La noche era oscura y sombría, y parecía como si ni siquiera las estrellas quisieran molestarse en iluminar un poco su estado de ánimo, y mientras estaba de pie en su balcón, mirando las casas a lo lejos, Rishe no pudo evitar pensar en el dolor que sintió cuando los recuerdos de esa noche la invadieron.
La velada había transcurrido como siempre, los nobles, la realeza extranjera y los oficiales militares de alto rango iban y venían, comenzando una pequeña charla con ella mientras intentaban acercarse a Arnold. Era obvio que eran amables con ella solo porque intentaban ganarse el favor de Arnold, aunque al mirar el rostro del príncipe, se dio cuenta de que sus esfuerzos eran inútiles.
Después de algunas presentaciones obligatorias y establecimiento de contactos, Rishe se encontró sola en el salón mientras el Príncipe Arnold estaba rodeado de más nobles que buscaban favores y aprobaciones de reformas que les resultasen convenientes, hasta que, finalmente se encontró conversando con la hija de uno de los generales del emperador, general Anselm Müller, una pequeña chica rubia con grandes ojos marrones y una voz clara y alta.
Desde su llegada a Galkhein, a Rishe le había resultado difícil entablar amistad con las mujeres de la corte. La veían como una arribista y no podían entender cómo el príncipe heredero Arnold Hein le había pedido que fuera su esposa después de apenas haberla visto. Mientras pensaba en lo agradable que era encontrar finalmente a alguien no hostil hacia ella, se sorprendió por las palabras de la boca de la chica de nombre Katja Marie Müller.
'' Entonces, Señorita Rishe. ¿Cómo le ha ido siendo la prometida del Príncipe Heredero? ¡Sólo puedo imaginar lo exhausta que debes estar cada noche al tener que mantenerte alejada de su cama! ¡Tendrás suerte si llegas al día de la boda como una doncella pura! ''
"Lo-lo siento, no creo entender de qué estás hablando".
''Bueno, ya sabes. ¡Al igual que el emperador, su alteza real tiene fama de ser insaciable! Y con tantas concubinas que ha tenido el emperador, no es difícil imaginar que su hijo sería igual de insaciable. Mi amiga Emma me confió una vez que su Alteza el Príncipe Arnold la había desflorado una vez en una fiesta celebrada después de la guerra hace dos años. Ella me dijo que tuvo que quedarse mucho tiempo después de que él se fuera de la habitación, incapaz de moverse por sí misma".
Mientras hablaba, Katja tenía la más inocente de las sonrisas en su rostro, imbuyendo su tono de falsa preocupación. Siguió diciéndole a Rishe que estaba bien, que su trabajo era simplemente darle al príncipe un heredero varón y que podía dejar el trabajo de satisfacer las necesidades físicas del príncipe a las concubinas. Estaba claro que la intención detrás de las palabras no solo era humillar a Rishe, sino también dejar en claro que incluso si las mujeres nobles de Galkhein no se convertirían en la esposa de Arnold, aún podrían encontrar el camino a su cama como concubinas.
Mientras Rishe se perdía en los recuerdos, no notó la presencia de la persona que salía al balcón junto a ella hasta que habló.
"Rishe".
''...''
Rishe estaba haciendo todo lo posible por no mirarlo a los ojos, había abandonado la velada poco después de su conversación con Katja, no sin antes asegurarse de hacerle saber a la otra mujer que era más que capaz de satisfacer a su alteza y que él lo sabía lo suficientemente bien como para haberla elegido sólo a ella como su esposa y no tuviera necesidad de buscar en otra parte cosas que ella pudiera hacer por él, pero la verdad es que, en el fondo, se sentía completamente desconsolada.
No es que ella no supiera que las concubinas existían en Galkhein, cada uno de los cinco hermanos de Arnold había nacido de una mujer diferente. Y aunque ahora solo existía la emperatriz actual, eso no significaba que el emperador no encontraría nuevas novias en el futuro, y tampoco significaba que el príncipe Arnold probablemente no tomaría algunas concubinas propias en el futuro.
