Un pequeño cuerpecito tratando de meterse entre Jimin y yo me hizo reír, había pasado dos semanas del incidente y habíamos empezado la búsqueda del padre de Jimin.
Era duro, era muy duro, porque por más que buscáramos, preguntáramos e intentáramos localizarlo con los poderes de Jimin, no teníamos éxito, Jimin estaba desesperado, realmente desesperado por hallar a su padre, algo que a él le tenía muy ofuscado, no me malinterpreten, Jimin quería salvar a nuestra nena, pero odiaba que su padre fuera parte de ello.
Hyesun no había tenido un nuevo colapso como el de aquel día, pero seguíamos tratando de romper la maldición con el hechizo modificado, en parte mi pequeño rey me decía que estaba surgiendo muy pequeños efectos porque podía sentirlo, no entendía bien cómo funcionaba ello porque yo no poseía magia, sólo entendía que estaba ayudando a nuestra hija y eso me tranquilizaba.
— Papis ya despierten — Su voz aniñada me hizo sonreír, sonaba algo ofuscada — Vamos, el tío Woo vendrá a una tarde de nenes lindos, papiiiss.
El alargamiento que le hacía a las palabras cuando quería señalar algo por lo que estaba ansiosa le presten atención o cuando quería conseguir algo me causaba mucha ternura, acaricié su cabecita en señal de que estaba despierto y luego me senté tomándola entre mis brazos.
Hyesun se parecía mucho a Jimin, tenía el cabello rubio y ojos caramelo, como los de él cuando no sacaba a relucir sus ojos rojos, una pequeña nariz de botón y unos labios voluminosos, pero había heredado todo mi carácter (lo cual incluía mi posesividad y celos profundos), y además sus ojos aunque color caramelo, tenían la misma forma y profundidad que los míos.
— No hagamos mucho ruido porque papi Mimi está cansado sí amor?
Asintió como si estuviera complacida de formar parte de lo que para ella lucía como el mejor plan de complicidad el dejar dormir más a su padre, en realidad Hyesun nos ha regalado en los últimos 5 años momentos preciosos y llenos de alegría.
— Vamos a hacer el desayuno antes de que tu tío Eunwoo aparezca y comience a querer comerse todo — Escuché su risita contenida mientras tapada su boquita con sus manos, era realmente adorable — Ve a cambiarte, en un momento bajo mi vida.
La deposité en el suelo y la vi correr descalza hacia la puerta antes de regresar corriendo y dejar un pequeño beso en la mejilla de Jimin quien se removió, pero no despertó y luego salió perdiéndose por el pasillo sabiendo por sus pasitos cómo ingresaba a su habitación.
Di la vuelta a la cama y me quedé a tu lado observando tu rostro dormido, lucías cansado y unas pequeñas ojeras se asomaban en tu rostro, tu cabello dorado caía sobre tus ojos por lo que lo aparté con cuidado.
No podía evitar admirar su belleza, Jimin era alguien a quien podías quedarte mirándolo por horas sin cansarte y mientras observas cada detalle de su ser, se te hace imposible no soltar suspiros y sonreír, es alguien que te puede sacar sonrisas genuinas con el solo acto de sonreír o tratar de ocultar sus ojos por la timidez.
Repasé tu pequeña nariz y dejé un pequeño beso en tu mejilla mientras veía cómo soltabas un pequeño suspiro de tranquilidad, sé que te preocupa no lograrlo mi amor, puedo verlo en cada acción tuya, en cada una, en como puedes sonreír de manera genuina, pero luego borrar tu sonrisa en cuestión de segundos porque te martirizas diciéndote que no mereces ello, en cómo pareces tener cuidado al preguntarme las cosas porque crees que me enojaré contigo pues sientes que es culpa tuya todo lo que está pasando y me aterra, me aterra que termines perdiéndote.
Me aterra porque siento que te perdería también y no podría soportarlo.
Bajo las escaleras directo a la cocina y decido preparar tu desayuno favorito, panqueques y jugo de maracuyá, ya puedo verte sonreír con el cabello enmarañado mientras te acercas a darme un abrazo y no puedo evitar sonreír mientras preparo los panqueques.
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CURSE |kookmin|
FanfictionCuando creían que tendrían su final feliz, todo se viene abajo, los problemas que creían haber eliminado parecen haberse aferrado ahora de manera mucho peor y la amenaza inminente a sus vidas hace que recurran a personas que juraron nunca hablar. "N...