SIÉNTEME (COMPLETO)

CAPÍTULO 21

*Narra Patrick

Cuando desperté, estaba atado a una silla en un cuarto completamente oscuro. Me dolía mucho la cabeza y tenía la vista un poco borrosa, apenas podría mantener los ojos abiertos cuando una luz me deslumbró.

— Hola Patrick, que gusto volver a verte viejo amigo.

—Tú y yo no somos amigos John… ¿Cómo carajos me encontraste?,¿Qué haces aquí?, ¿Qué quieres?
—¡¡Ya déjame en paz!!

—Pues mira respondiendo a tus múltiples preguntas, té encontré gracias a James, pensé que sería el primero al que buscarías pero me doy cuenta de que la pésima paternidad que ejerció contigo no la repitió con sus demás hijos. Así que en cuanto lo amenacé con matarlo a él y a su familia, no dudó en hablar sobre el antiguo lugar en el que solía vivir tu madre cuando era soltera y me aseguró que este sería el único lugar en el que te sentirías seguro ahora que estabas huyendo de mí.

*Maldije a ese hombre en mis pensamientos.

—Y en cuanto a lo que hago aquí, he venido por ti, ya que como te dijeron mis ayudantes cuando te encontraron surgieron nuevos planes y necesito de tu participación para que esos planes puedan rendir frutos, porque si no perderé dinero y sabes que es lo que más odio en esta vida.

—No pienso ayudarte más, ya dejé esa vida, ahora tengo un trabajo honrado y estoy feliz.

—Lo sé… Sé de tu reencuentro con tu familia, sé de tu nueva pareja y sé que vas a ser padre de una niña. Estoy enterado de todo eso desde hace meses, pero quise darte la oportunidad de que tuvieras una vida tranquila antes de volver al ruedo.

—¿Desde hace meses???

—Así es Patrick, mis hombres encontraron rápidamente a tu padre y en cuanto te delató, inmediatamente envié a mis hombres a buscarte y te encontraron en el cementerio, de hecho, fue el primer lugar al que fui en cuanto llegué aquí y viendo la lápida de tu madre pude saber que había sido su cumpleaños. Aunque mis hombres jamás dejaron de seguirte, a tu trabajo, a tu casa y a la casa tanto de tu familia como a la de la familia de tu novia, a los cuales también estuvimos vigilando desde que nos enteramos de que habías entrado a esa casa, porque creímos que ellos te habían ayudado a escapar o que quizás también nos podrían servir como carnada para encontrarte. Por cierto, espero que les gustara en regalo que lleve para tu hija en el babyshower.

En ese momento recordé los regalos que servían para la estimulación temprana y supe que él lo había llevado.

—¡¡¡Deja a mi familia fuera de esto John!!!

—Y te prometo que dejaré a todos fuera de esto, siempre y cuando accedas a volver.

—No lo haré.

—Me temo que no tienes muchas opciones Patrick, o accedes a volver de buena manera y te prometo que yo dejaré a tu familia en paz, o te pones terco y no te podría asegurar que tu familia no resultará herida.

—Por cierto, que buen gusto tienes para las chicas, Agatha es hermosa… Aun estando embarazada.

Oír a John decir esas palabras me enfureció, así que, aunque estando atado a la silla, corrí hacia él porque deseaba matarlo.

— ¡¡¡No te atrevas a tocarla maldito!!!

Los hombres de John me volvieron a retener y mientras tanto, John parecía entretenido viéndome luchar.

—Escúchame Patrick, esto es lo que haremos: En la madrugada nos iremos de vuelta a Saõ Paulo ,ahí volverás a trabajar para mí, pero viendo los buenos resultados que diste en la fundidora creo que ahora trabajarás como mi contador, ya no solo como mi vendedor, ni como mi perro de peleas como lo hacías cuando recién te encontré— dijo John mientras se servía un trago que seguramente era whisky, era su bebida favorita.

—Ya está todo listo señor.

—Magnífico ahora del algo de comer a Patrick y ropa que no tenga sangre porque nos espera un viaje largo de vuelta a Brasil y no quiero problemas en el aeropuerto— John bebió el trago de un solo sorbo y salió del cuarto.

—.—.—.

Aunque me resistí todo el tiempo los hombres de John me llevaron a rastras a la pista donde ya nos estaba esperando ahí un avión privado. Me subieron a él y enfrente de mí se sentó John.

—Como no estoy seguro de que te calmarás y estarás quieto durante el vuelo, traje un amigo.

Del baño del avión salió un señor calvo, chaparro y con lentes que traía un maletín en la mano.

—Te presento a mi doctor, Hugo Malcar.
—Él se encargará de administrarte un medicamento que te haré dormir el tiempo necesario para llegar a Kenis.

El doctor se acercó a mí mientras yo seguía sometido por los hombres de John y me inyectó algo en el brazo izquierdo. Poco a poco sentía como mis ojos comenzaban a pesar, hasta que quedé totalmente inconsciente.

—Tenemos un grande negocio por delante Patrick— esas fueron las últimas palabras que oí antes de quedar inconsciente por el sedante.

—.—. —
Cuando desperté estaba en el cuarto en el que salí a dormir antes de huir, solo que ahora mi pie estaba encadenado a la cama.

*Se abre la puerta.

—El señor John me ordenó que te trajera algo de comer-me dijo Axel, un chico como de 13 años que servía a John como vendedor de drogas, ya que, como era un niño pequeño rara vez los policías sospechaban y los niños se encargaban de vender drogas afuera de algunas secundarias, pero ahora, Axel se había ganado la confianza de John y lo había dejado de usar como perro de peleas. Eso lo podía saber por cómo lucia, porque John se encargaba de alimentar bien a los chicos que usaban en las peleas para que pudieran dar un buen espectáculo y Axel se veía un poco flaco que cuando me fui, así que supuse que Axel se limitaba a vender drogas afuera de las secundarias.

Incluso en esas peleas se hacían apuestas entre los amigos de John que eran invitados cada vez que a John se le ocurría organizar este tipo de eventos.

De niño yo también empecé así, hasta que cumplí 17 años, y fue entonces que me encargué de administrar las ganancias de John por el narcotráfico, así como de las exportaciones que se hacían de Kenis a las demás ciudades, estados e incluso otros países además de Brasil.

Sentí mucha pena por ese chico, después de dejar la comida sobre la mesa salió del cuarto sin siquiera mirarme, pero me di cuenta de las marcas en su cuello.

Si John seguía teniendo las mismas dinámicas, encadenada a todas las personas que tenía secuestradas y solo a los que ganaban las peleas o le traían buen dinero por vender drogas, eran a los que alimentaba y los dejaba estar desencadenados para que pudieran caminar un poco alrededor de la propiedad, pero aun así eran vigilados.