FLIRTY BOY

━ᴅɪʀᴛʙᴀɢ━

●~*~•★•~●~

No quería salir de su habitación y probablemente no salga jamás.

No puede creer que realmente le afecta lo que piense un idiota como Stanley Uris....

Definitivamente le importaba.

Esta bien, lo admite, vive de la aprobación de los demás, ¡no podía dejar que alguien pensara así de él!

Aunque en realidad todos pensaran así de él...

Pero eso no importaba, porque los demás eran una basura repetitiva, y no le gusta reconocer que básicamente Stan tenia razón en todo lo que había dicho pero, era cierto...

Los demas son iguales, igual de imbéciles y con una sola neurona.

¡Ugh!, ¡todo es un fastidio!

Odiaba darle la razón a alguien, eso es demasiado para alguien como él.

Todos sus pensamientos se vieron interrumpidos por unos golpes en la puerta de la habitación.

—¡Qué es lo que quieres Amaia!—soltó él pelinegro en un tono exasperado

Desde el otro lado de la puerta se pido escuchar un gran suspiro.

—No se cuál sea tu problema pero llevas encerrado tres días enteros sin salir, y no es que me preocupe demasiado, por mi sería excelente si ya no volvieras a salir, pero, básicamente estoy a cargo por ser mayor y si algo te pasa es mi culpa—

Asier sabía perfectamente a donde llegaría toda esa conversación, solo peleas sin sentido, no estaba de humor para pelear con Amaia...

—¡Dejame solo!—Grito él ojiazul

—Solo necesito asegurarme que no estoy hablando con tu fantasma y que sigues vivo, para mi eso sería suficiente—

—¡No quiero verte, ni a tí, ni a ninguna persona existente del mundo!—

—¡Esta bien!, Trate de ser amable pero no me dejas otra opción maldito duende bipolar—

Asier él cual estaba cubierto a su totalidad entre sus sábanas empezo a sentir como unas manos trataban de sacarlo de ahí.

—¡Dejame maldito conejos con rabia!—

—¡Conejo con rabia!, ¡Cuál es tu problema abortó de rata!—

Él pelinegro harto de la situación decidió que por una vez enfrentaría sus problemas aunque este fuera la insoportable de su hermana.

—¡Sabes cuál es mi problema!, ¡mí problema es que nadie puede dejarme tranquilo por al menos cinco minutos!—Dijo destapandose por completo fe una vez

Amaia lo veía atónita, por primera vez la castaña creía ver realmente enojado a su hermano.

Aun así esa ira reflejada empezó a convertirse en un sentimiento de tristeza.

—Solo déjame tranquilo, no quiero pelear, por una vez déjame solo...—

Amaia no creía lo que veía, su hermano parecía empezar a romperse.

Perfectamente diría que no había vuelto a ver de esa manera a Asier desde que tenían diez años, jamás lo había visto de esa forma, nunca lo había visto tan, sensible...

—¿Qué es lo que pasa?—

Después de mucho tiempo ella supo que era momento de comportarse como lo que era, su hermana.

—Solo quiero estar solo, no le agrado a nadie aquí, no le veo sentido si quiera intentarlo—dijo el pelinegro cubriéndose de vuelta en sus sábanas.

Amaia no tenía palabras para poder ayudar en ese momento, no sabía lo que tenía que hacer...

Hace tiempo que no hablaban de una manera pacífica y sería, no desde que se alejaron el uno del otro...

Entonces cuando Asier pensaba que había quedado solo un cuerpo se apego a él atraves de todas las sábanas en él.

—Necesito que entiendas que sigo siendo tu hermana, aunque los dos nos comportamos como idiotas siempre, seguimos siendo hermanos, y nada lo cambiará—

La castaña esperba alguna respuesta de su parte pero solo hubo silencio en la habitación.

Supo que tenía que irse en ese momento.

Asier solo escuchó el sonido de una puerta cerrándose después de lo ocurrido...

No hubo palabras de su parte.

Solo una cristalina lagrima salía de él...

¿Por qué lloraba?

¿Desde cuando era tan sentimental?

Era una basura...

(Capitulo cortito pero emocional -.-)