ingenua e inutil?

N se decantó por ir a la biblioteca. Desde que los desmanteladores hallaron la 'paz' con los workers, ahora puede andar por donde quiera... bueno sin tener en cuenta algunos comentarios bajos, condescendientes, burlones y humillantes acerca de él.

Una gran mayoría de los workers aún le tenían miedo, no solo a él, también a sus compañeras. Otra parte, bueno, exclusivamente a él lo burlaban, tildaban de tonto e ingenuo, pues claro, ellos veian a un inocente niño, bobalicon y alegre, todo lo contrario que tendria que ser una maquina mortal, brutal, sedienta de petroleo, maquiavélica, violento, antipatico y dañino, todo lo que tendria que ser un desmantelador, y él no es.

El camino realmente es aburrido, varios Workers lo miraban con cara de superioridad, aunque, si N quisese los podría matar en menos de lo que canta un gallo. Pero la actitud presuntuosa de estos workers se debía más que todo a que el adorable chico de las galletas siempre estaba rodeado de las más guapas del bunker. Todos ellos se preguntaban ¿Cómo diablos el más idiota, tonto, inutil y patetico puede estar tan rodeado de chicas tan hermosas? Pero... no eran ellos los únicos que tenían celos.

Unos extraños ruidos siempre estaban presentes por donde quiera que estuviese el alto. La gente normalmente los ignoraba pero... cada vez que el chico estaba con alguna drone femenina el crujido se hacía más prominente, como si algo se estuviera quejando, gruñendo y... llorando. Daba igual la situación pero siempre que el asesino de las galletas está con alguna fémina, estos lamentos incrementaban y el no parecía darse cuenta.

Pensando en sus cosas, N camino por los pasillos ignorando los ruidos de la ventilación y las miradas e insultos del resto. Meditando sobre perros, historias que leyó y el hambre que siente ahora mismo, así que decidió alejarse un momento para poder ir a comer un poco. Aunque V y J ahora no viven en la nave y tienen su propio domicilio, N prefirió quedarse en la nave como un 'ermitaño'.

De este modo, N decidió irse a su 'hogar' para poder degustar un poco de su rico, dulce y tibio aceite de worker.

Girando por una esquina, N chocó contra alguien desconocido. El golpe fue completamente de frente y lo único que pudo ver antes de chocar fue unas orejas rosas y unos luceros rosados. "Ugh idiota por qué no miras por donde vas, maldito perdedor." Dijo una voz chillona.

"Lo... lo siento Lizzy." N se paró inmediatamente y usando su cola, agarró la cintura de la rosita y la puso erguida. La niña expuso un pequeño sonrojo y dejó escapar un suave gimoteo de pánico y excitación. "Lo siento mucho Lyzz, disculpame. Voy con algo de prisa." Pero sin poder avanzar mucho, la chica popular detuvo a N sujetándolo de la cola. "Alto ahí idiota, crees que tras chocarte con la chica más linda del maldito bunker vas a poderte ir sin más." Dijo mientras ponía una pose y cara de superioridad. "Vas a tener que pagarmelo, idiota."

"Uhh claro en que te puedo ayudar." Dijo inocentemente N mientras sonreía. Mientras el par estaba hablando, un largo bufido territorial y llanto afligido escapó de una de las rendijas de ventilación. "Ugh... qué es ese ruido, uff los idiotas de la WDF es que no limpian los malditos conductos." Se quejó Lizzy. "Bueno como sea, ven conmigo tonto-bot que necesito ayuda." Dijo mientras producía una mirada con desprecio.

"Claro, me gusta hacer cualquier cosa." N se dispuso en una postura militar mientras realizaba un saludo.

N siguió a Lizzy por los pasillos, por el transcurso del camino, la niña se aferró fuertemente al brazo del mayor y cuando podía, trataba de pegarlo a su busto. El traqueteo de la ventilación se hacía más notorio cuando la porrista trataba de hacer algún avance. "Umm bueno... Lizz ¿qué era exactamente lo que necesitabas de mi?" Preguntó con curiosidad.

Muriendo por tu atención.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora