𝖻𝗈𝗈𝗄. 01 - set fire to the rain. ★̲

전 ' infobook : introduccion

🍂 ִ ⠀秋の恋⠀ ¿que es el arte? ¿que significa el arte? ㅤㅅ

En una noche de luna llena, cuando los destellos plateados acariciaban las hojas y las sombras danzaban entre los árboles, surgió una figura inesperada: Eilis, una joven aprendiz de la tribu de los lobos de plata. Desde temprana edad, había demostrado un talento innato para capturar la esencia del mundo a través de su arte. Sus dibujos, más que simples trazos en papel, eran ventanas hacia mundos invisibles y emociones enterradas en lo más profundo de los corazones.

Eilis había venido al Santuario de las Sombras en busca de inspiración, pues su tribu estaba en peligro. Una misteriosa enfermedad se había extendido entre los lobos plateados, y ninguna cura parecía suficiente para detener su avance. En su desesperación, Eilis había recurrido a las antiguas leyendas que hablaban de la existencia de deidades olvidadas que moraban en los rincones más oscuros del mundo.

Mientras exploraba el santuario, Eilis se encontró con pinturas que parecían cobrar vida propia. Retrataban a criaturas de los mitos más antiguos: vampiros que acechaban en las sombras, ángeles que custodiaban los secretos del cielo, demonios cuyas risas eran vientos tormentosos, sirenas que cantaban melodías de pérdida y redención. Cada obra parecía emanar un poder único, una esencia que trascendía lo físico y tocaba lo espiritual.

En el corazón del santuario, descubrió una pintura que captó su atención de inmediato: una deidad de la creación y la destrucción entrelazadas en una danza eterna. Era una imagen que parecía revelar el equilibrio perfecto entre la vida y la muerte, entre la luz y la oscuridad. A su lado, un libro antiguo y polvoriento susurraba historias de deidades olvidadas: la deidad de la sanación, capaz de curar cualquier herida; la de la resurrección, que podía devolver la vida a los espíritus perdidos; la deidad del cielo, cuya mirada vigilante protegía a los seres mortales; y las deidades solar y lunar, cuyo amor cruzaba los límites del tiempo.

Convencida de que estas deidades ancestrales poseían el poder de salvar a su tribu, Eilis se dispuso a encontrarlas. Guiada por las pistas dejadas por las pinturas vivientes y los guardianes invisibles del santuario, se aventuró en una búsqueda que la llevaría a través de reinos olvidados y desafíos impensables.

En su viaje, Eilis encontró aliados inesperados: un vampiro que había renunciado a su sed de sangre en busca de redención, un ángel caído que buscaba restaurar su lugar en el cielo, una bruja cuya magia estaba entrelazada con la naturaleza misma, y un lobo de plata que la había seguido desde el inicio, ofreciéndole su lealtad inquebrantable.

Juntos, enfrentaron peligros y pruebas, desenterrando secretos antiguos y despertando el poder latente de las deidades olvidadas. En el clímax de su búsqueda, se encontraron frente a frente con las deidades mismas, cuya presencia irradiaba una luz que eclipsaba las sombras del santuario.

Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de esperanza, Eilis suplicó a las deidades que salvaran a su tribu. Con una sonrisa tranquila, las deidades aceptaron su petición, tejiendo hechizos antiguos y cantando melodías antiguas que sanaron las heridas de los lobos plateados y devolvieron la vida a los espíritus perdidos.

Cuando el sol se alzó sobre el horizonte, el bosque de Eklarion parecía llenarse de un nuevo resplandor. Las criaturas míticas que una vez habían sido enemigos ahora se reunían en paz, unidas por el poder del arte que había traído esperanza y renovación a sus vidas.

Y así, en el Santuario de las Sombras, Eilis aprendió que el arte no solo residía en dibujos y pinturas colgadas en la pared, sino en la capacidad de capturar la esencia de lo extraordinario y lo ordinario, de traer a la realidad los sueños más profundos y de dar vida a las deidades olvidadas que aún caminan entre nosotros.