—Pensé que planeabas algo para las dos, hace mucho tiempo que no salimos solo las dos. — Momo fingió llorar.
—Salgamos entonces ¿qué quieres hacer?
—Vayamos a un restaurante, vi un video en TikTok en el que lo recomendaban mucho.
—Claro, pero yo tengo que ver las cosas del trabajo, ¿podrías hacer tu la reserva?
—Bien, yo lo haré, ¿te parece bien el día viernes?
—Sí amor, gracias.
Momo había empezado a ser más atenta nuevamente, hace unos días habían discutido, y claro, no era la primera vez, pero le afecto mucho, fue a la casa de Chaeyoung y hablo con ella de como se sentía, algo en esa conversación hizo que quisiera intentar de nuevo, tal vez lo poética que era Chaeyoung al hablar de este tipo de cosas, Momo amaba a Nayeon y no la quería perder más allá de sus desigualdades.
Entonces la pareja abrió más temprano el día lunes para no perder las horas de trabajo solo por arreglar problemas de la vida personal, muchas personas se levantan muy temprano a trabajar, por lo que la cantidad de clientes no fue un problema, les fue bastante bien, mejor que otros días, ya que circulaba mucha gente a esas horas.
Después de ocho horas de trabajo cerraron y Nayeon y Momo se arreglaron para ir a su cita con la psicologa, la cita era a las seis de la tarde por lo que tenían solamente una hora y media para arreglarse y llegar donde estaría la psicologa, afortunadamente llegaron cinco minutos antes, no iba a haber problemas, las llamaron y ellas se dirigieron hasta la sala de su psicóloga.
—Hola chicas, ¿cómo han estado?—Jihyo les dio paso para entrar a la sala. —Tomen asiento.
—Bien, muchas gracias. —Respondió Nayeon.
—Y cuéntenme, ¿cómo les ha ido esta semana?
Nayeon y Momo estuvieron una hora hablando sobre todo lo que habían hecho durante esa semana y de los problemas que habían tenido y como los solucionaron, recién estaban empezando con esto, así que claro, no había muchos cambios, pero lo intentaban, después de esa hora salieron y subieron al auto.
—Oye amor, la verdad no le quise preguntar directamente, pero no recuerdo el nombre de la psicóloga.
—¿Y por qué quieres saberlo? ¿Te pareció linda?
Nayeon era consciente de lo que merecía como persona, no era insegura; sin embargo, le gustaba celar a Momo, de broma, claro.
—Nayeon ya te he dicho que ese tipo de bromas no dan risa, y no es nada de eso.
—Lo siento amor, se me olvido, pero dime, ¿pudiste hacer una reserva en el restaurante?
—Sí, hay que estar allá a las nueve de la noche, luego podemos salir a alguna otra parte.
La pareja dedicó el viaje camino a casa a planear lo que haría ese día, ambas estaban emocionadas, ya que no hacían esto seguido, nunca a decir verdad, algo que no habían hecho en casi un año.
Al llegar a casa comieron, vieron una película y se fueron a dormir, al día siguiente Dahyun llegó más temprano y abrió antes de que llegara la pareja, solo fue una hora, pero al llegar Dahyun se notaba emocionada, Nayeon no lo noto, estaba ocupada, pero Momo se acercó.
—Parece que te dieron la mejor noticia de tu vida, ¿qué pasa?
—¡Paso Jihyo! No le pedí el número, pero la vi, se veía tan guapa, ME LA COMO.
—¿Y quién es Jihyo?
—De la que te hablé el otro día cuando me fuiste a dejar… —Dahyun la miro esperando a que Momo recordara.— No se puede contigo, ya no importa. —Dahyun se fue y siguió con su trabajo.
Momo no la tomó mucho en cuenta y también siguió con su trabajo y así fue hasta el día lunes, la semana transcurrió con bastante normalidad.
Llegaron las seis y media de la tarde del día viernes, la pareja empezó a arreglarse para salir, se bañaron y vistieron para la ocasión, Nayeon llevaba un vestido blanco junto con un suéter y Momo uso pantalones formales color negro y una camisa cropped con un azul claro.
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La pareja, ya lista, salió de su casa y llegó al restaurante en el que tenían su reserva, las hicieron pasar y las llevaron a un lugar más privado, era justo como Momo había planeado. Pidieron su orden, comieron y hablaron de situaciones que habían pasado juntas cosas que necesitaban recordar para saber que no todo había sido en vano, juntas habían logrado abrir su bollería y les iba bien, lograron comprar una casa y no les hace falta nada, se quieren, tal vez solo les falta algo nuevo en la relación, eso fue lo que pensó Momo.
Después de haber pasado un lindo momento en pareja fueron a un bar, al llegar se sentaron frente a la barra porque no quedaban más mesas libres para dos personas, mientras hablaban, Momo vio a alguien que le resultaba conocida, era una mujer acompañada de un hombre, no pudo confirmar quien era, puesto que no le veía bien el rostro y estaba en una mesa en una esquina un poco lejana a ella.
Después de que la pareja hablara durante un rato, Nayeon empezó a pasar su mano por la pierna de Momo.
—Amor, ¿me acompañas al baño?
Ambas caminaron hacia el baño, no era muy grande. Nayeon beso bruscamente a Momo.
—Amor, ¿no crees que es mejor si entramos a un cubículo?
—¿Para qué? Hay música y no se escucha nada hacia afuera..—Nayeon la miro con lujuria—Además es más entretenido si es probable que nos descubran.
Nayeon siguió besando a Momo, y esta la subió sobre el lavamanos, Momo puso una mano en el cuello de la contraria para mover levemente su cabeza, mientras que con la otra mano acariciaba sus muslos, acercándose a su centro, empezó a estimular a Nayeon.
—Nayeon, recién estamos empezando y ya…
Unos pasos que se detuvieron en corto justo a la entrada del baño las asusto.
—Disculpe, lo sentimos mucho, de verdad.
Momo hizo reverencia repetidas veces sin siquiera ver quién era la persona que las había visto, hasta que escucho a Nayeon acercarse a saludar y reconoció la voz de la otra persona.
